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El alcalde de Ermua, Carlos Totorica, acompañado por toda la corporación municipal, anoche junto al monumento a las víctimas. [IGNACIO PÉREZ]
Las velas volvieron a Ermua diez años después
Politica

Las velas volvieron a Ermua diez años después

Unas 3.000 personas se manifestaron en recuerdo de Miguel Ángel Blanco en el décimo aniversario de su secuestro y asesinato a manos de ETA

JOSEBA GARCÍA

Miércoles, 11 de julio 2007, 09:37

ERMUA. La división entre PP y PSOE a la hora de afrontar la lucha antiterrorista marcó los actos de conmemoración del décimo aniversario del secuestro y asesinato a manos de ETA del edil popular de Ermua Miguel Ángel Blanco. Mientras el Ayuntamiento de la localidad vizcaína instó a la unidad frente al terror, el partido opositor y la fundación Miguel Ángel Blanco cargaron contra la política antiterrorista de José Luis Rodríguez Zapatero al que acusaron de negociar con ETA. No obstante, al igual que hace diez años, las velas encendidas frente al Ayuntamiento recordaron la vigilia realizada con numerosos ermuarras horas antes de que se consumara el asesinato del edil popular.

El recuerdo de la figura de Miguel Ángel Blanco, secuestrado hace diez años por ETA y asesinado 48 horas después por la organización terrorista, fue el único nexo de unión de los distintos actos convocados en Ermua en día tan señalado. A partir de ahí, la división política quedó patente en la localidad vizcaína.

Muestra de la fractura abierta fue la manifestación convocada a las seis de la tarde por la Fundación Miguel Ángel Blanco que partió de la plaza Cardenal Orbe para terminar ante la tumba del concejal asesinado, encabezada por una pancarta portada por doce víctimas con el lema «Miguel Ángel Blanco, nuestra memoria. El espíritu de Ermua sigue vivo». La marcha, que sólo contó con el apoyo del PP, fue secundada por varios cientos de personas acompañados por la lluvia. El PP estuvo representado por sus líderes nacionales, como Ángel Acebes, Eduardo Zaplana y Ruiz Gallardón, y los dirigentes del País Vasco, con su secretario general, Carmelo Barrio, al frente.

El resto de grupos políticos dio la espalda a un acto que comenzó con la lectura de un comunicado titulado «Miguel Ángel Blanco, la memoria latente», cuya lectura corrió a cargo de la hermana de la víctima, María del Mar Blanco. La proclama destacó que el legado que dejó el edil popular asesinado fue «la firmeza, la unión y el consenso para la derrota de ETA, a la que no se le convence sino que se le vence».

En la lectura del documento, María del Mar lamentó que, en los últimos diez años, se haya pasado «de la mejor situación en el camino para derrotar definitivamente a ETA», bajo el consenso del pacto antiterrorista liderado por el gobierno Aznar, «a una situación de desconcierto en la sociedad, desunión entre los partidos mayoritarios y, lo peor, el envalentonamiento de los terroristas». Responsabilizó de esta situación al Gobierno del PSOE «que se ha embarcado en una política antiterrorista que se aleja del espíritu de Ermua». En su condición de presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, instó al presidente Rodríguez Zapatero a que retorne al pacto por las libertades.

En la misma línea, el secretario general del PP vasco lamentó la «falta de libertad» en Euskadi y abogó por «la derrota del terrorismo y la justicia para las víctimas» como «hoja de ruta y referencia moral y ética». Por su parte, Ángel Acebes insistió en que «el espíritu de Ermua, el espíritu de la libertad y de los ciudadanos que quieren convivir libres y no someterse al chantaje», sigue vivo.

La unidad, al menos aparente, se recuperó a partir de las nueve de la noche cuando todos los grupos democráticos de Ermua (PSE, PP, PNV y EB) tomaron parte en el acto organizado por el Ayuntamiento de la localidad bajo el lema «Hacia la libertad. 10 años sin Miguel Ángel».

En esta reunión, que con la presencia del delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, y el secretario general del PSE, Patxi López, se recordó la vigilia alumbrada por velas de hace una década, en la que cientos de ciudadanos acompañaron a la familia del concejal asesinado durante su secuestro.

Movilizaciones

En el ayuntamiento, ayer, se invitó a la sociedad a «recuperar la motivación principal de las movilizaciones» de 1997; se apeló a la «unanimidad de los ciudadanos para salir a la calle a gritar 'libertad' con una sola voz» y se reclamó «la unidad democrática por encima de las banderas para exigirle a ETA que respete la vida y la libertad».

«Exigencia inequívoca de que la libertad no tiene precio -continuó la declaración institucional-, trasladando al conjunto de la sociedad que ETA y sus legitimadores políticos no les pueden, y se lo van a demostrar desde la instituciones del Estado y desde la sociedad civil». El mismo comunicado concluyó que «en Ermua nació esa esperanza y, como hace diez años, tenemos la obligación de perseguir más que nunca ese objetivo». COLPISA

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