«Si reabren San Marcos será por encima de mi cadáver político», afirma Buen

SAN SEBASTIÁN. DV. La polémica sobre el proyecto de la incineradora constituyó uno de los ejes centrales de la comparecencia del secretario general de los socialistas guipuzcoanos para valorar los primeros pasos del nuevo ejecutivo foral, constituido el pasado jueves. Miguel Buen considera que el gobierno formado por PNV y EA «no puede lavarse las manos» dejando a las mancomunidades la solución al problema de las basuras y le advirtió de que, si contempla reabrir el vertedero de San Marcos, lo tendrá que hacer «por encima» de su «cadáver político, porque a mí me importa más que San Marcos se cierre que ser o no diputado general».

Buen opinó que «los primeros pasos» de la Diputación que preside el peneuvista Markel Olano «anuncian una legislatura convulsa e inestable», pues demuestran que carece de «programa de gobierno claro», evidencian su «debilidad» -cuenta con el apoyo de 23 de los 51 junteros- y «en menos de una semana ya ha generado incertidumbre». «Es escandaloso e irresponsable que, posiblemente para conseguir que EB con su abstención garantizase la investidura del diputado general, éste diese por bueno un desmarque de las mancomunidades del Pigrug, de todo el trabajo hecho hasta ahora y del convenio entre todas las mancomunidades y el Ayuntamiento de San Sebastián», agregó.

Incidió en que el Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa (Pigrug) «es competencia exclusiva de la Diputación», que podría modificarlo «si tiene los votos suficientes», pero recordó que a tres vertederos del territorio les quedan dos años de vida útil y que «hay compromisos firmados» en esta materia, como el cierre definitivo del de San Marcos, ubicado en Errenteria y que da servicio a la comarca de San Sebastián. No obstante, Buen adelantó que los ayuntamientos gobernados por el PSE seguirán «adelante» con el Pigrug, «si es necesario, al margen de este gobierno de la Diputación».

El líder de los socialistas guipuzcoanos también mostró su inquietud por otras «preocupantes» cuestiones que acompañan este inicio de legislatura, como el presunto fraude a la Hacienda de Irun, asunto sobre el que su grupo pedirá una «inspección especial» a «todos» los expedientes irregulares de «los últimos diez años». Advirtió de que su partido no permitirá «apaños por la puerta falsa» ni tampoco que «se extienda un manto de olvido y silencio» en este caso.

«Boda en Las Vegas»

Se mostró, además, visiblemente escandalizado por los últimos detalles conocidos acerca de una trama en la que están presuntamente implicados en varios delitos de malversación y falsedad «durante más de diez años» diversas personas, «todas miembros del PNV de Egibar», que «ni siquiera ha abierto un expediente informativo».

En este punto, aludió al ex senador del PNV Víctor Bravo, hermano de José María Bravo, principal imputado en el caso de la Hacienda de Irun. Del ex senador recordó que «conduce Porsches, pilota su propia avioneta y se casa en Las Vegas». También criticó que el anterior candidato del PNV a diputado general, Jon Jauregi, tenía «un elevado patrimonio no declarado». Se refirió asimismo al ex diputado foral y miembro del GBB Luis María Bandrés, del que dijo que su mujer «tenía una deuda de cien millones de pesetas a Hacienda, fundamentalmente por cobros de IVA no ingresados y que se llega a un acuerdo con ella para reducirla hasta menos de veinte millones, abonados al responsable de la oficina de Irun». Criticó que «Bandrés obtuvo su certificado de insolvencia pero posteriormente pudo comprarse hasta cuatro pisos y locales».

El PSE solicitará al nuevo diputado foral de Finanzas que «no regularice la situación fiscal de ningún expediente» inmerso en el procedimiento judicial hasta que la comisión prevista para septiembre en las Juntas Generales esclarezca los hechos. Asimismo, reiteró que han presentado una denuncia en Emakunde al considerar que el nuevo gobierno foral no es paritario.