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SAN SEBASTIAN

La clave para acariciar el 50% de reciclaje

El primer garbigune de la Mancomunidad de San Marcos ya tiene proyecto de ejecución, se aprobará en septiembre y se construirá para final de año junto a Garbera

AINGERU MUNGUÍA

Domingo, 15 de julio 2007, 03:21

SAN SEBASTIÁN. DV. ¿Cuántas veces se nos ha pasado el momento de bajar los tarros de aceite usado a la furgoneta que recoge en nuestro barrio los residuos peligrosos del hogar? La gente quiere reciclar pero a veces el sistema dispuesto para facilitar la recogida es un inconveniente. Los garbigunes tratan de solucionar estas carencias. En Gipuzkoa hay una decena de ellos, pero ninguno en la comarca de Donostialdea. Tras varios años de estudio de diferentes alternativas, la Mancomunidad de San Marcos y el Ayuntamiento se han puesto de acuerdo para ubicar esta instalación junto a Garbera. El proyecto de ejecución está realizado, se aprobará en septiembre y las obras se ejecutarán en otoño. También hay acuerdo con el centro comercial ya que ambas instalaciones se beneficiarán mutuamente con sus respectivos usuarios.

Las instituciones promueven continuas campañas para disminuir la basura que se lleva a vertedero, pero en la principal zona productora de residuos de Gipuzkoa no hay todavía un garbigune, una infraestructura que recoge todo lo que nos sobra en casa -madera, electrodomésticos, muebles, restos de obra, aceites, teléfonos móviles...-, a excepción de la materia orgánica, y que se encarga de reciclar o enviar estos materiales a gestores autorizados para el tratamiento de cada tipo de residuo. Para aprovechar la progresiva concienciación medioambiental de los ciudadanos se ha duplicado recientemente el servicio de recogida de estos restos mediante una mayor frecuencia de paso de la furgoneta que circula por cada barrio.

Pero esta fórmula tiene sus limitaciones. El contar con un garbigune ofrece la libertad de poder desprenderte de todo tipo de residuos en cualquier momento. Una buena ubicación para este recinto es clave para que sea realmente atractivo y útil para los ciudadanos. El primer lugar que se barajó en Donostialdea fue una parcela junto al centro comercial Urbil, pero sus limitadas dimensiones obligaron a desechar esta opción. Después se pensó en Garbera, aunque en la parte de atrás del centro comercial, una zona diferente de donde finalmente se construirá, que es en la ladera que dejamos a la izquierda mientras subimos al hipermercado desde la rotonda a la que confluyen los tráficos de Intxaurorndo, la A-8 y el vial de Martutene.

Lugar estratégico

¿Por qué junto a Urbil o Garbera? A nadie se le escapa la fuerte capacidad de atracción de estas zonas comerciales. Esta ubicación permitirá a los ciudadanos desprenderse de sus residuos molestos de camino al centro comercial. Los gestores de Garbera lo ven como un nuevo aliciente para acercarse a esta gran superficie. Una reunión celebrada hace unos días entre responsables de San Marcos, de Garbera y del Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento certificó el acuerdo para impulsar el garbigune.

La instalación ocupará una parcela de 2.902 m2 y estará rodeada de árboles para disminuir su impacto y no afear el entorno. Contará con una zona de control a su entrada -todo depósito de residuos será registrado- y su distribución será simple: se trata de disponer en batería un conjunto de grandes contenedores de 25 m3 para ir recibiendo los residuos de los ciudadanos, que llegarán hasta estos depósitos con su coche. La entrega será gratuita y sólo se estudia cobrar una pequeña tasa para los escombros de los gremios, que también podrán desprenderse de sus residuos en el garbigune. Quienes no podrán utilizarlo serán las empresas de recogida de residuos urbanos y los gestores de inertes, tampoco las industrias, las empresas de derribos, los grandes almacenes y los talleres de reparación.

Los ciudadanos en general, los autónomos de obras menores, los pequeños comercios y las oficinas podrán llevar sus residuos al garbigune, con ciertas limitaciones. Los vehículos tendrán que tener un peso máximo autorizado de 3.500 kilos. No se podrán llevar residuos con un volumen superior a 2 m3 y con un peso superior a 750 kilos por individuo y semana. Cada persona se podrá desprender de 5 neumáticos como máximo. Estas arbitrarias condiciones sólo pretenden evitar la picaresca o el fraude y tratan de impedir que las empresas lleven al garbigune sus restos cuando tienen otros canales para hacerlo, según explicó el gerente de la Mancomunidad, Iñaki Castillo. «Ahora las tiendas te tienen que coger el electrodoméstico viejo si compras uno nuevo, y en Donosti puedes también dejar los muebles junto a los contenedores para que te los recojan, pero el garbigune amplia las posibilidades de reciclaje y también «evita espectáculos lamentables» como el ver zonas de la vía pública inundadas de aparatos en espera de ser recogidos, según explicó el concejal de Medio Ambiente, Denis Itxaso.

El garbigune tendrá un horario de apertura de mañana y tarde, aunque se aprovechará el tirón de Garbera los sábados para mantenerlo abierto ese día de 10 a 20 horas sin interrupción.

Aprobarlo sin dilación

Itxaso quiere que en la primera reunión de la Mancomunidad se apruebe la construcción del garbigune, una instalación «que se ha demostrado que aumenta un 10-15% el reciclaje de residuos en las zonas donde se implanta». San Sebastián presenta unos porcentajes de reciclaje del 32-33% de los residuos urbanos y «pretendemos llegar al 50%», con lo que tanto el garbigune como la experiencia piloto de compostaje en el barrio de Amara -se pondrá en marcha el año que viene- se antojan como elementos claves para conseguir este objetivo.

Castillo explicó que este mes la Mancomunidad está en pleno proceso de renovación de sus componentes -los ayuntamientos nombran a sus nuevos representantes-, pero señaló que el proyecto será aprobado con toda probabilidad en septiembre y su construcción se adjudicará en otoño. El presupuesto es de 720.000 euros y el plazo de ejecución es de dos meses, con lo que podría estar en funcionamiento a final de año.

El Plan Integral de Gestión de los Residuos Urbanos de Gipuzkoa contempla la ubicación de cuatro garbigunes en Donostialdea. Un segundo recinto está previsto ubicarlo en una parcela de Martutene. «Astigarraga y Hernani ofrecieron dos emplazamientos, pero por los dos pasa la línea del Tren de Alta Velocidad», explicó Castillo, quien añadió que otro de los garbigunes deberá ir en la zona de Lezo, Errenteria y Oiartzun.

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