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JORGE SAINZ
Lunes, 23 de julio 2007, 10:21
SAN SEBASTIÁN. DV. Al menos 22 de las principales localidades de Gipuzkoa han conformado ya equipos de gobierno municipal que les permiten comenzar a funcionar, dos meses después de las elecciones. La complejidad y pluralidad de la política vasca se refleja con toda su intensidad en estos pactos, que ofrecen una docena de fórmulas diferentes, con alianzas entre partidos que serían impensables en las principales instituciones vascas. La entrada de ANV en varios ayuntamientos y los desacuerdos entre PNV y EA en algunos consistorios son algunas de las razones. Las coaliciones que gobiernan algunos municipios no sirven en otros y grupos que se alían en un pueblo son adversarios en otro.
PNV-EA y PSE-EB son las opciones más utilizadas, mientras que el tripartito del Gobierno Vasco (PNV-EA-EB) sólo se ha reproducido en Astigarraga. La fórmula de coalición nacionalista PNV-EA, que gobernó numerosos municipios en la pasada legislatura, sólo se da en cuatro de los principales municipios: Tolosa, Hondarribia, Elgoibar y Oñati. La irrupción de ANV y las desavenencias locales en municipios como Azpeitia o Zumaia son la razón de esta pérdida de poder. En el caso de estas dos localidades se produjo una gran polémica al apoyarse mutuamente ANV y EA, lo que provocó duras críticas del PNV. El propio presidente de EA en Gipuzkoa, Iñaki Galdos, exigió a sus compañeros corregir estas situaciones, pero a día de hoy EA apoya al aeneuvista Iñaki Errazkin como alcalde de Azpeitia e Iñaki Agirrezabalaga (EA) sigue como regidor zumaiarra.
La fórmula entre socialistas y EB, en algunos casos con Aralar, se ha consolidado como alternativa en los principales municipios de Gipuzkoa. Así ocurre en la capital, San Sebastián, y en algunas de las principales ciudades como Zumarraga, Andoain y Lasarte-Oria. En la segunda ciudad en importancia, Irun, el PSE no ha podido cerrar acuerdos con la coalición y gobierna en solitario, a un edil de la mayoría absoluta, lo que ha provocado que en el primer pleno perdiera ya algunas votaciones.
La entrada de ANV en la mitad de los consistorios es un factor clave en la nueva configuración. Además de gobernar en solitario diferentes municipios, en unos casos en minoría (Hernani, Pasaia, Usurbil o Urretxu), y en otros con mayoría (Oiartzun y Lezo), ha sido capaz de llegar a acuerdos con otras formaciones. Ha pactado con EA en Zumaia y Soraluze. En Deba el alcalde de EA ha acordado con ellos la cesión de dos de las once comisiones de gobierno. En el caso de Azpeitia, EB-Aralar se ha sumado a esta entente. En Arrasate, la formación de izquierda abertzale se apoyó en EB-Zutik y en Bergara, en Aralar. En el caso de Legazpi, ANV y EB comparten la gestión municipal aunque sin la existencia de un pacto firmado.
Transversalidad
Los acuerdos más transversales, entre socialistas y nacionalistas, se han dado en Errenteria, con un acuerdo entre el tripartito del Gobierno Vasco del lehendakari Ardanza (PNV-PSE-EA), aunque en este caso liderado por el socialista Juan Carlos Merino. La misma composición se dará en Ordizia. Casos similares son los de Azkoitia, donde los socialistas apoyan al peneuvista Asier Aranbarri, y en Eibar, donde EA se ha sumado a la mayoría absoluta del PSE de Iñaki Arriola.
La diversidad de alianzas tiene su máximo exponente en Mutriku, donde han pactado el PNV con Berdeak, y Beasain, con un gobierno de los jeltzales y EB. Un caso especial es el de Aretxabaleta. EA y Aralar han formado un ejecutivo al que intentaron sumar a la ilegalizada ANV, en función de los votos nulos, aunque la puerta sigue abierta.
Otra localidad importante, Zarautz, sigue sin ejecutivo local. El retraso se debe a que el pasado viernes tuvieron que elegir de nuevo alcalde, Jon Urien (EA), tras la renuncia de Maite Etxaniz, nueva diputada foral de Política Social. Las discrepancias entre los diferentes grupos en la votación del regidor no parecen augurar pactos entre diferentes para formar el nuevo gabinete.
Otra novedad es la primera Alcaldía que ostenta el PP en su historia en Gipuzkoa, en Lizartza. Los populares fueron los únicos que se presentaron a los comicios, tras la ilegalización de las listas de izquierda abertzale, y los 27 votos conseguidos auparon a Regina Otaola al sillón municipal.
Mientras, dos ayuntamientos siguen sin alcalde. En Elduain, donde sólo el PP se presentó tras la anulación de ANV, problemas burocráticos le han impedido tomar el poder. Se podría crear una gestora, aunque de momento la anterior corporación, formada por PNV y EA, continúa en funciones. En Leaburu, donde ANV fue también ilegalizada, la plataforma ganadora renunció a cuatro escaños y a la Alcaldía. La izquierda abertzale también fue anulada en Irura, pero ni PP ni PSE-EE lograron concejales, por lo que la anterior alcaldesa de EH sigue en funciones en el cargo.
Descenso de sueldosUna de las consecuencias en las alcaldías por la irrupción de ANV ha sido el descenso del sueldo de alcaldes y concejales con dedicación exclusiva. ANV ha aprobado en los consistorios en los que gobierna una disminución del salario de los ediles. Pero en Pasaia, donde no tiene la mayoría, la oposición ha impedido la bajada del sueldo. Así se da la circunstancia de que la alcaldesa, Maider Ziganda, cobrará más gracias a la oposición, porque ella y su partido votaron lo contrario. De hecho quieren modificar la situación en septiembre.
Otros ayuntamientos liderados por el PNV también han bajado los sueldos. En Hondarribia el del alcalde se reducirá en un 21,1%, mientras que los tenientes de alcalde percibirán un 17% menos. Aitor Kerejeta, nuevo primer edil, recibirá una retribución anual de 67.000 euros brutos anuales.
Las diversas fórmulas de gobierno provocan una disparidad de criterios a la hora de fijar los sueldos. El PNV, por ejemplo, ha decidido en varios consistorios seguir los parámetros fijados por la Asociación de Municipios Vascos (Eudel). Por ejemplo el regidor de Tolosa, Jokin Bildarratz, cobrará 66.411 euros anuales brutos y la teniente alcalde, Olatz Peón, 59.770. El mismo salario que Bildarratz percibirá el primer edil de Elgoibar, Alfredo Etxeberria (PNV).
Por el contrario, el socialista Iñaki Arriola, alcalde de Eibar, cobrará menos pese la subida aprobada en el consistorio y pese a gestionar un municipio de más habitantes que Tolosa o Elgoibar. Su sueldo por año ascenderá a 59.000 euros brutos. Alcaldes de ANV como el azpeitiarra Iñaki Errazkin ganarán 30.910 euros brutos, menos de la mitad que los regidores peneuvistas citados. El primer edil de Zumaia, Iñaki Agirrezabalaga (EA) cobrará 38.706,86 euros brutos anuales. En el lado opuesto se encuentra el alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, que tendrá un salario bruto de 83.275 euros.
jordisainz@diariovasco.com
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