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Jorge F. Mendiola
Martes, 3 de marzo 2015, 20:32
Los tres grupos de la oposición en el Ayuntamiento donostiarra han rechazado este martes en Pleno las intenciones del gobierno municipal de Bildu de crear la figura del inspector de la basura, un cuerpo al que se iba a otorgar carácter de agente de la autoridad y potestad para abrir las bolsas y sancionar a quienes infrinjan la ordenanza de residuos. PP y PNV apoyaron una enmienda del PSE para eliminar esta posibilidad con el argumento de que "para concienciar a la gente de la importancia del reciclaje hay que dar menos palo y más zanahoria".
En la modificación de la ordenanza de residuos también se rebaja la cuantía de las multas. Infracciones leves como manipular el contenido de los contenedores o no realizar correctamente la separación de las fracciones podrán ser sancionadas con hasta 500 frente a los 750 que planteaba Bildu. Las infracciones graves conllevarán multas de hasta 1.000 euros y las muy graves podrán alcanzar los 3.000.
Por otra parte, el alcalde, Juan Karlos Izagirre, ha comparecido para dar explicaciones sobre las alegaciones presentadas por varios negocios del edificio Pescadería por los perjuicios que les va a provocar la decisión de Bildu de recuperar la concesión para instalar un ambulatorio. Ha dicho no entender las razones de los afectados entre las críticas de la oposición por las consecuencias económicas que puede tener esta maniobra para el Ayuntamiento.
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