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E.GUDE/R.SÁNCHEZ/M.BOLADO
Lunes, 18 de agosto 2014, 09:04
Doble crimen ante cientos de personas. El escenario elegido, la playa Salvé de Laredo. Un vecino de Bilbao. Mario. I. R, de 52 años, mató ayer a cuchilladas en pleno arenal y ante una audiencia de estupefactos bañistas a M. G. B., de 42, y al padre de ésta, G. G. G., de 70 años, ambos naturales de la localidad alavesa de Llodio. Los hechos se produjeron sobre las 18.30 horas a la altura de la zona conocida como Ever.
Un ertzaina fuera de servicio que presenció la agresión redujo al asaltante, que no opuso resistencia y fue detenido. Mientras, dos enfermeras y una médico, que también disfrutaban de un día de playa, atendían a las víctimas. La mujer era trasladada al hospital de Laredo, mientras que su padre fue evacuado a la UVI del hospital de Valdecilla en Santander. Finalmente, los médicos no pudieron hacer nada por salvar sus vidas.
Aunque en un primer momento se especuló con la posibilidad de que se tratase de un caso de violencia de género, fuentes próximas a la investigación descartaron este extremo al confirmarse que no existía relación entre ellos. La hipótesis más probable es que se trate de un perturbado que atacó a estas personas al azar, aunque tampoco se descarta la posibilidad de un ajuste de cuentas.
La agresión se produjo en las inmediaciones de la torre de vigilancia número 5 de la Cruz Roja. Según testigos presenciales, en ese momento el lugar estaba lleno de personas que apuraban las últimas horas de la jornada playera. A falta de una versión oficial de los hechos, y siempre por testimonio de los bañistas que se encontraban en el lugar, pasaban unos minutos de las seis y media de la tarde todavía hacía calor cuando un hombre, aparentemente normal, vestido con un pantalón bermuda y una camiseta, que portaba una mochila y parecía pasear por la playa, se dirigió hasta el lugar donde se encontraban sus víctimas, en la zona de Pinos, junto a los apartamentos Ever.
El crimen se produjo en una zona repleta de bañistas, de manera que, nada más ser reducido por los agentes, cientos de personas se congregaron alrededor del agresor. A medida que los curiosos conocían los hechos aumentaba la indignación y enseguida comenzaron los insultos dirigidos al detenido. Algunos testigos indignados le arrojaron arena y hubo incluso amagos de agresión que no llegaron a materializarse. En ese momento, agentes de la Policía local se llevaron al detenido hasta su sede, por ser el único lugar del pueblo donde existe un calabozo. Pocos minutos después del suceso, ya había algunas fotos del escenario del mismo y comentarios sobre lo sucedido en algunas redes sociales, con llamadas a la protesta y la movilización.
Signos de nerviosismo
Mario. I. R sacó un arma blanca de grandes dimensiones algunos de los testigos hablaban de un machete que clavó en repetidas ocasiones en el cuello de la mujer, vestida únicamente con un traje de baño, produciéndole una fuerte hemorragia al seccionarle las carótidas. Después se volvió hacia el padre, G. G. G., a quien asestó varias puñaladas en el torso cuando trataba de defender a su hija. Todos coinciden en que el agresor se fue con cierta calma del lugar de los hechos, tras guardar el arma en la mochila, y sin signos de nerviosismo.
En ese momento fue alcanzado por un ertzaina que se encontraba fuera de servicio, pasando un día de playa. El agente logró reducirle, y boca abajo, lo mantuvo inmóvil hasta que llegaron refuerzos policiales. Mientras tanto, dos enfermeras, que estaban disfrutando de la playa, acudieron en ayuda de los heridos, uniéndose luego a ellas una médico que también estaba en el arenal. En pocos minutos llegó al lugar personal de la Cruz Roja de Laredo, que se turnó con las sanitarias haciendo las maniobras de reanimación (RCP), intentando frenar la sangría producida por las graves heridas.
Enseguida se percataron de la gravedad de la mujer, que sangraba abundantemente del cuello ante el desconcierto de centenares de personas que hacían corro, mientras asistían a ambas víctimas. Hay que recordar que ayer domingo fue uno de los mejores días de este verano en Cantabria y la playa de Laredo estaba ocupada por miles de personas, en su mayoría procedentes del País Vasco.
Ambos, padre e hija, fueron conducidos rápidamente al hospital de Laredo. La mujer falleció poco después de ingresar. A su padre también le llevaron a este centro hospitalario pero ante la gravedad de las heridas que presentaba optaron por trasladarle hasta la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Valdecilla, donde murió dos horas después.
Mientras se evacuaba a los heridos, en el mismo escenario del crimen se desarrollaba la operación policial en torno al presunto homicida. Cuando concluyó la agresión y siempre según testimonios de personas que estuvieron en el lugar de los hechos siguió su camino con tranquilidad, una actitud que mantuvo también cuando fue detenido y encarcelado en la sede de la Policía local.
El suceso sembró el pánico entre los bañistas. Muchos de ellos huyeron del lugar, al tiempo que algunos niños se mostraron muy nerviosos. No obstante, los voluntarios de la Cruz Roja no tuvieron que atender a nadie por crisis de ansiedad. El Ayuntamiento de Laredo maniobró ayer con diligencia para convocar, a las 11.45 horas de hoy, un pleno extraordinario para condenar los hechos. A las 12.00 horas, arrancará una movilización en el exterior del Consistorio en la que se mostrará la repulsa por el ataque, y se emplaza a que sea respaldada por vecinos y veraneantes del municipio. En el caso de Llodio, es probable que la Corporación se pronuncie hoy en la reunión preparatoria del pleno municipal.
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