

Secciones
Servicios
Destacamos
ANTTON IPARRAGUIRRE |
Domingo, 7 de febrero 2010, 21:17
La mujer asciende pero le cuesta más que al hombre llegar a la cima. Esta es una realidad cada vez más injustificable y por eso la quieren abolir las mujeres en todos los ámbitos de la vida, uno de ellos el de la política. Este periódico ha reunido a Izaskun Bilbao, europarlamentaria del PNV; Rafaela Romero, del PSE y presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa; Laura Garrido Knörr, parlamentaria del PP vasco; y Aintzane Ezenarro, portavoz de Aralar en la Cámara vasca, para que debatan sobre la mujer en la política.Las cuatro han sido testigos y víctimas de esa desigualdad y se muestran convencidas de que ganando espacios de poder en los partidos y en las instituciones «algún día habrá una mujer lehendakari. Aunque a los hombres cada vez les dé más miedo, vamos rompiendo barreras». Creen que la lucha, la perseverancia, la empatía, el saber transmitir seguridad y esperanza son virtudes destacables en las mujeres que se dedican a la política. Éstas han pasado de estar ocultas en las 'maquinarias' de los partidos, realizando labores de oficina, a encabezar candidaturas e instituciones. Se rebelan ante la necesidad de tener que demostrar continuamente lo que valen en un mundo dominado por los hombres y exigen que se cumple la disposición final cuarta de la Ley de Igualdad, que establece que «las candidaturas estarán integradas por al menos un 50% de mujeres en el conjunto de la lista de candidatos y candidatas y en cada tramo de seis nombres».
- ¿Qué ha aportado y aporta la mujer a la política vasca?
- Aintzane Ezenarro: La mujer tiene que estar en la política no porque aporte un plus a lo que haga el hombre, simplemente por derecho, ya que somos la mitad de la sociedad. Nosotras tenemos una mayor capacidad de sacar varios temas más rápido, porque en la vida real las mujeres estamos más ocupadas.
- Rafaela Romero: Comparto la visión de Aintzane sobre la gestión del tiempo. Además, si no estamos nosotras las decisiones públicas que se toman, y que afectan al mundo público, privado, social o económico, no serán tan justas ni tan igualitarias. Una sociedad que no cuente con la opinión de las mujeres es poco eficiente. Aportamos el compromiso, la capacidad de trabajo, el intentar que lo que hagamos tenga un apoyo y un acuerdo sólido. Todavía tenemos dentro esa necesidad de tener que demostrar algo con respecto a los hombres, que espero que algún día se acabe, porque es realmente agobiante. Seguro que ninguna de las que estamos aquí deseamos ser superwomans.
- Laura Garrido Knörr: Yo también creo que no aportamos ningún plus específico por el hecho de ser mujeres. Simplemente, si no estuviéramos en la política habría un déficit democrático. Por nuestra experiencia y propia trayectoria, creo que las mujeres tenemos un punto de rebeldía que nos lleva a querer cambiar las cosas. Somos más luchadoras que los hombres y pugnamos por ocupar espacios que tradicionalmente nos estaban vedados. Aportamos ese sentido más práctico y tenemos una mayor sensibilidad hacia temas sociales.
- Izaskun Bilbao: Por mucho que hayamos avanzado en los últimos años, la mujer todavía no tiene su posición real y justa en la política, y lo mismo pasa en la vida normal. Las mujeres somos mejores estudiando, tenemos mejor formación, somos más productivas..., pero habría que preguntarse cómo se corresponde eso con nuestra representación en los ámbitos privados y políticos. Y la respuesta es que de forma insuficiente. No hay más que ver con cuántas mujeres se identifica la política en Euskadi.
- ¿Entonces, sigue existiendo una desigualdad de género en el mundo de la política?
- Bilbao: Por supuesto. Cada vez que accedemos las mujeres a alguna institución o cargo público primero somos sometidas a un examen, curriculum, experiencia...y eso no se le pide a los hombres, aunque algunos lo puedan hacer todo fatal. A un hombre se le reconoce automáticamente la autoridad, nadie se la cuestiona. A una mujer se la tienen que reconocer.
- Romero: Tras ganarte la confianza para ese reconocimiento, claro.
- Bilbao: Cuando hay un problema de verdad las mujeres hacemos un mayor esfuerzo para llegar a consensos, entendiendo las posturas de los otros. Además, no nos vanagloriamos de haber obtenido un éxito o de ocupar un cargo. A veces, aunque una mujer haga una propuesta en una reunión si no la repite, y mal, un hombre, no tiene la misma autoridad.
- Ezenarro: Yo eso no lo veo así. Creo que nosotras también tenemos una autoridad propia.
- Romero: Sí, cada vez se nos respeta más. Los hombres piensan: 'ojo que ésta vale y lo demuestra'. Sí, te escuchan, pero luego la visualización pública es diferente. Es decir, ante decisiones políticas los errores no se comparten y los éxitos son más fáciles de ser administrados y rentabilizados por los hombres.
- Las mujeres han sido las principales impulsoras de la Ley de Igualdad, ¿por qué no se cumple?
- Ezenarro: Es un espejismo lo que está pasando en las instituciones. No hay una paridad del 50%. Por ejemplo, en el Parlamento Vasco algo menos de la mitad son mujeres, pero si luego te fijas cuántas están donde se deciden las cosas el número va disminuyendo. La Ley de Igualdad ha posibilitado la participación de la mujer en la Cámara pero no en el poder. Pasa lo mismo si nos fijamos en las ejecutivas de los partidos, están en manos de los hombres y eso hay que cambiarlo. Pero eso no se puede hacer por ley sino por voluntad. Los hombres se eligen entre sí como candidatos, por lo que nunca vamos a tener una mujer como lehendakari o como diputado general si no vamos ganando espacios de poder en los partidos e instituciones. Éste es uno de nuestros principales retos. Tenemos que dejar que las mujeres tengan un papel específico en la política, no que sólo se dediquen a administrar o a temas de educación, salud. sino a áreas con más poder, como puede ser la economía.
- Bilbao: Coincido en que estamos peor porque los hombres tienen una cuota elevadísima en este país.
- Romero: Tendríamos que admitir que efectivamente se hace trampa con la Ley de Igualdad.
- Garrido: Yo también creo que todavía existe cierto cinismo. Por ejemplo, en el actual Gobierno Vasco, los consejeros son al 50% hombres y mujeres, pero luego a nivel de viceconsejeros y directores generales el porcentaje de mujeres es del 28%. A mí no me valen leyes de igualdad para sacarnos fotos.
- Romero: A mi juicio, lo fundamental es verlo cualitativamente. El poder y el dinero siguen siendo cosas de hombres.
- Bilbao: Quisiera resaltar de nuevo la falta de referentes femeninos en la política. Se nos ha exigido históricamente que si queremos que se nos reconozca una posición tenemos que ser como un hombre. Y yo no estoy dispuesta a renunciar a mis valores como mujer para que se me reconozca mi autoridad.
- Romero: No creo que haga falta cambiar de valores para que se te reconozca tu autoridad.
- Garrido: Yo me rebelo ante la idea de que haya que atribuir al hombre valores determinados, distintos a los de la mujer.
- Bilbao: Me refiero por ejemplo en términos organizativos al liderazgo vertical. En el siglo XXI el tiempo de liderazgo es horizontal, y las mujeres lo hacemos mejor.
- Ezenarro: Yo también querría destacar que las mujeres pasan por la política, los hombres se quedan. Y para llegar a los liderazgos hace falta un tiempo, por eso el reto es que la participación de la mujer sea permanente y activa. Además, yo quiero que la mujer normal, con hijos y de clase trabajadora, que es la mayoría, participe en la política. Que puedan ser no solo parlamentarias, sino líderes políticos.
- Romero: Las mujeres han evolucionado en política, lo que no ha evolucionado ha sido la política con las mujeres. Los avances sociales en derechos de las mujeres son siempre símbolo de conflicto.
- Garrido: A mí me gustaría que con respecto a los puestos de responsabilidad no pongamos nosotras mismas diferenciaciones. Que ante un cargo le exijamos lo mismo a un hombre que a una mujer, solo lo inherente al puesto y no tengamos que adoptar cualidades masculinas o de hombres. No me gustaría que por ser mujer me regalaran o me dejaran estar en un puesto.
- ¿Les tratan de forma diferente los medios de comunicación?
- Bilbao: Para empezar, basta un dato, según un estudio en el 33% de los casos los hombres aparecen como expertos en los medios de comunicación, y las mujeres en un 12%. Rafaela y yo hemos vivido experiencias similares. En ocasiones a nosotras nos ponían solo el nombre, a veces hasta mal, y al hombre todos sus cargos y experiencias.
- Romero: O te confundían con la novia del diputado general, que me pasó al inicio de mi cargo.
- Bilbao: También pasa que si vas a un acto alguno piensa: 'es que quiere estar y salir en la foto' y cuando es un hombre: 'mira que trabajador es, llega a todo', y le rinden pleitesía. Si nos fijamos en un periódico cualquiera, vemos que en la mayoría de las noticias en las fotos aparecen solo hombres. También quiero resaltar que no somos personajes públicos porque no vamos contando nuestra vida privada.
- Ezenarro: La mujer es solo noticia cuando da problemas.
- Romero: Es como cuando la ministra de Defensa, Carme Chacón, acudió al acto de la Pascua Militar con pantalón y chaqueta, y no con vestido largo como recoge el protocolo. Salió en las portadas de casi todos los periódicos.
- Ezenarro: A Chacón no se le perdonó. Y no lo hizo por dar la nota o saltarse el protocolo, sino porque le dio la gana ir así vestida. Los hombres aparecen a veces con una corbata horrorosa o con barriga y nadie dice nada. A las mujeres no se nos perdona la imperfección y además se magnifica cuando el error lo comete una mujer. Se le pide una imagen perfecta, ser madre perfecta, llegar a todo y encima nunca tener un error en su vida privada, ni en su vestimenta ni en nada.
- Garrido: El tratamiento informativo sobre la mujer demuestra que sigue la desigualdad.
- ¿Las mujeres políticas tienen que cuidar más su imagen?
- Bilbao: Para mí fue impresionante cuando accedí a la presidencia del Parlamento Vasco, lo que se fija la gente en la ropa. Es duro que te digan: 'No sé lo que dices, pero me fijo en todo lo que llevas'.
- Romero: Sí, no puedes acudir vestida igual a dos actos el mismo día.
- Garrido: Sí, se fijan hasta si has engordado o adelgazado un gramo, o si te has cambiado de peinado.
- ¿Se dan cuenta los ciudadanos de lo duro que es ser política?
- Garrido: No, no se dan cuenta del sacrificio personal que supone.
- Romero: Yo quiero destacar la delegación de voto, que conseguimos aprobar en los parlamentos. Ha supuesto un gran avance.
- Bilbao: Hemos avanzado en derechos laborales en el ámbito privado, pero no tanto en el político.
- Garrido: Es verdad, y nosotras tendríamos que ser la vanguardia.
- Ezenarro: Me da rabia que a una mujer política le pregunten siempre cómo concilia vida laboral y familiar, y no al hombre.
- Romero: Si se hiciera un reparto de poder en el hogar los hombres colaborarían más por miedo a perder mando. El problema es que la política no tiene horario. Te conviertes en una experta en comprar ropa, y hasta comida, por internet.
- Ezenarro: Yo discrepo. Para mí es una falacia decir que no hay horarios, hay que cambiar de chip. Por ejemplo, en los países nórdicos dedican las primeras horas del día a la vida pública y la tarde a la privada. Está todo perfectamente organizado. Eso de que la política no tiene horas es un invento de los hombres para no estar en casa.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La Unidad de Trasplantes de Valdecilla, premio Cántabro del Año
El Diario Montañés
El enigma de las plantas de tequila en la 'Catedral del vino' de Cigales
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.