Borrar
Preocupación. Aduriz, ayer por la tarde, en las dependencias del Mugaritz. :: ARIZMENDI
«Puede arder la cocina, pero las ilusiones no se queman»
AL DÍA LOCAL

«Puede arder la cocina, pero las ilusiones no se queman»

Andoni Luis Aduriz Cocinero de Mugaritz. Dice que el cierre del restaurante podría prolongarse más de lo previsto. Los peritos analizaban aún ayer las causas del incendio

MITXEL EZQUIAGA mezquiaga@diariovasco.com

Miércoles, 17 de febrero 2010, 03:50

Confiesa que tras el fuego que asoló la cocina del Mugaritz «he visto las dos caras de la condición humana: por un lado, una ola de solidaridad sobrecogedora; por otro, la necesidad de poner vigilancia en el restaurante para evitar que los 'profesionales' de los incendios se acercaran a robar en un caserío como el nuestro, alejado y ahora sin luz».

Andoni Luis Aduriz vive «en una especie de nube» desde que en la madrugada del lunes le avisaron de que el fuego estaba devorando la cocina de su restaurante, el Mugaritz. «Apenas he dormido, paso el día colgado del teléfono atendiendo llamadas de apoyo y voy de reunión en reunión para saber cuándo podrá reabrirse el restaurante». Y las noticias no son buenas. «Temo que tardaremos más meses de los previstos: cuatro como mínimo. Y eso exigirá estudiar cómo solucionamos los problemas de personal, por ejemplo».

- Transcurrido ya un tiempo tras el incendio, ¿cuál es su estado de ánimo?

- Ante una situación inesperada como ésta sólo caben dos actitudes: o quedarte en un rincón lamentando tu mala suerte o tirar hacia delante. Yo soy optimista y trato ver lo bueno de lo malo. Y la sorpresa ha sido el tsunami de solidaridad que nos ha rodeado. Estamos sobrecogidos por ese incendio que nos ha cambiado la vida en un segundo pero sobrecogidos también por la reacción de todo el mundo, desde los más cercanos hasta los más lejanos. Y aún damos los gracias porque los daños sólo hayan sido materiales.

- Dice que se ha sentido «más querido que nunca».

- La reacción pública nos ha desbordado. Han pasado por aquí la diputada de Cultura y el alcalde de Errenteria, pero han llamado el lehendakari, el diputado general, el alcalde Elorza, la secretaría de Estado de Turismo, amigos de Japón o Venezuela, periodistas de Time... Y por supuesto todo, todo el mundo de la cocina.

- Pero aparte de solidaridad necesita ayuda concretas.

- Y en ese sentido estamos recibiendo ofertas de colaboración de todo tipo. La gente de la sidrería Petritegi, por ejemplo, nos ha ofrecido máquinas para recuperar el material que sea posible y una nave para almacenarlo. Y esa cuadrilla del Apocalipsis que somos los cocineros está conmigo: los chefs somos unos frikis pero nos portamos cuando hace falta. Adrià fue el primero en llamar, me ofreció dinero, ayuda material... y lo mismo Arzak, Subijana, Martin Berasategui, Hilario Arbelaitz...

- ¿Se conoce algo más de las causas del fuego?

- Aún se está investigando. Como es un incendio aparatoso, ayer vinieron de fuera peritos especializados que sólo se desplazan a los casos más especiales. Así que seguimos a la espera para poder empezar a trabajar en la reparación y ver qué pasa con los seguros.

- ¿Tiene más datos para valorar cuánto tiempo puede prolongarse el cierre?

- Suponiendo que no surjan sorpresas, tres o cuatro meses como mínimo. Ahora empezamos a analizar qué hacer este tiempo. Tenemos casi cincuenta personas contratadas a las que debemos pagar el sueldo, hay que afrontar el alquiler, los gastos generales. Una parte del equipo, centrada en la investigación, seguirá trabajando en el centro Azti, pero en el resto de los empleados habrá que estudiar caso por caso. Los abogados me han hablado de mecanismos especiales para estas situaciones.

- ¿Qué ha pasado con las reservas comprometidas?

- El lunes por la mañana, con el humo aún en el restaurante, lo primero que hicimos fue contactar con el mayor número de las reservas para explicarles nosotros mismos la situación. Hay personas que llegan de fuera y reservan con meses de antelación. Pero el principal problema logístico son los banquetes de empresas y las bodas. Este sábado teníamos ya una boda que será finalmente en el Kursaal. Y hemos buscado soluciones alternativas para las reservas con una premisa: que la solución sea siempre buena. Porque quien iba a casarse aquí sigue deseando que su boda sea la mejor, por encima de incendios. El Kursaal y otros restaurantes nos ayudan.

- Tenía un compromiso con La Fura dels Baus.

- Y se mantiene. Es un espectáculo en el que la gastronomía juega un importante nivel, con 200 representaciones por todo el mundo durante dos años. Se estrena en junio y cumpliremos con la cita.

- Espera el nacimiento de su primer hijo...

- Será en abril. ¡Espero que no le afecte toda esta movida!

- ¿Qué ha aprendido estos días?

- Ahora vivo emocionado por la solidaridad, aunque mañana, cuando empiecen los problemas , quizás me dé el bajón. ¡En el fondo quizás todo esto hasta merece la pena! (). A la gente nos gusta sentirnos queridos y esto alimenta el alma. Arden las cocinas, pero las ilusiones no se queman.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco «Puede arder la cocina, pero las ilusiones no se queman»