

Secciones
Servicios
Destacamos
JUAN F. MANJARRES manjarres@teléfonica.es
Martes, 23 de febrero 2010, 03:24
Si hay un pueblo que pocos conocían en Hernani y que se ha hecho famoso con el debate en torno al puerta a puerta ése ha sido Vilassar de Mar. Su alcalde, Joaquín Ferrer, alcalde de Vilassar de Mar, estuvo ayer en Hernani y aportó información de primera mano, siempre desde el punto de vista del que decidió eliminar el sistema, de lo sucedido en la localidad catalana.
- ¿Cuál fue la experiencia del PaP en Vilassar de Mar?
-Es un sistema que no ha dado la respuesta que se preveía teóricamente. Desde nuestra filosofía del reciclaje, no encajaba nada en nuestra población. No se ha gestionado bien, se ha infradimensionado el sistema. Al final ha habido una generación de una crispación social. También, toda la parte económica que ha generado la problemática, pero sobre todo la social. Todo eso nos ha llevado a plantear el cambio de sistema, insistiendo en que dicho sitema no estaba bien definido o no estaba adaptado a las características de Vilassar de Mar. No es lo mismo una población pequeña, en la cual la tipología de construcción no es tipo vertical sino que es más bien plana, que una en la que predomine la construcción vertical y con un volumen de habitantes que hace que el sistema del puerta puerta, que es un sistema muy exigente en tema de mano de obra, no valga. En una población de casi 20.000 habitantes genera un problema económico, porque es inasumible. Además, supone una pérdida de la calidad de vida y una definición de pueblo que para nosotros no es el que queremos.
- ¿En qué año se puso en marcha?
- A finales de 2003 y estuvo vigente hasta mediados del 2008. Lógicamente la parte más intensiva y más bonita del puerta a puerta fue en 2004, el primer año, que es cuando todo el mundo vio que la dimensión del sistema no era el correcto. Eso fue todo lo que generó toda la problemática con la empresa concesionaria.
- Número de trabajadores necesario...
- Se pensaba en 20-25 trabajadores y acabaron en 65. Eso tiene un precio.
- En Hernani se han planteado en torno a 10 trabajadores...
- Nosotros ahora para recoger con contenedores que, evidentemente, es mucho menos intensivo en mano de obra, tenemos una plantilla de 30-35 empleados, incluyendo la limpieza viaria. 10 trabajadores lo veo complicado, por no decir imposible.
- ¿Por qué se quitó el sistema?
- Por varios motivos. Primero porque era un compromiso nuestro. Nos gusta cumplir con lo que decimos y tuvimos la posibilidad de cambiarlo y lo hicimos. Pero, sobre todo, lo cambiamos porque no funcionaba ya que entre la gente había un cierto clima de que se había perdido en calidad de vida. Le estábamos trasladando el problema del reciclaje a la gente, con lo cual teníamos un modelo de pueblo en el que nosotros no creíamos. No veíamos y no nos gustaba que en Vilassar de Mar las bolsas de basura estuvieran en la calle, en los portales de las casas, en las puertas de los comercios... Nosotros preferíamos un sistema con contenedores bien dimensionado con las cinco fracciones, es decir, facilitando el reciclaje, intentando buscar que lo que la gente había hecho o aprendido con el puerta a puerta impuesto de un día para otro lo pudiese aplicar en la calle a través de los contenedores.
- Pasaron del puerta a puerta al sistema de quinto contenedor...
- Tenemos islas ecológicas que contienen las cinco fracciones. Somos el único pueblo que ha hecho las cinco fracciones del PaP. Eso también es una parte importante de este sistema. Hay pueblos que hacen dos o tres, pero evidentemente que tienen costes y problemáticas distintas.
- Vilassar de Mar y Hernani tienen poblaciones parecidas. ¿Cuándo cambiaron el sistema de PaP al de contenedores el volúmen de basura aumentó?
- Sí. Pasamos de casi 7,5 millones de kilos a a 8,0 u 8,5 al año. Eso es un 7% de incremento y es mucho.
- ¿Qué lectura hacen?
- Lógicamente que esa diferencia de basura se llevaba a otros municipios. Habíamos detectado, por experiencias cercanas, a gente que se iba a trabajar y se llevaba la basura a pueblos de al lado. Pueblos que tenían que poner policía local al lado de los contenedores, porque se les desbordaban los contenedores. Allí se llegó a acuñar un término que era el 'turismo de basura'.
- Los defensores del PaP afirman que es el único que permite conseguir unos porcentajes de reciclaje elevados. En el caso de Usurbil hablan del 80%...
- Eso es imposible. En Vilassar hablaban del 70%. Yo tengo los datos del 2004 y el porcentaje de recogida selectiva era del 53%, con 65 trabajadores, y con un coste de casi 4 millones de euros.
- Entonces, según usted, ¿el porcentaje de reciclaje no va a ser tan elevado y el coste va a ser importante?
- El coste tiene que ser superior por definición, no puede costarte lo mismo ir a buscar la basura a cada portal que ir a los contenedores. Luego, evidentemente, toda la inversión que se tiene que hacer, entre camiones, colgadores... allí costó 700.000 euros. En cambio, con el sistema actual está incluido en el precio, con lo cual es más barato. Es verdad que en el fondo el problema del coste puede o no ser importante, pero las cifras del reciclaje no llegan a los máximos. Cuando se dejó de hacer esa macroinversión en Vilassar de Mar y se puso a un coste real, pasamos del 54% al 45% de reciclaje con contenedores y sin ningún esfuerzo adicional. También es verdad que promoviendo una cultura del reciclaje.
- El PaP sería el tema estrella de las elecciones...
- Sí. Tuvo incidencia seguro. En el fondo, no deja de ser una molestia diaria. Eres un esclavo de horarios, de fracciones...
- ¿Cúales son los principales inconvenientes?
- El hecho de que seas un esclavo de las basuras, por ejemplo. No podemos pasar el problema de las basuras a los ciudadanos. Desde el momento en que te obligan a guardarte la basura en tu casa, a seleccionar por cubos, a seguir unos horarios... Eso genera una tensión en los vecinos. Además, cuando sacas las bolsas de basura a la calle generas un modelo de pueblo que a mí no me gusta. Cuando yo era pequeño eso lo quitaron porque era insalubre. Antes dejábamos las bolsas de basura en la calle y ahora parece que vamos para atrás. Con los contenedores parece que nos hemos acostumbrado a que formen parte de nuestro paisaje. Los contenedores soterrados, por ejemplo, generan una imagen más agradable. El tema de los puntos de emergencia fue otro problema y es que en nuestro caso se convertían en verdaderos vertederos con gran cantidad de basura.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.