El Arrate se descompuso después de jugar una digna primera parte

El Arrate no pudo sacar rédito al primero de los dos inminentes asaltos que se le presentaban para esclarecer su futuro de cara a la permanencia y tener razones de peso más que suficientes para comenzar a alejar los fantasmas del descenso.

El Lábaro Toledo, al igual que el Alcobendas, el equipo que visita el viernes Ipurua, son dos rivales directos que están enfrascados en esta lucha. El interés de salir airoso en su próxima cita en Eibar cobra mayor relieve tras la derrota encajada anoche en tierras toledanas hay que añadir el claro triunfo cosechado por la escuadra madrileña, que permanece instalado en los puestos de descenso, sobre el Academia Octavio (31-27). Tras la disputa de la decimonovena jornada el Arrate aventaja en sólo tres puntos al Alcobendas.

La actuación de ayer tuvo sus claros y sus sombras bien diferenciadas. Después de completar una digna primera parte, las ilusiones por sacar algún rédito de su paso por tierras toledanas comenzaron a diluirse paulatinamente en la reanudación.

A partir de aquí fue cuando el Lábaro Toledo comenzó a cobrar verdaderamente una jugosa ventaja que a la postre resultó insalvable para los intereses arratearras.

En veinte minutos pasó del 14-13 con la que se marchó al descanso a verse en la tesitura de tener que levantar una losa de seis goles (28-22) en los últimos diez minutos de juego.

En este intervalo el Toledo se mostró más sólido en defensa y en ataque se mostró mucho más hábil para alcanzar la línea de seis metros, al tiempo que supo explotar también los contragolpes. El Arrate por el contrario flojeó en la zaga, el meta Voncina no pudo rendir al nivel acostumbrado, por lo que fue sustituido por Moyúa, y en ataque se mostró muy romo.