Un Bidasoa-Irun desconocido patinó en la pista del vicecolista y cayó con claridad

Un Bidasoa-Irun flojo perdió ayer en Puente Genil ante el vicecolista, de cuya peligrosidad ya había advertido Aitor Etxaburu. Pero el entrenador amarillo reconoció ayer que su equipo tuvo más qué ver en el resultado final que el local. «Ya jugando bien hubiera sido difícil ganar, asi que jugando mal, ha sido imposible».

El eibartarra estaba decepcionado por la actuación de su equipo. Y sorprendido, porque los mismo jugadores habían jugado un gran partido hace una semana en Artaleku. Pero ayer no era el día. «Salvo Astydamas, que ha parado algo cuando ha sustituido a Txabarri, no hay nada positivo en este partido, lo hemos hecho todo mal».

El duelo empezó igualado y en los primeros minutos las defensas se impusieron a los ataques. Así, el Ángel Ximénez cobró una ventaja inicial de dos goles (3-1), pero rápidamente los irundarras empataron el marcador (3-3), manteniendo ese clima de igualdad hasta el primer cuarto de hora (6-6).

En ese momento, el Angel Ximénez apretó los dientes y se escapó en el marcador hasta el 12-8, en gran medida gracias al acierto desde el extremo y en el pivote. Seguramente, los propios nervios del equipo local no le permitieron romper el partido en los momentos en los que el Bidasoa no acertaba ni en ataque ni endefensa.

En la reanudación los irundarras mejoraron en defensa, pero apenas aprovecharon unos pocos de los balones que recuperaban. Ni siquiera sacaron todo el provecho que debían en situaciones de superioridad. El 20-19 fue la última vez en la que el Bidasoa estuvo en el partido, que se rompió definitivamente en el último cuarto de hora.