La puntería de Dalibor Cutura

Ala vejez, puntería. Dalibor Cutura, el central serbio del Arrate, que en junio cumplirá 35 años, sigue siendo el jugador eficaz de siempre para el equipo eibarrés, pero esta temporada viene alcanzando una efectividad llamativa porque ha marcado en el 75% de sus lanzamientos, una cifra que puede ser más habitual en un extremo o un pivote (su compañero Toro lleva el 77%; Juanin, del Barcelona, el 76% y Abalo del Ciudad Real, el 71%), pero supone todo un éxito en la primera línea.

Dalibor ha conseguido 106 goles, con un promedio de cinco tantos por partido. Sigue siendo un buen goleador aunque a final de temporada no sobrepasará su marca de hace dos años cuando logró 153 goles y contribuyó a que el Arrate se clasificase para Europa. Claro que entonces su efectividad fue menor, sólo un 56,6%.

Superación en las lesiones

La carrera deportiva de Dalibor Cutura está marcada por su regularidad y por el mérito de superar grandes lesiones. Cuando jugaba en el Veszprem húngaro, antes de venir a España, estuvo seis meses en el dique seco por una lesión en el hombro derecho. Jugó en el Octavio Pilotes y en el Alcobendas antes de fichar en 2003 por el Arrate, donde también ha conocido los quirófanos. En octubre de 2005 se rompió el ligamento cruzado de la rodilla en un partido en Algeciras, lo que malogró su temporada. En noviembre de 2006 sufrió la rotura del cartílago de la tróclea del fémur y debió estar parado tres meses.

Pero Dalibor es un hombre con caracter, supo sobreponerse a tantas adversidades y ahí está entre los abuelos de la Liga Asobal en cuanto a edad, pero entre los más efectivos en las estadísticas.

Le gana a su hermano

Los hermanos Cutura son toda una institución en la liga Asobal. Si Dalibor se ha afincado en Eibar con grandes resultados, su hemano pequeño, Davor, de 30 años, es una de las estrellas del Granollers. Los dos han sido internacionales una veintena de veces con Serbia.

Los Cutura nacieron en Sombor, una pequeña localidad que presume de tener una buena cantera de balonmano, aunque vivieron muy cerca, en Bezdan. De allí es Jozef Holpert, un famoso extremo de los mejores años de Yugoslavia, medalla de bronce en los Juegos de Seúl. Su padre era un buen futbolista, con carrera malograda por problemas pulmonares, y su madre jugaba al balonmano. No es extraño, por tanto, que ambos se decantaran por este último deporte.

Curiosamente, los dos llegaron a la liga Asobal por Galicia en la temporada 2001-2002. «Yo firmé antes, en mayo, por el Octavio y mi hermano se incorporó a última hora al Teucro, donde estuvo cuatro temporadas». Luego coincidieron durante dos campañas en el Arrate, entre 2005 y 2007, y fueron decisivos porque entre ambos marcaron 458 goles.

El pequeño Davor fue más efectivo (con 337 tantos en esas dos campañas) lo que influyó sin duda para que recibiera una buena oferta del Ganollers. Cumple su tercera temporada en el club vallesano en la que ha conseguido por el momento 99 goles, siete menos que su hermano mayor y con un porcentaje de efectividad mucho más bajo porque sólo alcanza el 60% de éxito en los tiros.

Los dos hemanos volverán a verse el martes en el polideportivo Ipurua donde el Arrate recibe al Granollers. En la primera vuelta, en Cataluña, el Granollers ganó por 31-28, con un gran duelo de artilleros entre los Cutura, ya que Davor logró ocho tantos para el Granollers y Dalibor se superó logrando once para el Arrate.

A Dalibor Cutura le encanta el deporte, pero no sólo el balonmano. Juega muy bien al tenis («soy de saque y volea») y tiene habilidad consiguiendo triples en baloncesto. Siguiendo la tradición balcánica, quizás hubiera sido un excelente base, con su 1.90 m. de estatura -su hermano mide cuatro centímetros más- pero es en el balonmano donde ha expresado toda su calidad deportiva.

En junio termina su contrato, aunque negocia la continuación en el Arrate «porque estoy en el mejor momento de mi carrera». Casado con Marija, Dalibor tiene dos hijos, David y Stefan que como su padre se inclinan por el fútbol y el tenis.

Están muy contentos en Eibar. «No pensamos en volver a Serbia cuando acabe mi carrera, seguramente nos quedaremos aquí», afirma. «Pero no me gustaría ser entrenador de balonmano...»