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Jueves, 8 de abril 2010, 04:50
La carrera de Frank Schleck en esta Vuelta al País Vasco se fue, literalmente, por un barranco, después del primer paso por Amurrio. Resulto una caída espectacular, en principio sin mayores consecuencias, salvo el susto que se llevó su hermano Andy cuando vio a su hermano volando por un barranco que, por fortuna, no tenía demasiada profundidad. Andy avisó a uno de los coches seguidores. Si no lo llega a hacer, probablemente nadie se hubiera enterado del percance, salvo cuando Frank hubiese logrado salir por sus propios medios. Le ayudaron a volver a la carretera, eso sí, con 12:39 minutos cedidos, a cola del pelotón, con la carrera perdida, pero con el cuerpo en condiciones. Podría haber sido peor, sobre todo porque nadie se percató. Menos mal que los Schleck están todo el día juntos, salvo cuando la alta montaña y las contrarreloj les separan. Frank queda ahora más libre para intentar ganar una etapa, salvo que decida ayudar a Andy en la ascensión a Arrate. Con los luxemburgueses nunca se sabe lo que puede pasar, ni para bien ni para mal. Anteponen en muchas ocasiones su condición de hermanos a la de ciclistas.
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