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JAVIER PEÑALBA.
Viernes, 9 de abril 2010, 16:44
La Audiencia de Gipuzkoa ha condenado a seis meses de prisión al ciudadano francés que se pasea desnudo en bicicleta por las calles de San Sebastián. El tribunal le ha declarado responsable de un delito de desobediencia por no hacer caso a los policías que le ordenaron vestirse. No obstante, la Sala ha exculpado al acusado del delito de exhibicionismo. Con esta resolución, la Sección Primera confirma parcialmente la sentencia dictada en junio del pasado año por un juzgado donostiarra que condenó a Jean Pierre David, conocido por Irwin, a doce meses de cárcel.
Los hechos que han sido objeto de este proceso ocurrieron el domingo 30 de mayo del pasado año, sobre las dos y media de la tarde, cuando el acusado circulaba en una bicicleta desnudo por la plaza de La Brecha, que en aquellos instantes se hallaba repleta de personas debido a la celebración de una feria de artesanía.
Dos agentes de la Guardia Municipal que realizaban un servicio de patrulla se percataron de la presencia del hombre y, tras acercarse a él, le requirieron para que se vistiera. El acusado bajó de su vehículo y no sólo no accedió a las demandas de los policías, sino que delante de las personas presentes en el lugar comenzó a discutir con los agentes.
El incidente dio lugar a un altercado. La gente se fue agrupando y comenzó a expresar en voz alta su opinión. Algunas de las personas presentes llegaron incluso a proferir insultos contra el acusado.
De acuerdo con la sentencia, Jean Pierre David aprovechó el tumulto que se originó y el hecho de que estaba siendo fotografiado para, mediante la adopción de distintas posturas y poses, mostrar su cuerpo desnudo. El acusado empezó a realzar sus nalgas y los órganos genitales con el pleno conocimiento de que estaba siendo observado por menores y personas discapacitadas psíquicas, según la sentencia.
En esta tesitura, los agentes reiteraron al acusado para que se vistiera pero éste, «con un evidente ánimo de menospreciar al principio de autoridad que representaban los citados agentes en el legítimo ejercicio de sus funciones», se negó a vestirse. Los guardias municipales detuvieron al acusado y lo trasladaron a las dependencias de la Guardia Municipal, donde «también con un total desprecio a los requerimientos de los agentes», continuó en su negativa a vestirse.
Primera sentencia
Estos hechos dieron origen a un juicio en el que la titular del Juzgado de lo Penal 3 de Donostia falló que el acusado incurrió en un delito de exhibicionismo y en otro de desobediencia, por lo que le condenó a doce meses. La defensa del inculpado recurrió la sentencia y solicitó la absolución.
Ahora la Audiencia ha confirmado en parte la sentencia, al condenar a Irwin a seis meses por un delito de desobediencia. El tribunal sustenta esta decisión en una ordenanza del Ayuntamiento donostiarra, según la cual «nadie puede, con su comportamiento en la vía pública, menospreciar los derechos de las demás personas, ni su libertad de acción, ni ofender las convicciones ni las pautas de convivencia generalmente admitidas, no permitiéndose las actitudes exhibicionistas de los genitales». Esta misma norma precisa que los agentes de la autoridad podrán dar a los ciudadanos las órdenes e instrucciones oportunas en orden a garantizar el cumplimiento de las determinaciones contenidas en dicha ordenanza.
El tribunal rechaza los argumentos de la defensa, que sostuvo que la orden de los agentes era manifiestamente ilegal dado que no estaba amparada en una norma con rango de ley. Sin embargo, la Audiencia sostiene que los agentes actuaron avalados por lo dispuesto en la referida ordenanza.
El tribunal, no obstante, ha absuelto a Irwin del delito de exhibicionismo al considerar que «mostrar el cuerpo desnudo mientras se conduce en bicicleta por la vía pública no es un acto de significación sexual». De igual manera, concluye que cuando en el tumulto que se originó en La Brecha realzó sus nalgas y genitales, no fue un acto de exhibición obscena.
Esta decisión de la Audiencia, que es firme, no impide que este ciudadano francés pueda pasearse desnudo en bicicleta pero deberá vestirse siempre que una patrulla de la Guardia Municipal de Donostia se le ordene. De lo contrario, incurriría en una desobediencia.
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