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Una buena hamburguesa de premio para cenar
EL PERFIL DE... CHRIS HORNER

Una buena hamburguesa de premio para cenar

Ha estado viviendo antes del inicio de la carrera unos dias en San Sebastián, en casa de Imanol Aiestaran

BENITO URRABURU

Domingo, 11 de abril 2010, 05:08

Las historias que circulan por el mundo del ciclismo sobre determinados corredores acaban por convertirse en ley en muchos casos. En el caso de Chris Horner (Bend, Oregón, 1971) se dijo que había vivido en una autocaravana, tanto en los Estados Unidos como en Europa, y con ese detalle se quedaron muchos de él.

Algo de cierto había, puesto que cubría parte del calendario americano en una autocaravana junto a su familia. Donde sí ha estado viviendo es en casa de Imanol Aiestaran, corredor profesional en los equipos Relax y Webcor Builders, donde coincidió con Horner

«Desde entonces mantengo una una buena amistad con él. Ha estado unos días viviendo en mi casa, antes de comenzar la Vuelta. El sábado pasado estuvo viendo la contrarreloj junto a Asier Maeztu. La conocía perfectamente». Su apodo es Chris 'Bomber'.

Horner ha conseguido con la Vuelta al País Vasco el mejor triunfo de una carrera bastante larga, con muchas idas y venidas a Europa. La primera de ellas, con el equipo Française des Jeux, en 1997. No le salió bien y se marchó a Estados Unidos donde estuvo en un buen número de equipos, Mercury, Prime Alliance, Saturn y el citado Webcon Builders, con los que ganó carreras como la Vuelta a Georgia, el G.P. San Francisco, Redlans Classic o Langkawi. Volvería a Europa de la mano de Saunier Duval, donde comenzarían a llamarle Chiquito, por Chiquito de la Calzada. Un día, tras sufrir una caída, un compañero le preguntó qué tal iba y Horner respondió 'no puedo, no puedo'. Desde ese momento se quedó con Chiquito, hasta hoy.

Con el primer dinero que consiguió trabajando en una tienda de bicicletas se financió sus primeros pasos en el ciclismo. Se hizo profesional en 1995. Alain Gallopin, que dirigió el año pasado a Contador y éste se ha ido con Armstrong, le contrató en una carrera en Sudáfrica, a donde había ido a fichar a Baden Cooke. Estuvo tres temporadas con el equipo de los hermanos Madiot, pero no se adaptó. Vivía en el sur de Francia y tenía problemas con el frío y con la forma de vivir.

Volvió a Estados Unidos y comenzó a ganar carreras hasta ser el mejor corredor del circuito americano durante tres temporadas seguidas. Volvería a Europa con 33 años, con el Saunier Duval. Ganó una etapa de la Vuelta a Suiza y consiguió correr el Tour, que era su gran sueño, algo que parecía muy lejano para él.

Ha trabajado para corredores como Cadel Evans (Lotto), Alberto Contador (Astana) o Lance Armstrong durante los últimos años.

En el año 2005 le detectaron asma, poco antes de correr la Vuelta a España, lo que no le impidió continuar en el mundo profesional. La edad no parece un problema para Chris puesto que no se ha puesto límites para dejar su carrera.

La temporada pasada, en la que logró la mejor forma de su vida, se la amargaron las caídas que padeció. Contabilizó cuatro: Vuelta a California, País Vasco, Giro y Vuelta a España, donde se rompió la pelvis. En la Vuelta al País Vasco se fracturó la clavícula bajando Urkiola y en el Giro se rompió la mano. Para celebrar su triunfo le bastó una buena hamburguesa, una de sus debilidades según afirma en su pagina web. «Cuando corría en los Estados Unidos comía donuts, hamburguesas, no me cuidaba nada».

A pesar de ello logró ganar 65 carreras. En el Mundial de Verona salió de la concentración de su equipo para comerse una hamburguesa con patatas fritas. Un americano, muy americano, que camino de los 39 años ha logrado el mejor resultado de toda su carrera.

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