

Secciones
Servicios
Destacamos
PACO SOTO
Domingo, 11 de abril 2010, 05:01
Lech Kaczynski era un personaje complejo y de trato difícil, aunque no tanto como su hermano gemelo, Jaroslaw Kaczynski, líder del partido Ley y Justicia (PiS), que gobernó de 2005 a 2007. Nacido el 18 de junio de 1949, el fallecido presidente era un representante típico del conservadurismo polaco: católico practicante, nacionalista, anticomunista visceral, contrario al liberalismo económico, pero también social y moral, populista y euroescéptico.
Fundador del PiS en 2001, dejó las riendas de la formación a su hermano Jaroslaw, y en 2005, consiguió llegar a la jefatura del Estado. Partidario de la pena de muerte y homófobo declarado, representaba a sectores sociales populares que se vieron afectados por la transición económica de Polonia al capitalismo y suelen mostrar recelos frente a los liberales y la izquierda.
Lech Kaczynski fue un activista del movimiento opositor a la dictadura comunista y en 1980, fue elegido miembro del comité de huelga de las astilleros de Gdansk, donde se creó el sindicato Solidaridad liderado por Lech Walesa. Tras legalizarse la central el malogrado mandatario se convirtió en uno de los consejeros más cercanos de Walesa, presidente del país de 1990 a 1995. Kaczynski fue elegido senador, vicepresidente de Solidaridad y ministro de la Seguridad Nacional. Después, ambos hermanos se pelearon con Walesa y se convirtieron en sus principales rivales.
Un tándem controvertido
Alcalde de Varsovia y de nuevo ministro en el Gobierno de Jerzy Buzek, actual presidente del Parlamento Europeo, en octubre de 2005 llegó a la jefatura del Estado. Su hermano ocupó el cargo de primer ministro poco tiempo después. El tándem de los Kaczynski adoptó una política nacional e internacional que levantó muchas ampollas en la Unión Europea. Su radical empeño por expulsar de la función pública a miles de supuestos ex colaboradores de los servicios secretos comunistas y su furibunda oposición a los derechos de los homosexuales, así como sus continuos enfrentamientos con Moscú y Berlín y su escaso europeísmo, pusieron en alerta a Bruselas.
El tripartito conservador dirigido por Jaroslaw Kaczynski fue derrotado en las legislativas de octubre de 2007, y el liberal Donald Tusk llegó al gobierno. La situación interna polaca se normalizó en pocos meses y Varsovia mejoró sus relaciones con la UE, Rusia y Alemania, enemigos históricos de Varsovia. Pero Lech Kaczynski siguió provocando conflictos con el Gobierno de Tusk y de la Unión al boicotear el proceso de construcción europea, hasta que el pasado octubre no tuvo más remedio que firmar el Tratado de Lisboa.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.