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«Si el Shisha Pangma es mi último ochomil, será por algo»
Edurne Pasaban, Alpinista

«Si el Shisha Pangma es mi último ochomil, será por algo»

La tolosarra no quiere dar importancia a la duda que surge acerca de si la coreana hizo el Kangchenjunga el pasado año

JUAN MANUEL SOTILLOS

Martes, 20 de abril 2010, 11:16

Siempre hemos hablado con Edurne Pasaban recién bajada de algunos de sus ochomiles. Este año también. Y ciertamente, el estado, tanto físico como psíquico, en el caso concreto del Annapurna, es ostensiblemente mejor que en otras ocasiones.

Edurne Pasaban, como hemos dicho estos días, estaba ayer pletórica de satisfacción y con más ganas que nunca de afrontar el segundo de los objetivos de esta expedición, que es hacer el Shisha Pangma una vez concluida la aventura en el Annapurna. Edurne como nos cuenta, le ve posibilidades a eso de ser la primera en ascender los catorce ochomiles del planeta. No quiere darle importancia al rumor cada vez más extendido de que la coreana Oh Eun Sun no hizo el pasado año el Kangchenjunga. Extremo éste que cada vez cobra más importancia porque es la comidilla en el campo base del Annapurna y parece ser que se está aireando por aquellos lares. Hoy por hoy se le atribuyen trece ochomiles a la coreana hasta que alguien oficialmente lo desmienta.

Pero esta es una historia en la que Edurne no quiere entrar. Aunque irremediablemente hablamos ayer de ello. Edurne Pasaban tiene claro que ahora se va al Shisha Pangma y espera que a la quinta sea la vencida.

-Ya está. Ya tiene el Annapurna.

-Sí. Por fin hemos hecho el Annapurna. Por fin podemos celebrarlo. Por fin me he quitado un gran peso de encima.

-¿Cómo se siente ahora en el campo base, después de bajar de la cima?

-Desde luego, más tranquila. Y por supuesto muy, muy contenta y feliz.

-¿Cómo fue la ascensión desde que partieron del campo base el pasado miércoles?

-Fuimos llegando a los diferentes campos de altura, el II, el III y el IV, teniendo que equipar tramos muy complicados y comprometidos.

-¿Y el día de cima?

-Fue muy duro. La ascensión el último día fue muy larga, mucho más de lo que esperábamos, sobre todo la parte del corredor final, que hicimos en condiciones muy duras, con mucho hielo y eso nos hacía ir más lentos. La llegada fue realmente espectacular.

-Luego quedaba el descenso. Había que bajar ...

-En la cumbre estás bien, pero siempre pensando en lo que queda por bajar. Sabía lo que habíamos subido y por lo tanto sabía lo que teníamos que bajar. Y esas cosas siempre preocupan en la cumbre. Había que bajar con muchísimo cuidado... Al día siguiente de la cima continuamos el descenso, también despacio y muy tranquilos porque no admitía errores. Un resbalón y caes hasta abajo.

-No es fácil que en una montaña como el Annapurna suban todos a la cumbre. El éxito ha sido rotundo. Los cuatro alpinistas y los tres sherpas, en la cima.

-Sin duda, los cuatro -Asier, Alex, Nacho y yo- estamos muy compenetrados y esto se nota a la hora de afrontar los retos. En el Annapurna, como en otras cumbres, nos ha ido muy bien esta compenetración del equipo. En definitiva, la cima del Annapurna es el resultado a un trabajo bien hecho, un éxito perfecto.

-Y ahora, a centrarse en el Shisha Pangma. ¿Cuál es el plan?

- Mañana volaremos a Katmandú. Allí descansaremos dos días, y el sábado 24 nos trasladaremos en coche hasta Nyalan. Y en dos días más pensamos plantarnos en el campo base.

-Y enseguida para arriba, ¿no?

-Estamos pensando en subir en un día al campo II y desde allí observar cómo está la montaña y analizar el intento a la cumbre.

-¿Y la ruta? ¿Seguirán la que abrió el infortunado Iñaki Otxoa de Olza en 2007?

-Todavía no lo tenemos claro. Algunos nos recomiendan que instalemos cuerdas fijas en la arista final. No sé, ya veremos las condiciones que se dan en la montaña.

-¿A la quinta, la vencida?

-Tendrá que ser..., espero que sí. Menuda guerra me ha dado el Shisha Pangma desde la primera vez que lo intenté en 2006. Nunca hubiera pensado que me quedaría el Shisha para el final. Pero tampoco es malo. Es una montaña noble, y muy especial para mí. Unas veces me he dado la vuelta por el mal tiempo, por el viento, pero también por temas de carga psicológica. Pero bueno, el Shisha ha quedado la última y será por algo.

-¿Se ve usted la primera en hacer los catorce?

-A Miss Oh le queda el Annapurna, y todavía se lo tiene que trabajar. Además tiene una movida muy grande porque quieren televisar en directo la llegada, han contratado ocho horas de satélite y todo esto tiene que coincidir con buen tiempo. Llevan una infraestructura muy pesada y puede que esto le ralentice la ascensión.

-¿Podría ocurrir que mientras la coreana intenta el Annapurna, Al filo esté intentando el Shisha Pangma?

- Perfectamente, podríamos coincidir en fechas cada una intentando nuestra montaña.

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