Miss Oh ya lo tiene

Tal y como vaticinábamos, la alpinista coreana Oh Eun-sun alcanzó ayer la cima del Annapurna, su ochomil número catorce y con ello termina la tan ansiada lista de las montañas más altas del planeta. Una lista particular que últimamente se ha puesto en tela de juicio, poniéndose en duda la autenticidad de su ascensión número trece, el Kangchenjunga.

La duda no era nueva, pero hasta que no se demuestre lo contrario, Miss Oh ha ganado la partida a Edurne Pasaban. Le ha ganado la carrera de los ochomiles por uno de diferencia; y le ha ganado, entre otras cosas, porque Edurne partía en esta expedición con doble objetivo. A Edurne le quedaban dos cumbres, el Shisha Pangma y el Annapurna, objetivos que iba a acometer con su gente de Al filo..., precisamente por este orden. A ultimísima hora, la víspera de partir hacia el Tíbet, una alteración en el programa hizo que primero fueran al Annapurna. Y Edurne se fue antes de tiempo, cuando no había nadie al Annapurna. Por ello, trabajaron la montaña, la ruta para obtener sus frutos, acompañados de cierta dosis de buena suerte con el tiempo.

Pero para ser la primera muy mal le tendría que haber ido a su inmediata rival en esta carrera. La coreana Oh Eun-sun estaba lista ya para afrontar el último de sus objetivos, y desde ayer ya lo tiene. Oh Eun-sun llegó ayer a la cumbre del Annapurna. Por ello, en su carrera por los catorce, por ser la primera en conseguirlo, insisto, mientras no se demuestre de alguna manera lo contrario, ha sido la primera. Ahora tendrá que bajar a Katmandú y demostrar a la notaria del Himalaya que las dudas que existen sobre su cumbre en el Kangchenjunga no tienen base. Y mientras tanto, Edurne está en el Shisha Pangma.