Una sanción desmesurada

A l equipo Caisse d'Epargne y a Alejandro Valverde les han dejado disfrutar muy poco del segundo puesto conseguido por David Arroyo en el Giro de Italia. Pocas horas después de que subiese al podio de la carrera italiana, el corredor y su equipo conocían la sanción de dos años que les ha impuesto el TAS, un castigo que se antoja desmesurada. Desde enero de este año hasta enero de 2012, el corredor murciano no podrá volver a ponerse un dorsal. El periodo de tiempo que va a estar sin competir es muy importante, aunque en realidad la sanción práctica es de año y medio, periodo de tiempo en el que se perderá dos Tours de Francia y dos Vueltas a España, puesto que ha corrido hasta primeros de mayo.

Lo normal es que pierda todos los triunfos que ha conseguido esta temporada. Alejandro Valverde, al que atañe directamente el problema, más que a su equipo, está decidido a pelear fuera de la carretera igual que lo ha hecho sobre ella. De momento, el Tribunal Federal suizo y el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo van a ser los dos primeros estamentos a los que va a recurrir.

Tanto el corredor como su equipo sabían que les iban a sancionar. Lo que estaba en juego era el tiempo de la sanción. Valverde no podrá disputar tres ediciones del Tour, si contabilizamos el de 2009. Pero conservará su triunfo en la Vuelta a España de ese año. El golpe es más duro de lo esperado, aunque tanto el corredor como sus abogados se esperaban algo así. Valverde termina contrato este año con el Caisse d'Epargne, por lo que estará una temporada entera sin equipo.

La campaña de concienciación para que le sancionasen, auspiciada por el propio presidente de la UCI, no dejaba lugar a dudas: había que sancionar a Valverde por encima de todo. La sanción se ha conocido cuando sigue siendo el número uno del mundo en la clasificación UCI. La batalla jurídica promete ser cruenta porque, entre otras razones, Valverde pedirá daños y perjuicios. Alguien puede tener que pagar. Se inicia otra carrera, ésta en los despachos.