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Gipuzkoa amplía su álbum de fotos
CULTURA

Gipuzkoa amplía su álbum de fotos

Aranzadi y Kutxa han aportado nuevos fondos al portal de imágenes 'GureGipuzkoa'

NEREA AZURMENDI

Viernes, 4 de junio 2010, 09:35

A mediados de abril, guregipuzkoa.net albergaba algo más de 20.000 imágenes. Ayer, el portal creado por la Diputación Foral para recoger, compartir y difundir la memoria gráfica de Gipuzkoa había doblado con creces el número de instantáneas que, desde finales del siglo XIX a nuestros días, ofrecen a todo el que se acerca al portal la posibilidad de viajar en el tiempo y en el espacio.

Aunque una iniciativa de las característica de GureGipuzkoa, abierta y basada en la participación social, crece constantemente gracias a las aportaciones de los particulares que enriquecen el álbum de fotos de todos los guipuzcoanos con sus propias imágenes, el súbito 'estirón' se debe a que, finalmente, se han plasmado en la práctica los acuerdos que estableció la institución foral con Kutxa y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Así, entre ambas han contribuido a la ampliación del material que contiene y pone a disposición de todos GureGipuzkoa con unas 21.000 fotografías: Aranzadi con las 16.000 imágenes del fondo del fotógrafo tolosarra Jesús Elósegui; Kutxa con una primera entrega de 5.000 imágenes, integrada por los fondos Marín y Car, que irá creciendo paulatinamente hasta llegar a las 100.000.

El testimonio gráfico que dejaron Elósegui y las sagas de fotógrafos que iniciaron Ricardo Martín y Pascual Marín se sumará a las colecciones de los tres fotógrafos cuyos trabajos fueron el germen del proyecto: Indalecio Ojanguren (1887-1972), Sigfrido Koch (1936-1992) y Juan San Martín (1922-2005). Compartiendo memoria, por supuesto, con las imágenes que puede subir a GureGipuzkoa, cumpliendo unas sencillas condiciones, cualquier interesado.

Hora de compartir

En la presentación de las nuevas incorporaciones a los fondos de GureGipuzkoa, tanto la diputada foral de Cultura, María Jesús Aranburu, como el director del área social de Kutxa, Carlos Ruiz, destacaron la importancia que tiene la colaboración entre distintos agentes públicos y privados, que es precisamente una de las características del programa Gipuzkoa 2.0 y, por extensión, de su derivada GureGipuzkoa. «La palabra clave es compartir, y en estos momentos es especialmente importante hacerlo», señaló Carlos Ruiz, en referencia al cambio de estrategia que ha supuesto por parte de la entidad ir poniendo a disposición del público un gigantesco fondo -su Fototeca tiene más de 1.200.000 fotos, y va a seguir creciendo- que hasta ahora han preferido guardar con cierto celo. También destacó Ruiz lo necesario que resulta compartir en unos tiempos poco propicios para aventuras en solitario.

Dispuesta a compartir con todos la amplia e interesante colección fotográfica de Jesús Elósegui se mostró también Aranzadi hace nada más darse a conocer la iniciativa GureGipuzkoa. Originariamente, el fondo de Jesús Elósegui no estaba en manos de la institución de la que fue cofundador y, durante más de veinte años, secretario general, ya que por expreso deseo del tolosarra su esposa, Pilar Sansinenea, lo depositó en el archivo de los benedictinos de Lazkao. El archivero Juan José Agirre, auténtico artífice de un centro que muy pronto dispondrá de nuevas instalaciones, dio cuenta con todo lujo de detalles de la relación que mantenía Elósegui con el archivo benedictino y del modo en que, tras su muerte, se hizo cargo de un material muy delicado -compuesto por fotos ya positivadas, rollos de negativo, placas de vidrio...- que a duras penas conseguía conservar como era debido. Finalmente, la Sociedad de Ciencias Aranzadi asumió la responsabilidad de digitalizar el fondo y, como dijo ayer su representante, Antton Bandrés, «prestó otro pequeño servicio a la sociedad».

Tres grandes colecciones

Entre los fondos que se acaban de incorporar a GureGipuzkoa destaca por su magnitud el de Jesús Elósegui. Nacido en Tolosa en 1907, en 1932 decidió dejar de lado los estudios de ingeniería industrial y dedicarse profesionalmente a la fotografía, cultivando sobre todo campos como la cultura, el deporte y las ciencias naturales. Pronto le sorprendió la Guerra Civil, y se refugió en Iparralde, trazando con su cámara una interesante crónica del exilio vasco.

Al volver a Tolosa, en 1940, comprobó que las tropas franquistas habían destrozado su estudio y, como plus, sus simpatías nacionalistas le costaron casi un año en un batallón de trabajadores. Tras ser liberado, se instaló en Pasajes y se dedicó profesionalmente a menesteres distintos a la fotografía, que siempre cultivó como afición y compatibilizó con su vocación científica. Jesús Elósegui falleció repentinamente en 1972, dejando tras de sí los miles de fotografías que ahora todos podemos disfrutar.

En cuanto a los dos fondos facilitados por Kutxa, que entre los dos aportan las primeras 5.000 fotografías de una larga serie todavía por venir, ambos se remontan en el tiempo a las primeras décadas del siglo XX. Tanto el fondo Car como el fondo Marín fueron adquiridos por la entonces Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián en 1973. Con unos 800.000 negativos, de los que ha llegado a GureGipuzkoa tan sólo una pequeñísima muestra- recorren la fotografía en Gipuzkoa desde 1915 hasta 1972, centrándose sobre todo en temas sociales y de actualidad.

El fondo Car tiene su origen en el donostiarra Ricardo Martín, nacido en 1882, que en 1914 abrió en San Sebastián un primer estudio de nombre afrancesado, Photo Carte. Colaborador de periódicos y corresponsal de varias revistas, Ricardo Martín murió en mayo de 1936, asumiendo su viuda, Agustina Zugasti, la responsabilidad de un negocio a cuyo nombre original añadió la apostilla Viuda de Ricardo Martín. Durante la Guerra Civil, tanto los empleados de Agustina Zugasti como su hijo Vicente realizaron fotografías, posicionándose siempre a favor de la República, que dieron la vuelta al mundo. En 1940, el Régimen les obligó por ley a castellanizar el nombre de la tienda, que se convirtió en Foto Car, un negocio que se mantuvo activo hasta la jubilación de Vicente Martín en 1991.

Para trabajar en Photo Carte llegó precisamente a San Sebastián en 1914 el redactor gráfico del periódico zaragozano 'La Crónica' Pascual Marín (Tudela, 1893-San Sebastián, 1959). Tras trabajar a la vera de Ricardo Martín, en 1920 se estableció por su cuenta, poniendo en marcha Casa Marín y convirtiéndose, por ejemplo, en el fotógrafo de los veraneos de la Casa Real. Al igual que Martín, Marín retrató la Gipuzkoa de la época, ejerciendo de auténtico reportero, muy especialmente durante los años de la guerra. En 1945, el madrileño Paco Marí, especialista en fotografía taurina y que fue el fotógrafo oficial de Manolete, inauguró una nueva etapa sucediendo al fundador como fotógrafo de Casa Marín, donde trabajó hasta su muerte en 1972.

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