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Sereno. Contador demuestra confianza en él y en su equipo. :: EFE
Contador, en estado puro
CICLISMO

Contador, en estado puro

«De la relación con Bruyneel he sacado yo más provecho que él; he aprendido a moverme en carrera»

BENITO URRABURU

Sábado, 3 de julio 2010, 04:49

Aprendía o se quedaba en la estacada. Alberto Contador, que encima de una bicicleta sabe cómo hacer frente a las situaciones que le van llegando, aprendió a moverse en una rueda de prensa frente a una nube de periodistas cuando ganó su primer Tour de Francia y apareció sólo el penúltimo día de la carrera.

Resulta imposible reunir más gente de la que tuvo delante entonces. Ahora controla muy bien esas situaciones. Volvió a demostrarlo ayer: «La primera semana de carrera va a resultar muy movida. La etapa de mañana, domingo, es muy peligrosa por los puentes que hay que pasar sobre el mar. El lunes es como si hiciésemos una Lieja-Bastogne-Lieja y el martes llegarán los adoquines. Si las cosas se complican, pueden producirse más diferencias que en la montaña. Son tres días seguidos de posibles complicaciones», explicó Contador.

A lo largo de toda la conferencia de prensa demostró un perfecto conocimiento de la carrera, de lo que se va a encontrar sobre el terreno. La etapa de los pavés no le quita el sueño. O al menos eso dice: «Es una etapa en la que no me planteo nada, salvo perder el menor tiempo posible. Es posible que pueda ceder algo de tiempo a mis rivales. En caso de riesgo, es mejor perder un minuto que perder la carrera. Equipos como Saxo Bank y RadioShack son fuertes en ese terreno y se moverán».

Encontró un buen maestro en Peter van Petegem el día que fue a ver los pavés. Le bastó con aquella incursión: «Aquello fue una clase maestra. No me ha hecho falta ir a verlos más veces».

Los cien años de la llegada del Tour a los Pirineos están teniendo mucha trascendencia. Para Contador, la tercera semana de carrera «está muy lejos todavía, pero marcará muchas diferencias. Los escaladores estarán en su terreno. Hacía años que no veía unos Pirineos tan duros y eso se notará».

Armstrong, un rival más

Correr al lado de Lance Armstrong, con Johan Bruyneel de director, le ha servido para aprender muchas cosas. El madrileño ha sido siempre una esponja que ha absorbido lo mejor de los directores que ha tenido.

«¿Quién de los dos ha ganado más en nuestra relación? He ganado yo más que él. He aprendido la forma de llevar una carrera teniendo un líder en el equipo. Bruyneel estaba habituado a mover el equipo para un hombre fuerte y yo pude verlo desde dentro».

Era inevitable que le preguntasen sobre Lance Armstrong, su compañero de equipo el año pasado: «Es un rival importante. Está en el grupo diez o doce aspirantes que hay para ganar el Tour. Llega en forma y motivado».

Sobre su equipo comentó que «con respecto al del año pasado está claro que aquél tenía más nombres, que era mejor como conjunto. Pero yo sé que mi equipo está bien preparado para luchar por el triunfo en el Tour».

Se descarta de la lucha por el maillot amarillo en los nueve kilómetros iniciales de Rotterdam: «En principio, no es un recorrido que me favorezca. Tiene cambios de ritmo que les van mejor a corredores más corpulentos como Cancellara, Wiggins o Millar».

Finalmente no saldrá de amarillo. La organización se lo impide, al igual que sucedió el año pasado con Carlos Sastre. La crono será una pelea que se mantendrá hasta el último momento: «Me conformo con sacar tiempo a los favoritos y perder lo menos posible con los que estén delante».

Alexander Vinokourov es un punto de apoyo importante para Alberto Contador dentro de su equipo, tanto en la carretera como fuera de ella. La relación que mantienen desde que coincidieron en el Liberty es muy buena: «Mi relación con Vinokourov es excelente. Tengo mucha confianza con él. Mantenemos una buena relación y estoy seguro de que contaré con todo su apoyo a lo largo de la carrera».

También habló de la unidad en su equipo: «Resulta fundamental, de vital importancia, estar unidos dentro y fuera de la carretera. Es algo que se termina notando con el paso de los días». Sabe que eso es algo de lo que carecía el año pasado. O no lo tenía, al menos, como él consideraba idóneo: «Estoy tranquilo en ese sentido».

El equipo está construido a medida de Alberto, con los corredores que él ha considerado más oportunos para los diferentes momentos de la carrera. «Yo sé que mis compañeros están bien, que van a hacer su trabajo. Tengo confianza en mi equipo. Hay otras formaciones con más nombres, pero sé que no le va a faltar su apoyo y que van a entregarse en todo momento. Y eso también cuenta en un Tour».

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