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MITXEL EZQUIAGA
Jueves, 8 de julio 2010, 12:12
«Vengo a San Sebastián todos los años... y seguiré volviendo mientras pueda». Lo dice con su particular forma de hablar y hasta con un punto de orgullo. La Duquesa de Alba vuelve a estar en San Sebastián: repite su visita de cada verano y repite su ritual de encuentros de cada año.
Ha estado ya en Arzak y en La Nicolasa, sus dos restaurantes favoritos de Donostia, y ha sido vista en algunos comercios tradicionales del centro de la ciudad. Hay quien asegura haberla encontrado por la Parte Vieja y hasta asomada a la barandilla de La Concha. Y sobre todo pasa muchas horas en el palacio de Arbaizenea, la mansión de Ayete con 150 años de historia que heredó de su marido, Luis Martínez de Irujo, y que posee más de veinte mil metros de jardín.
Para contar el día a día de la duquesa en San Sebastián hay que recurrir más a las confidencias ciudadanas que a sus portavoces oficiales. Llamar a la casa de Alba es más duro que confirmar datos en la Casa Real. La secretaría de la duquesa «ni confirma ni desmiente» que Cayetana de Alba se encuentre en San Sebastián. «No damos datos porque bastante perseguida está ya por los paparazzis como para facilitarles el trabajo», dicen en voz baja los portavoces de la duquesa.
Pero Donostia es una ciudad pequeña y la confirmación sale al encuentro del periodista. La Duquesa de Alba almorzaba ayer, junto a una acompañante, en el comedor principal de La Nicolasa. Sus vecinos de mesa volvieron a plantearle la pregunta que todos le hacen en sus días donostiarras. «Duquesa, ¿hasta cuándo va seguir siendo usted fiel a San Sebastián». Y ella repitió la respuesta: «Llevo viniendo media vida y seguiré volviendo mientras pueda».
Ayer era ya el segundo día que Cayetana de Alba almorzaba en el restaurante de José Juan Castillo en la calle Aldamar. Hace unos días cenó en Arzak, otro de sus clásicos. Dicen las personas de su entorno que disfruta en San Sebastián «porque aquí baja el acoso de los fotógrafos y la gente le respeta por la calle». Visita la ciudad desde hace décadas, incluso en los años más duros de la transición. En 1984 el Ayuntamiento estudió la propuesta de concederle el Tambor de Oro pero la designación no encontró mayoría suficiente en el pleno.
El año pasado la duquesa pasó sus vacaciones en San Sebastián con su novio, Alfonso Díez, pero este verano el personaje más buscado por la prensa del corazón aún no ha sido detectado en Donostia. Fiel a sus costumbres, la mujer con más más títulos nobiliarios de España viajará desde la capital donostiarra a su residencia de Ibiza y después recalará en Marbella.
La semana pasada Cayetana de Alba hizo una pausa en su estancia donostiarra para asistir en Ezcaray al estreno de un pasodoble taurino escrito en su honor por el riojano Luis María Monge. La duquesa incluso bailó el pasodoble en el jardín del hotel Echaurren.
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