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Javier Echenique, en su despacho de la sede del Banco Guipuzcoano en San Sebastián. :: JOSÉ MARI LÓPEZ
«La opción del Sabadell es la que aporta más valor a accionistas, clientes y empleados»
Javier Echenique, Presidente del Banco Guipuzcoano

«La opción del Sabadell es la que aporta más valor a accionistas, clientes y empleados»

«Nuestra primera prioridad fue integrarnos con BBK y Kutxa, pero no aceptaron»

JAVIER FRÍAS

Domingo, 11 de julio 2010, 13:21

Javier Echenique, presidente desde hace año y medio del Banco Guipuzcoano tras la jubilación de José María Aguirre González, lo ve claro. Dada la situación del sector financiero en un marco de grave crisis como la actual, la integración del BG en el Grupo Banco Sabadell recientemente decidida por su consejo de administración era «la idónea para todos». Para los accionistas, para los clientes y para los empleados. En su primera entrevista a un medio informativo como presidente del banco, explica los porqués de esa operación.

-Tantos rumores de venta y al final hubo fumata blanca. ¿Qué razones les han llevado a aceptar la oferta de integración del Banco Guipuzcoano en el Grupo Sabadell?

-La crisis económica ha situado al sector financiero en una posición dura y difícil, que además va a prolongarse en el tiempo. En oposición a ese entorno, Banco Guipuzcoano ha venido destacando por su solidez y su buen posicionamiento, especialmente en su ámbito geográfico y entre determinados segmentos de clientes. En ese cruce de influencias, lo que nos planteamos, y acordamos, fue tomar posiciones corporativas ahora, antes de que la situación del conjunto del sector financiero se siguiera deteriorando. Como es lógico, la primera prioridad se la dimos a nuestros accionistas actuales, las cajas BBK y Kutxa. Hace año y medio, cuando fui elegido presidente del Guipuzcoano, un acercamiento como ése a las cajas hubiera sido inviable, ya que entonces la separación normativa entre éstas y los bancos era total. Sin embargo, meses después era factible porque el sector financiero ya caminaba hacia ese tipo de integraciones y el Banco de España las permitía. Le expusimos ese proyecto a las cajas, que no quisieron profundizar en él por razones que a mí no me corresponde explicar. La operación con ellas no cuajó y decidimos estudiar las ofertas de las entidades que se habían dirigido a nosotros para plantearnos algún tipo de operación conjunta. Finalmente escogimos la opción del Grupo Sabadell, al entender que era la más complementaria con nosotros y la que aportaba más valor para accionistas, clientes y empleados.

-Si prefería integrarse con Kutxa y BBK, ¿por qué falló esta opción?

-Ya he dicho que inicialmente era mi preferida. ¿Que por qué falló? No me corresponde a mí decirlo. Por nuestra parte la propuesta fue muy abierta, incluyendo la disponibilidad en la presidencia del Banco. Las conversaciones contaban también con el visto bueno del Banco de España. Es cierto que las cajas no han estado en el Consejo del Guipuzcoano porque hasta hace unos meses el Banco de España no quería que las cajas estuvieran representadas en los Consejos bancarios. Pero la situación había cambiado radicalmente en los últimos tiempos y cuando planteamos el acercamiento, teníamos luz verde del Banco de España.

-¿Qué horizonte preveía en una integración con Kutxa y BBK?

-Visualizaba una operación con ellas desde el momento en que la diferencia entre bancos y cajas estaba perdiendo su sentido. Sobre esa base, me parecía que el País Vasco necesita contar con un sector financiero relevante. Sobre todo si quiere soportar un crecimiento importante y prestar un apoyo decidido a su tejido empresarial, tanto en términos financieros como a través de participaciones empresariales. Desde la salida del centro de decisión del BBVA del País Vasco, sólo quedan las cajas y cooperativas de crédito, Bankoa y nosotros. Cualquier propuesta que integrase esos componentes, que les diera más potencia y tamaño, más equipamiento humano y directivo, iba a facilitar el proyecto.

-¿Bajo qué fórmulas podría haberse llevarlo a cabo?

-Como la distinción entre bancos y cajas tiende a diluirse, había muchas posibilidades. Por ejemplo, era factible incorporar activos de las cajas al banco, con lo cual éstas se hacían con el control del banco, y podían especializarlo en el mundo empresarial y en el segmento alto de los clientes particulares. Podría ser así o de otras maneras, pero su auténtica virtualidad era ganar relevancia, porque así se facilitaba a la vez la posible toma de participaciones empresariales en proyectos estratégicos vascos. Se trataba de construir un proyecto financiero más fuerte que la estricta suma de las partes.

-A su juicio, ¿qué ventajas e inconvenientes tiene la integración en el Sabadell?

-Al final, Banco Sabadell se alzó como la mejor de todas las alternativas por muchas razones. Porque existe entre ambos una filosofía empresarial muy parecida en clientes y segmentos de mercado. Porque la operación garantiza una alta complementariedad geográfica. Y porque entendemos que los clientes de Banco Guipuzcoano van a poder beneficiarse de aspectos muy importantes en la relación empresarial que puede aportarles Banco Sabadell. Me refiero muy en especial a la significativa presencia del Grupo Sabadell en el comercio exterior. Supone un valor muy relevante, dada la creciente necesidad de internacionalización de la mayoría de empresas clientes de Banco Guipuzcoano. ¿Inconvenientes? Quizá Banco Guipuzcoano pueda perder algo de su independencia estratégica, que en adelante deberá complementarse también con la cultura del Grupo Sabadell. Aun así, como el Guipuzcoano mantiene su independencia operativa, va a consolidarse todavía más y se verá beneficiado por las muchas ventajas que le aporta integrarse en el Grupo, la operación resulta muy beneficiosa en su conjunto. Hemos elegido la opción idónea, sin duda. Una vez descartadas las cajas vascas, la del Sabadell es la opción que personalmente me gustaba más, la más completa, y en eso opino igual que mis compañeros del Consejo porque a todos nos ha parecido la mejor.

Transparentes

-El Guipuzcoano ha tenido más pretendientes y posibilidades que no cuajaron...

-No cuajaron, bien porque las propuestas no eran suficientemente atractivas para los accionistas, comparativamente a la del Sabadell; bien porque no eran lo suficientemente respetuosas con la entidad, con su ubicación en San Sebastián y con sus equipos. Me refiero sobre todo a la Administración central, ya que en las distintas propuestas las redes se veían muy poco afectadas porque había complementariedad geográfica. Así que el núcleo de preocupación era la Administración central, preservar al máximo a las personas y conseguir que las ecuaciones fuesen adecuadas para los accionistas. En esas vertientes la opción del Sabadell ha sido la mejor. Todos los interlocutores con los que hemos negociado conocían las opciones de los demás. Hemos sido absolutamente transparentes.

-¿Le costó mucho tomar la decisión de aceptar la propuesta del Sabadell? ¿Qué pasaba por su cabeza en ese momento?

-No me costó mucho, la verdad. Una vez que habíamos concluido el proceso de diagnóstico y convenido la necesidad de hacer este movimiento corporativo, vimos que el Sabadell era la mejor de las opciones que teníamos. En ese aspecto, no nos costó demasiado decidirnos. En lo personal, sí me costó asimilar el hecho de ver cómo un banco con 110 años de historia podía perder una parte de su independencia última. Pero el análisis ya estaba hecho y la decisión idónea sólo podía ser la que tomamos. En lo racional las ventajas son muchas, especialmente las ligadas a una mayor relevancia en comercio exterior, y cualquiera de ellas justificaría por sí sola la decisión final. En lo sentimental, sí que echaré de menos esa historia del banco porque el pasado siempre forma parte de lo que somos, aunque anclarse en él o dejar de evolucionar habría sido un inmenso error.

-La protagonizada por el Banco Sabadell y el Guipuzcoano es la primera fusión bancaria tras el inicio de la actual crisis. ¿Cree que habrá más?

-El Guipuzcoano va a continuar como tal, plenamente integrado en el Grupo Sabadell, de manera que en nuestro caso no puede hablarse de fusión. En el sector financiero actual, la clave esencial es que la separación entre bancos y cajas ya ha dejado de tener sentido. Como unos y otras se parecen y se interrelacionan cada vez más, las reestructuraciones van a producirse a partir de esa sintonía, y va a haber muchas operaciones entre ambos en los próximos meses. No puedo atreverme a ponerles nombre, pero sí tengo la seguridad de que el mapa del sector va a cambiar de forma notable. Habrá muchas operaciones y casi todas ellas en dos direcciones principales: hacia una concentración mucho mayor del sector y hacia el propio fortalecimiento implícito de las entidades, tanto en fondos propios como en equipos y capacidad de gestión.

-¿En la actual situación de crisis, no hay espacio para que los bancos medianos y pequeños puedan caminar solos?

-Caminar solo siempre es posible. Lo difícil es determinar si conviene o no. Para un banco como el nuestro, la mejor dirección consiste en compartir e integrarnos en un proyecto que nos parece de alto interés, con mayor velocidad de crecimiento y mayores oportunidades para nuestros empleados, clientes y accionistas.

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