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RESIDUOS

Esto pasa por cambiar cromos

FERNANDO SEGURA

Miércoles, 14 de julio 2010, 03:55

El cambio de mayorías en la Mancomunidad de San Marcos debe propiciar la vuelta a la racionalidad en una entidad clave en el territorio. Gipuzkoa ha vivido estos tres últimos años en una esquizofrenia absoluta en el tema de las basuras. En la pasada legislatura se logró, tras durísimas polémicas y equilibrios en la cuerda floja, aprobar un Plan de Residuos que garantiza un servicio esencial: retirar decenas de miles de toneladas de desperdicios y darles un tratamiento acorde con las tecnologías implantadas en los países más avanzados.

Ahora bien, este delicado equilibrio quedó triturado tras las elecciones de 2007. El pacto en el Ayuntamiento donostiarra entre PSE y EB propició que este último grupo obtuviera ni más ni menos que la presidencia de San Marcos. En la vicepresidencia, ANV.

No es la primera vez que San Marcos se usa como un cromo que se cambia en función de los intereses de cada momento. Cabe recordar que los gravísimos problemas a los que se enfrentó el cierre del vertedero se originaron en la inoperancia que durante cuatro años caracterizó a San Marcos cuando fue presidida por HB. Eran los tiempos de Lizarra y al PNV le apeteció dar ese regalo a sus nuevos amigos.

El resultado, a día de hoy, resulta evidente. La Mancomunidad con más peso está dirigida por grupos políticos que actúan como abanderados del antisistema: se oponen a las directrices aprobadas en las Juntas, en el Consorcio y en la propia Mancomunidad, cuya asamblea aprobó el plan que incluye la incineradora y que, a día de hoy, no ha sido revocado por la entidad. Un cúmulo de sinrazones.

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