El IVA de la polémica

Como se dice ahora, Contador no disputó la victoria a Andy Schleck. Es la manera de llamar a lo que yo siempre he conocido como dejar ganar la etapa. El luxemburgués se lo suplicó varias veces. Tras cruzar la línea de meta se abrazaron. Sólo faltó que se besaran. El primero y el segundo del Tour de Francia, los dos corredores que luchan por llegar vestidos de amarillo a los Campos Elíseos.

Fue el IVA de la polémica, el impuesto a pagar por lo que se vivió en la jornada que acabó en Bagnères-de-Luchon, donde Contador tiró hacia delante cuando Andy Schleck sufrió el salto de cadena.

En caliente, no me convenció que Contador actuara de esa manera. Sin embargo, pensándolo con frialdad, reconozco que acertó. Alguien lo pensó bien y, en este momento, merecía sacrificar una etapa que era histórica por ese final en el Tourmalet.

Y Contador está a punto de ganar el Tour a lo Walkoviak, que es como se conoce vencer en la ronda gala sin adjudicarse una sola victoria de etapa. Le queda la oportunidad de la contrarreloj de mañana. Ya se impuso en la del año pasado por delante de Cancellara. De todas maneras, ya me habría gustado a mí llevarme un Tour sin haber ganado ninguna etapa.

También hubo ayer sus dimes y sus diretes a cuenta de la caída de Samuel Sánchez en los primeros kilómetros. Le esperó todo el pelotón menos Carlos Sastre, que al parecer tenía esta etapa entre ceja y ceja. El propio Contador se encargó de que los corredores bajaran el ritmo y permitieran la reincorporación del asturiano de Euskaltel. Eché de menos que Cancellara, tan activo en esa tarea cuando los Schleck se fueron al suelo camino de Spa, ejerciera también de patrón esta vez, de forma desinteresada y sin beneficio alguno para su equipo. Quizá no quiso robar protagonismo al maillot amarillo pese a que andaba cerca.

Aunque se esté de acuerdo o no con lo que hizo Sastre, hay que respetar su decisión.

Samuel Sánchez arañó unos segundos a Menchov. El ruso no atraviesa su mejor momento en montaña. Veremos en la crono. Empiezo a saborear el tercer puesto, que compensaría con creces no ganar una etapa. Este logro sería muy importante.