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Samuel Sánchez ha completado un gran Tour de Francia luchando por el podio hasta la penúltima etapa con el ruso Denis Menchov. :: EFE
«Me gusta el nuevo final de la Clásica, más selectivo»
CICLISMO

«Me gusta el nuevo final de la Clásica, más selectivo»

Samuel Sánchez tiene una fisura de radio pero correrá en Donostia

BENITO URRABURU

Miércoles, 28 de julio 2010, 09:40

«Esta mala voz no es porque me acabe de levantar de la siesta. No sé que tengo, si una sinusitis o una bronquitis. Estoy hecho un cromo. Ahora me están saliendo las consecuencias de la caída, de toda la paliza del Tour. Con la tensión de las etapas aguantas, pero en cuanto te relajas, adiós». Samuel Sánchez se lo toma con filosofía. Es un veterano en el mundo del ciclismo. Ha sido cuarto en un Tour, lo que le ha lanzado todavía más dentro del panorama internacional y ha conseguido que su cotización y el interés de otros equipos por su futuro aumente.

Se pasó la mañana del martes entre médicos, haciéndose radiografías, y le han descubierto «una pequeña fisura de radio en la mano derecha. En las placas se aprecia una pequeña línea que me han dicho que es una fisura. Ahora me tengo que hacer placas de la rodilla y el codo derechos, que también los tengo tocados, más que nada por precaución», nos explica el líder de Euskaltel-Euskadi.

Todos esos problemillas no le impedirán correr el sábado la Clásica de San Sebastián, que estrena recorrido, algo que gusta a Samuel: «El nuevo trazado es mejor para mí que el de antes. Sería muy bueno para Bettini, también para Valverde, pero no están. A 'Purito' también le va a gustar mucho. Con el nivel que va a venir mucha gente del Tour, va a ser una prueba muy competida».

Samuel tiene el trazado en la cabeza, es como si lo estuviese viendo: «Pasar dos veces Jaizkibel significa más dureza, lo que traerá una selección mayor y al final se favorece a los más fuertes». Con los dos pasos por Jaizkibel y por Arkale, Samuel no cree que un corredor pueda llegar en solitario a la meta. «Me inclino por un grupo pequeño de ciclistas que pueden presentarse en la meta, aunque la criba a va a ser mayor. Igual hay alguien que nos sorprende a todos, pero no creo. Dos subidas a Jaizkibel van a doler».

«Ambiente inmejorable»

A los intereses deportivos del Euskaltel-Euskadi se unen los del propio Samuel, en una carrera que le gusta y que le va muy bien: «Es una prueba que siempre me ha gustado y que con el nuevo recorrido me parece todavía más bonita. El escenario no puede ser mejor y el ambiente con la gente, tampoco».

Espera volver a coger hoy la bicicleta, después de dos días sin tocarla, «entre viajes, médicos, centrarte en casa».

Con el margen, todavía corto, que da el paso del tiempo está valorando como se merece el cuarto puesto conseguido en el Tour: «No es sólo ser cuarto, sino la forma en la que he corrido para conseguirlo. No es un cuarto porque sí, sino la consecuencia de luchar por el tercero e incluso por el segundo puesto. Cuando estás corriendo piensas en lo más alto, pero la carretera te pone en tu sitio», explica Samuel, que ha recibido muchas felicitaciones de amigos, alguno de ellos muy conocidos como David Villa, Fernando Alonso o el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco.

«He peleado el podio hasta el último momento. Con eso me quedo de la carrera. He sido cuarto, a 3:40 de Contador. Andy Schleck finalizó segundo el año pasado a 4:10. No son unas diferencias enormes. Quieren decir que ha habido igualdad. Yo tenía confianza en la contrarreloj, pero Denis se salió. Los demás estuvieron más o menos a su nivel, pero Denis lo hizo excelente».

Analiza su carrera con más frialdad. Han pasado ocho años desde que llegó fuera de control a Plateau de Beille, en los Pirineos, y siete desde que le pasó lo mismo en Alpe D'Huez. Ha pegado un cambio total a su historia de desamor con una prueba que le fue esquiva, que le hizo llegar llorando a la meta cuando era un chaval que estaba empezando.

«Me han venido recuerdos de algunos puertos que tuve que pasar entonces casi llorando. Los he vuelto a pasar ahora, de forma muy diferente a la de entonces. Estás formado físicamente, me he endurecido más, tengo experiencia en pruebas de tres semanas», se felicita el asturiano.

El Tour en la cabeza

Afirma que «ha sido un Samuel muy diferente en la mejor carrera del mundo al de entonces. También he sufrido, pero no es lo mismo sufrir para estar con los primeros que para no llegar fuera de control». Durante todo el año ha pensado sólo en el Tour, «he sacrificado toda la temporada para estar delante y me ha salido bien».

Desconoce en qué equipo correrá en 2011, «pero seguro que correré el Tour. Me gustaría ganar una prueba de tres semanas. Me gustaría correr el Giro, en un país que vive mucho el ciclismo, aunque la cabeza me dice que volveré al Tour, a pesar de que algunos días me ha quitado el sueño, lo que no me impide soñar con él».

En principio no va a correr la Vuelta a España. Sólo en principio: «Si el Tour me hubiera salido mal me plantearía correr la Vuelta, pero me ha salido muy bien. Euskaltel va a llevar un equipo con garantías, con Igor Anton y Beñat Intxausti. Si yo fuese a participar le quitaría el puesto a algún compañero que merece correrla».

Abunda en esa explicación y dice que «a mí me gusta preparar una prueba de tres semanas desde cero y ahora no me da tiempo».

No quiere dejar pasar muchos días para conocer su futuro: «Cuando llegue a la Clásica el viernes hablaré con Miguel e Igor. A los primeros que voy a escuchar es a ellos. Mi intención es quedarme, pero hay que ver en que condiciones, con qué equipo. Es una cuestión económica y deportiva. Una cosa va unida a la otra. No se pueden ir separadas».

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