Interior acerca a Idoia López Riaño a Nanclares tras haber roto con ETA

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, acaba de realizar el acercamiento más arriesgado y polémico de un preso de ETA desde que hace ya más de dos años iniciara los movimientos estratégicos de internos. En los últimos días Interior ha trasladado desde la cárcel granadina de Albolote al centro de Nanclares de Oca a Idoia López Riaño, 'La Tigresa', la activista de ETA con más condenas por asesinato a sus espaldas -al menos, 23- y varios miles de años de cárcel de penas.

López Riaño no ha sido expulsada de ETA de forma oficial y su nombre aún aparece en los listados de reclusos de la organización del EPPK (Colectivo de Presos Políticos Vascos). De hecho, su nombre, hasta ahora, nunca se había barajado entre el centenar largo de etarras que ya han comunicado a Interior su decisión de desvincularse de la organización. Sin embargo, según explicaron responsables de la lucha antiterrorista, 'La Tigresa' desde hace varios meses asegura haber roto definitivamente con ETA, a la que ha hecho llegar de forma expresa su «renuncia de militancia». Ha firmado incluso la carta de arrepentimiento que el Ministerio del Interior exige a los presos a los que acerca al País Vasco. Por eso ha sido llevada desde Granada, con una pequeña escala en el centro gallego de A Lama el pasado junio, hasta Nanclares, donde Instituciones Penitenciarias concentra a los presos más desligados de ETA, hasta el punto de haber pedido perdón a las víctimas y haber renunciado a la violencia. Pérez Rubalcaba, incluso, aseguró la pasada semana que en la cárcel alavesa no hay un solo recluso de ETA porque «todos los que están no están en ETA, han pedido perdón a las víctimas, han condenado la violencia, están pagando la responsabilidad civil y, por tanto, están pagando lo que deben a las víctimas».

Acompañada

A esa misma cárcel ha sido trasladado desde la prisión de Badajoz Joseba Arizmendi Oiartzabal, condenado por el asesinato de Raúl Suárez en Errenteria en junio de 1991 y por el intento de homicidio de José Ignacio Lago, ese mismo año. Arizmendi ha firmado la carta.

López Riaño y Arizmendi, a partir de ahora, compartirán prisión con algunos de los más conocidos disidentes de la organización terrorista como Kepa Pikabea o José Luis Álvarez, 'Txelis'. Estos dos ex jefes de ETA, junto a otros cinco presos desvinculados de la organización, disfrutan desde hace un tiempo de permisos regulares de salida. Unos permisos, apuntaron fuentes penitenciarias, de los que «por el momento» no va a disfrutar López Riaño.

De confirmarse la ruptura definitiva de 'La Tigresa' con la organización terrorista, se sumaría a otros activistas que en un momento determinado han optado por romper con ETA. Varios ex cabecillas o activistas muy conocidos ya están en Zuera, Villabona o Nanclares, tales como José Luis Urrosolo Sistiaga, Carmen Gisasola, Rafael Caride Simón, Francisco Mujika Garmendia 'Pakito', Felipe San Epifanio, Juan Luis Agirre Lete, o Santiago Arrospide 'Santi Potros'. Este último, que desde marzo de 2009 está en la cárcel de Zuera, fue precisamente compañero de armas en el comando Madrid de López Riaño. Cometieron juntos el atentado más cruel: la colocación de un coche bomba en enero de 1986 en la plaza de la República Dominicana de Madrid con el que asesinaron a doce guardias civiles. 'La Tigresa' fue condenada a 1.572 años de cárcel por aquella matanza, mientras que a 'Santi Potros' le condenaron con 1.920 años.

López Riaño, que en mayo de 2004 se casó en la cárcel con el también etarra Juan Ramón Rojo, fue extraditada por Francia el 9 de mayo de 2001. Desde que en 2006 fuera juzgada por todas sus causas pendientes, había estado siempre interna en penales especialmente alejados: primero en Puerto II, donde estuvo hasta marzo de 2006, luego en Badajoz, donde llegó en abril de ese año, para terminar en Granada.

López Riaño fue detenida en 1994 en Francia. Para entonces, ya estaba reclamada por catorce causas diferentes en la Audiencia Nacional. Comenzó su carrera delictiva en 1984. Su atentados más sonados, además de la plaza de la República Dominicana, son la colocación de un coche bomba contra un vehículo de la Guardia Civil en Madrid que costó la vida a cinco agentes en 1986, el asesinato frustrado del entonces presidente del CGPJ, Antonio Hernández Gil, o los homicidios de teniente coronel Carlos Besteiro Pérez, del comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas Martínez, y del soldado conductor Santiago Casillas Martín.