

Secciones
Servicios
Destacamos
R. C.
Sábado, 14 de agosto 2010, 04:10
Escuchar la Orquesta Sinfónica de Euskadi al aire libre y gratis no es algo que suceda muy a menudo. Al revés, es una excepción. Por esta razón ayer la Plaza de la Constitución, lugar elegido para la actuación, se abarrotó de melómanos y curiosos. El motivo: el apoyo que la formación quería dar a la candidatura donostiarra a la capitalidad cultural europea en 2016.
La tarde empezó con los ojos de los organizadores -responsables de la orquesta, de la Kutxa que patrocinaba el concierto y de la oficina de la candidatura-, mirando al cielo ante la amenaza de lluvia, pero lo tenían claro: «Se va a celebrar porque no va a llover de forma torrencial. Como mucho, la gente que está en las sillas tendrá que refugiarse en los soportales».
Pero las inclemencias no fueron a mayores y el concierto se celebró en un ambiente de celebración a los sones de un repertorio «de calidad y agradable de escuchar. Muy de verano», tal y como ya había anunciado el director general de la Orquesta de Euskadi, Iñigo Alberdi.
Así, bajo la batuta del donostiarra Juan José Ocón y con el concertino Lorenz Nasturica -solista también de la Orquesta Sinfónica de Munich-, la orquesta interpretó piezas como 'El caserío', de Guridi y fragmentos de conocidas bandas sonoras. como las de 'Jurassic Park', 'La guerra de las galaxias' -ambas de John Williams- y 'West Side Story', de Leonard Bernstein. El remate de esta primera parte del concierto corrió a cargo de algunas composiciones del genial Henry Mancini.
Tchaikovsky protagonizó la parte más clásica del concierto en un guiño a una Quincena Musical que esta edición ha reservado su protagonismo a la música rusa. Tras la interpretación de 'Parte Vieja donostiarra', de Pedro Ugalde, la orquesta acometió algunas sorpresas fuera de programa, entre ellas la imprescindible 'Marcha de San Sebastián' y el Himno de la Alegría.
Horas antes del concierto, se habían retirado mesas y sillas de las terrazas para colocar las 1.500 sillas que se distribuyeron por la plaza. Presidia un tablao lleno de atriles donde los músicos se habían dado cita, entre las 19.30 y las 20.30 horas, para el ensayo y la prueba de sonido. Fue una primera degustación que dejó con la boca abierta tanto a los locales como a los turistas que se encontraban en la plaza.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.