«Sería chocante que tras las elecciones el PSOE se dedicara a desbancarnos»

- Descartaron el pacto de estabilidad, pero, ¿aceptarán una interlocución fluida con el PSOE para toda la legislatura?

- Un pacto de estabilidad es muy complicado teniendo en cuenta la situación en que gobierna el PSE en Euskadi. Es imposible compatibilizar un pacto en Madrid con el PNV para defenderse del PP, y hacer lo contrario en Euskadi. A partir de ahí, siempre estamos dispuestos al diálogo y al acuerdo. Pero no sería en el marco de un acuerdo general, sino en relaciones puntuales para cada iniciativa. No está sobre la mesa en este momento.

- Y el respeto a las listas más votadas, ¿está sobre la mesa?

- Por ahora, la negociación se ha entablado sólo en relación a los instrumentos de autogobierno y su transferencia. Después, habrá contenidos presupuestarios y hablaremos de la situación política, del panorama electoral y de las expectativas de futuro. No dejaría de ser chocante que un PSOE que pide tan ardientemente nuestro apoyo presupuestario, el año que viene, tras las municipales y forales, se dedicara a desbancar de todas las instituciones posibles al PNV con la ayuda del PP. Sería un ejercicio de contorsionismo incomprensible. Esta cuestión, más que en el terreno de la negociación política, se sitúa en el plano del entendimiento básico entre formaciones políticas. Es una base de respeto mutuo y de confianza mínima. Tampoco entenderíamos que siguieran utilizando perversamente la Ley de Partidos para crear las condiciones precisas para que PSE y PP pudieran hacerse con los gobiernos de algunas instituciones, sin el respaldo real de la voluntad popular.

- ¿Hablarán de la Ley de Partidos?

- De eso hablamos siempre, de su derogación y de la gestión calculada de ella que ha hecho el PSOE. Recientemente, Eguiguren proponía la derogación de esa ley, nosotros nos sumamos a eso. Ya le hemos dicho a Zapatero que nuestros votos en el Congreso y Senado están al servicio de esa iniciativa.

- ¿Qué espera de ETA?

- No me atrevo a especular, pero un alto el fuego, si no es definitivo e irreversible, no será bien acogido.