

Secciones
Servicios
Destacamos
JAVIER SADA
Domingo, 5 de septiembre 2010, 04:24
Existe total unanimidad en los historiadores al fijar como superior a los mil años la existencia de la iglesia de San Sebastián en el Antiguo. Ya en el 1014 -existen diferentes opiniones sobre la fecha exacta del documento- el rey de Navarra Sancho III Garcés, llamado 'El Mayor', consideraba 'antiguo' este templo cuando lo donó al Monasterio de Leire.
¿Se debió su construcción al paso de los peregrinos que cien años antes habían comenzado a caminar hacia Santiago?... La construyó Hernani, territorio que estaba bajo su jurisdicción, para que sus enfermos más contagiosos contaran con la protección de San Sebastián, santo defensor de los afectados por pestes y epidemias?...
Dando grandes saltos en el tiempo y sin entrar en la historia de la citada iglesia -ampliamente tratada y documentado en el libro de Tomás Eceiza 'Glosas antiguotarras'- llegamos al año 1887 cuando enterado el Ayuntamiento de que la reina María Cristina se había interesado por los terrenos donde se ubicaba la iglesia, propiedad, en su mayoría, del conde Moriana, para construir un palacio se lo ofreció como regalo del Municipio.
Contestó la reina que agradecía el ofrecimiento pero que no podía aceptarlo por cuanto de 'sacrificio supondría para la ciudad', cuyos vecinos tendrían que pagarlo con sus impuestos, por lo que el Ayuntamiento se limitó a facilitarle la carretera de acceso al nuevo palacio.
La construcción del Palacio de Miramar suponía, como aspecto más destacado, la desaparición de la milenaria iglesia por lo que en 1888 el alcalde, Gil Larrauri, solicitó autorización al obispo de la diócesis para que el templo fuera trasladado a un lugar cercano... la actual calle Matía.
Se aprobó el desplazamiento y con fecha 24 de septiembre de 1888 se procedió a la ceremonia de colocar la primera piedra de lo que sería la nueva iglesia de San Sebastián. Presidió el acto la propia reina María Cristina acompañada de su hijo, Alfonso XIII, de la princesa de Asturias, María de las Mercedes, y de las infantas Eulalia y Mª Teresa, así como del presidente del Consejo de Ministros, Práxedes Mateo Sagasta y un elevado número de autoridades, aristócratas y servidumbre de la reina.
Al año siguiente, un día como el de pasado mañana, martes 7 de septiembre... de 1889, se procedía a la bendición del nuevo templo con asistencia de la familia real al completo y al día siguiente, festividad de la Virgen del Coro, se ofició la ceremonia inaugural.
El periódico 'La Unión Liberal' publicó que durante la bendición se cantó la 'Salve' de Hernández, acompañada por el maestro Santesteban, interpretada por 'varios individuos de la capilla de San Vicente' y que en la ceremonia inaugural el Ofertorio y Ave María de Querubini fueron cantados por el tiple señor Arrona, y el Salutari de Letebureda por el barítono señor Tabuyo, estando dirigida la orquesta por el señor Bretón.
'El Fuerista' escribió que el domingo 1 de marzo de 1896 fue numeroso el vecindario que acudió a la iglesia para asistir a la Misa Solemne con la que se ponía fin a las obras de restauración del templo después del grave incendio sufrido pocos meses antes. El obispo concedió 40 días de indulgencia a los fieles que acudieron al acto religioso y el presbítero Cipriano Ormazabal rezó por el Ayuntamiento (representado por los concejales Lizasoain, Mercader, Eguia, Irastorza, Rezola y Carril) y por los muchos vecinos que, con sus aportaciones económicas, habían hecho posible la renovación del templo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
El origen de la expresión 'joder la marrana' y su conexión con el vino
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.