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JORGE SAINZ jordisainz@diariovasco.com
Domingo, 19 de septiembre 2010, 14:17
Su agenda está repleta de compromisos, sea por el Festival de Cine o por sus visitas a las pequeñas localidades de Gipuzkoa. Pero tanta actividad no impide a Markel Olano (Beasain, 1965) hacer un alto en el camino para reflexionar sobre la situación tras el alto el fuego, el papel de su partido, el PNV, e insistir en una idea que él considera clave, derogar la Ley de Partidos.
- ¿Se cree el alto el fuego de ETA?
- Sí, a pesar de que es imperfecto. Viene a mostrar un acercamiento al movimiento que está haciendo la izquierda abertzale por las vías democráticas. Pero es muy indefinido y por eso no podemos lanzar las campanas al vuelo.
- ¿Ve algún avance en el nuevo comunicado difundido ayer?
- Dentro de la farragosa literatura a la que nos acostumbra ETA y que suele ser bastante difícil de digerir, establece nuevos datos y nuevos pasos en la medida que se dirige a la comunidad internacional y a la Declaración de Bruselas. Creo que si en el anterior comunicado había una indefinición clara, en este caso, en la medida que se producen definiciones, y parece que no se dan pasos en negativo, me reafirmo en mi análisis. Hay que establecer una lectura prudente y cauta del comunicado, pero es una realidad que hay que atender y un espacio que hay que aprovechar.
- ¿A qué atribuye la falta generalizada de concreción de ETA?
- Seguramente el escenario final, si todo va bien, va a ser el abandono definitivo de las armas por parte de ETA. Para llegar a eso se tienen que producir diferentes hitos, en las bases más cercanas a ese mundo, para que asimilen las diferentes sensibilidades de la izquierda abertzale en ese paso tan importante. Soy optimista sobre el avance hacia el final del terrorismo.
- O sea, que usted está con los que creen que la paz es irreversible.
- Creo que el movimiento de la izquierda abertzale es irreversible pero contemplo dos perspectivas. Una, que toda la izquierda abertzale, incluida ETA, dé en conjunto ese paso, o si no, que se generen tensiones que puedan desembocar en una escisión que sería extraordinariamente negativa.
- ¿Observa un pulso entre la parte política y la armada?
- El riesgo de escisión existe, en la medida en que parte de ETA no asuma esa propuesta democrática. Un alto el fuego va en la buena línea, pero al ser tan indefinido, el interrogante sigue activo.
- ¿Y qué se puede hacer?
- La política debe ayudar a superar los obstáculos que tiene la izquierda abertzale para realizar esa apuesta política democrática y quitar el obstáculo de la Ley de Partidos. En su discurso del viernes, Urkullu denuncia una contradicción palmaría en que incurren el Estado y el Gobierno Vasco. Por un lado exigen a la izquierda abertzale que rompa con ETA, pero por otro siguen legitimando La Ley de Partidos, que para mí es uno de los principales obstáculos para la paz en Euskadi. El presidente del EBB y yo establecemos ese compromiso de superación de una ley que va contra de los intereses de la sociedad vasca y de la paz.
- Usted pide su legalización, pero, ¿ha dado Batasuna los pasos suficientes para ser legalizada?
- Yo le daría la vuelta a la pregunta. Batasuna no tenía que haber sido ilegalizada nunca.
- Los defensores de esta ley argumentan que ha sido clave en la actual situación de debilidad de ETA y para llegar al punto actual.
- Al final son hipótesis. También se podría decir que ha ido fortaleciendo a las personas que dentro de la izquierda abertzale no creían en la política, porque les daba argumentos y alimento. Ahora estamos ante una situación nueva y es de sentido común que si exigimos a una organización política que dé pasos a favor de la democracia, hay que quitarle los obstáculos para que haga ese recorrido.
- No parece que el Gobierno esté muy por la labor.
- Zapatero constata que el PNV tiene la llave para aprobar sus Presupuestos, y dotar de estabilidad al Gobierno y al Estado al evitar un adelanto electoral. Esto es también importante desde la perspectiva de la Ley de Partidos, porque la derogación de esta ley es una necesidad ineludible para lograr la paz y la estabilidad de Euskadi. Seguramente las negociaciones (presupuestarias) se están produciendo en el ámbito del autogobierno, el bienestar y el futuro económico, pero en la medida en que hablamos de la importancia de la estabilidad, yo incorporo en esa ecuación la Ley de Partidos y el PNV va a ser consecuente en que se incorpore a este diálogo.
- ¿La derogación de la Ley de Partidos debe ser condición para el apoyo a los Presupuestos?
- Si en este momento el PNV es un factor de estabilidad, en justa reciprocidad se deben superar factores de desestabilización como la Ley de Partidos. Sería bueno para la paz. Y esto conecta con el discurso de Urkullu. Así lo ha referido.
- ¿Debería el PNV plantearlo al Gobierno central como condición 'sine qua non'?
- Eso lo debe establecer el partido y sus negociadores. Pero para mí, si queremos mantener una coherencia en la importancia que tiene esa cuestión, así debería ser. Pero no soy yo el que tiene que tomar esa decisión y respetaré lo que decida el partido.
Posturas en el PNV
- ¿No ve discrepancias dentro de su partido en la forma de abordar el anuncio del alto el fuego?
- Cada uno puede subrayar diferentes cuestiones. Está claro que la botella está a la mitad. Algunos la ven medio vacía y otros medio llena, pero el hecho objetivo es que se ha abierto un espacio para la paz. Todos en el PNV somos exigentes con la izquierda abertzale y ETA, pero también estamos comprometidos con aprovechar este espacio que se nos abre. Cada uno puede defender su sensibilidad y ser más optimista. Yo, por ejemplo, siempre he sido una persona que he mantenido a propósito una dosis de ingenuidad, que en política es fundamental.
- Pero que Egibar diga que el mando lo tiene la izquierda abertzale y Urkullu, que lo tiene ETA, sí es una diferencia significativa.
- Esta cuestión en concreto es algo que realmente no se puede establecer de un modo definitivo, porque hay fases diferentes. En los contactos que nuestro partido ha tenido con la izquierda abertzale hemos constatado que su posición es firme y definitiva. Le doy muchísima importancia. Tenemos que incorporar esto a nuestro análisis, y eso lo hacemos el conjunto del PNV. Siempre está el hecho de que no tenemos la información fehaciente de la posición definitiva de ETA, y al final el análisis puede variar, pero los elementos objetivos están ahí y en eso todos estamos haciendo el mismo análisis en el PNV.
- ¿Debería hacer su partido algún acercamiento para ayudarles en ese proceso?
- En todos los procesos, cuando se produce un alto el fuego, se aceleran las conversaciones multilaterales. Es algo normal y necesario. Luego las conversaciones del PNV con el conjunto del arco político, incluida la izquierda abertzale, se tienen que producir.
- Llama la atención que el EBB ha mostrado una gran sintonía con el PSE-EE y el lehendakari tras el anuncio de ETA.
- Eso es falso. Puede haber contactos y una puesta en común de las posiciones, pero en una cuestión crucial como la de la Ley de Partidos, los análisis son antagónicos.
López, «sin liderazgo»
- ¿Y qué le parece la posición de Patxi López tras el alto el fuego?
- Los agentes institucionales debemos poner en marcha todo lo que esté en nuestras manos para aprovechar la oportunidad. El lehendakari tiene que tener un liderazgo en el logro de la paz, pero ese liderazgo no se está produciendo.
- Por contra, su partido propone ahora un diálogo entre todos los partidos pero bajo la premisa de rechazar la violencia.
- Urkullu lanza unas bases de lo que puede ser el ofrecimiento definitivo. Es muy importante que el PNV y el conjunto de partidos, una vez hecho un análisis de situación, empiecen a dar pasos. Estas oportunidades no se pueden abordar ni van a ser abordadas desde el inmovilismo. Tenemos un cambio de muchísimo calado y hay que adaptarse de un modo proactivo. El PNV es el principal partido de la Comunidad Autónoma Vasca y tiene una responsabilidad importante que nos tiene que llevar a hacer movimientos de un modo rápido.
- ¿Le preocupa el alejamiento de su partido del polo soberanista?
- Venimos de decantar principios como el derecho a decidir, de la mano del lehendakari Ibarretxe, que pueden aglutinar al conjunto del nacionalismo vasco, con una apuesta de no legitimar el terrorismo. Ahora existe otra visión diferente que incide en cuestiones que nos pueden dividir, en la medida en que se establece un principio independentista o de izquierdas. Hay una intención deliberada de marcar un terreno propio.El PNV va a seguir su camino, aunque si se asientan unas bases comunes, hay recorrido para un trabajo en común.
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