«La innovación hará que el País Vasco salga antes de la crisis»

Hace dos años las instituciones de prestigio de Deusto, la Comercial de Bilbao y la ESTE de San Sebastián, se unieron para formar la Deusto Business School (DBS). Su director, Manuel Escudero lleva tan sólo cinco meses al frente de la institución, pero ya ha comenzado a perfilar las líneas que le llevarán a cumplir sus objetivos. Eso sí, actuando sobre las bases de calidad y excelencia tan presentes desde siempre en la institución. La actual DBS ha sido la escuela de formación de muchos de los empresarios de elite que posee nuestro país y en el futuro espera ser la que forme también a muchos otros pero a nivel internacional.

-Lleva desde el mes de abril en el cargo, ¿qué valoración hace de este periodo?

-Muy positiva, estamos construyendo entre todos una gran escuela de negocios y lo que realmente queremos es situar el Campus de DBS, tanto el de San Sebastián como el de Bilbao, en el mapa mundial de las escuelas de negocios. Mi balance es que estamos avanzando con buen ritmo en esa dirección y en consecuencia esto es para mí plenamente satisfactorio. Actualmente lo que estamos haciendo es reforzar nuestro claustro, con 'sangre fresca' y profesores educados en escuelas de prestigio. Ahora estamos en el proceso de selección de ocho nuevos perfiles de este tipo con lo que llamamos el 'International recluting'.

-¿En qué se diferencian la DBS que se encontró y la de ahora?

-La DBS que me encontré hace cinco meses era ya una realidad de un claustro único entre San Sebastián y Bilbao, con un grado de integración notable. En este tiempo lo que hemos hecho ha sido aumentar el grado de nuestras relaciones internacionales, reclutar nuevos profesores de prestigio internacional, diseñar nuevos programas... El mandato que yo he recibido es el desarrollo de Deusto en este nuevo siglo y en una nueva dirección, construyendo sobre el prestigio que ya tiene. Ahora se trata de pasar de la licenciatura a la formación durante toda la vida y pasar del ámbito nacional al internacional. Me encontré con unas bases muy sólidas sobre las que construir esta gran escuela internacional de negocios.

-En su nombramiento habló sobre apostar por la excelencia y la innovación en la enseñanza, ¿en qué sentido?

-Apostar por la excelencia significa que todo lo que hacemos en DBS tiene una marca de calidad. No podemos no ser los mejores si queremos competir y la excelencia se nota en el cuidado que se tiene con la logística, en el tratamiento individualizado y personalizado o en el valor añadido que nuestros profesores dan a las clases. En este sentido, todos los profesores son evaluados por los alumnos y obtienen una media de cuatro en una calificación del uno al cinco y si no lo obtuvieran se encenderían luces rojas. Este es el nivel de exigencia que tenemos en cuanto a la excelencia y la calidad. En cuanto a la innovación, que es un proceso, no es algo que se enseña, sino que se aprende. Buscamos metodologías que generen esta mentalidad en las personas que realizan nuestros cursos. Por ejemplo, introduciendo en una escuela de negocios un módulo de filosofía y pensamiento crítico, que aunque suene extraño, es el tipo de cosas que realmente tenemos que llevar a cabo para hacerlo bien.

-Por lo tanto la innovación es algo básico en el ámbito de los estudios de negocios...

-Por supuesto, tanto es así que la innovación es el elemento económico que está haciendo posible que el País Vasco salga antes de la crisis que el resto del país. En Euskadi hay unas raíces de innovación de las cuales nos nutrimos. La idea que tenemos en cuanto a innovación es de un proceso que se aprende y así tenemos que actuar. En realidad lo que tenemos que hacer son proyectos reales desde el comienzo del curso. Aquí la gente no va a aprender teoría sobre la innovación, sino que a través de su propia práctica guiada va a intentar ser innovador y esta experiencia formativa es lo que queremos dar como parte de nuestra oferta.

-En una etapa tan complicada económicamente hablando, ¿no es un poco difícil enseñar a hacer negocios?

-Naturalmente, con la crisis económica es un momento adverso desde el punto de vista de la educación directiva, pero afortunadamente parece que ya empezamos a ver la salida del túnel, sobre todo en el País Vasco. De las crisis hay que aprender mucho y una escuela de negocios tiene que estar apegada a la realidad, que en estos momentos todavía es complicada. Tenemos que aprender de ello y aplicarlo a las empresas en forma de nuevas consideraciones como el 'cortoplacismo' o el 'apalancamiento' que pueden ser los 'asesinos' de las empresas.

-También se dedican a la formación de profesionales, ¿con qué finalidad?

-En lo que se refiere a la educación de directivos, personas que están trabajando y vienen a formarse, nos encontramos con una realidad ya existente en la DBS pero que queremos mejorar. Todos los programas para el desarrollo de directivos (PEGE) o el Executive MBA suponen para el que participa una reflexión sobre su práctica total en la empresa. Además suponen un diálogo constante con los compañeros que tienen una visión diferente, lo que es una experiencia muy enriquecedora para ellos. Estos cursos son muchas veces un alto necesario en el camino para tomar perspectivas sobre lo que hacen, plantear nuevos horizontes y escalar más rápidamente en el terreno de las responsabilidades dentro de la propia empresa. Es bonito ver también cómo el día de la graduación quieren seguir guardando contacto con sus compañeros y con la escuela. Tanto es así que ya contamos con una base de antiguos alumnos muy potente, más de 15.000 en el área de estudios empresariales.

-A partir de ahora, ¿qué líneas seguirán?

-Lo que queremos hacer ahora es competir a escala internacional y afortunadamente tenemos, en este sentido, grandes competidores en España con los cuales nos queremos medir, como el Instituto de Empresa de Madrid. Para ello nos tenemos que diferenciar y lo queremos hacer en cuatro elementos: el del legado del pasado, es decir calidad y excelencia en lo que ofrecemos a todos los alumnos de todas las edades. Formación para que tengan un gran dominio de las nuevas plataformas de negocio. Enseñanza de una forma de pensar innovadora y emprendedora, y por último queremos directivos con alma, que tengan en cuenta que la empresa no debe ser un problema sino una solución en temas como por ejemplo en el de la sostenibilidad. Deusto, tanto la ESTE como la Comercial, han dado al país probablemente más de la mitad de sus hombres y mujeres de las empresa ilustres y de prestigio. Partimos de ahí y nuestro objetivo es dar el gran salto y pasar a formar personajes de prestigio para el ámbito internacional.

- ¿Qué nombres podría darme de esas personas destacadas del panorama nacional a las que han formado?

-Nuestro Consejo de Administración está formado básicamente por antiguos alumnos de Deusto, tanto de la ESTE como de la Comercial. Nuestro presidente es Alfredo Sáenz, que es a su vez vicepresidente segundo y consejero delegado del Grupo Santander. Nuestro Vicepresidente, Alejandro Echevarria, es también el presidente de Telecinco. Además contamos con otros miembros destacados como son Xabier Iturbe, presidente de Kutxa, Xabier de Irala ex-presidente de Iberia y BBK, Juan María Nin, director general de La Caixa o José María Bergareche, vicepresidente de Vocento.