El Eibar fue víctima de sus errores

Las dos derrotas que ha sufrido el Eibar en lo que llevamos de Liga, aunque resulte paradójico, han sido en Ipurua. La primera, ante el Mirandés. Y ayer, frente al Athletic B. El Eibar no jugó bien. Ya el escenario fue realmente frío, sin tensión. No hubo ambiente de fútbol. Tampoco el cuadro armero hizo mucho para contagiar alegría.

Fue una tarde aciaga, para no recordar, de ésas que salen torcidas y que resulta imposible enderezarlas. El cuadro armero no se encontró cómodo, ni pudo hacerse con un juego que desequilibrara al Athletic B. Al Eibar no le valió el oficio. El conjunto rojiblanco, en cambio, pese a su juventud, se mostró como un equipo experimentado, sabiendo lo que quería y muy consciente de cómo tenía que jugar ante el Eibar.

El Athletic B sacó provecho a los errores armeros. El juego azulgrana echó en falta referencias, especialmente arriba. No carburó ninguno de los hombres ofensivos, ni Souto, ni Lago Junior, ni Cuevas. Hubo otra circunstancia que no se puede pasar por alto. El Eibar trató de salir desde atrás jugando, combinando, pero cometió errores que desembocaron en serios sustos.

El Athletic B perdonó en el primer tiempo unas cuantas. En la retina del aficionado armero quedó grabada la gran parada de Iruretagoiena en el minuto 21. Sacó una mano providencial. Fue una demostración de reflejos porque, en un intento de despejar, Valín remató hacia su portería. Antes, Goñi se aprovechó de un error de los armeros que dio origen a esta jugada.

Gañán tuvo una primera mitad un tanto errática y Mentxaka supo sacar partido. Se le iba al veterano jugador por velocidad. El Eibar quería jugar en corto, pero sus acciones fueron interceptadas en muchas ocasiones por los bilbaínos, que demostraban tener más velocidad y chispa que los azulgranas. El Eibar apenas creó ocasiones porque, una vez que se acercaban al área rival, no tenía profundidad.

Sí hubo una jugada que obligó a realizar una buena intervención al portero arrasatearra del Athletic, Fernández. Gañán botó una falta abierta que Añibarro remató de volea y el guardameta rojiblanco le respondió con una buena mano y el balón repelido fue enviado fuera por Cuevas. El Eibar llegaba al descanso sin transitar bien, con errores a la hora de defender y sin ideas en el momento de desbordar en los metros finales.

Empuje sin juego

Mandiola agotó los cambios en la segunda mitad para el minuto 64. Trató de buscar alternativas y apostó por Carlos Rubén, Vicent y Cascón retirando a Cuevas, Lago Junior y Souto. Buscó otra frescura, pero la aportación de los relevos fue más bien limitada. Sólo las acciones individuales del holandés Vincent, que se fue en varias ocasiones y sacó centros, crearon cierto peligro desde la banda izquierda. Fue precisamente esta banda la que estuvo muy activa, con un Erdozia que estuvo muy activo y que fue autor de varias penetraciones.

El Athletic B jugaba su partido y el Eibar continuaba cometiendo errores. Y, precisamente de un desajuste defensivo, llegó el gol. Ekiza despejó el balón. Martínez lo recogió, penetró en el área y batió a Iruretagoiena. Hubo un despiste defensivo y la linier dejó seguir la jugada, pese a la protesta enfervorecida del público.

El Eibar empujó más con el corazón que con la cabeza. A base de juego directo, córners y faltas quiso igualar, pero el Athletic B se defendió bien y su portero Fernández estuvo sensacional por arriba y por abajo a remates de Cascón y Altuna. Al final llegó la segunda derrota, pero el Eibar sigue siendo el líder. Nos quedaremos con eso.