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«No hay nada que blindar con el PP porque el PSE no va a traspasar las líneas rojas»
Patxi López, Lehendakari

«No hay nada que blindar con el PP porque el PSE no va a traspasar las líneas rojas»

Semana intensa para el lehendakari que empezó con el aniversario del Estatuto, siguió con el traspaso de las políticas activas de empleo y finalizó con la información sobre la reunión de miembros del PSE y Batasuna.

JORGE SAINZ jordisainz@diariovasco.com

Domingo, 31 de octubre 2010, 18:48

La semana que ahora acaba ha sido especialmente intensa para el lehendakari. Patxi López (Portugalete, 1959) empezó el lunes con la celebración del 31 aniversario del Estatuto, siguió el jueves con el cierre del traspaso de las políticas activas de empleo, y terminó el viernes con la información sobre la reunión de miembros del PSE y Batasuna, que le obligó a dar explicaciones a su socio del PP.

- ¿Insiste en negar que miembros de su partido, el PSE-EE, se han reunido con Batasuna?

- Sí. Tanto mi partido como la propia Batasuna han desmentido tajantemente la existencia de dicha reunión. Por lo tanto, no tengo ningún comentario más que hacer.

- ¿Sigue pensando que es inconveniente que los partidos se reúnan con Batasuna?

- Sí. Batasuna no necesita hacer relaciones públicas contando sus intenciones. Que las traduzca en hechos.

- Hace unos días el ex dirigente de HB Tasio Erkizia aseguró que existen vías abiertas entre el PSE y la izquierda abertzale.

- Las niego, aunque me imagino que a la izquierda abertzale le interesa decir que habla con todo el mundo y que despliega una actividad impresionante en ese sentido.

- ¿Está blindado su acuerdo con el PP, después del cruce de llamadas del viernes tras la polémica?

- Si nada ha habido, nada hay que blindar.

- Antes de que saltara esta polémica, los populares ya se mostraban escépticos, en especial con Zapatero. Insisto, ¿está blindado el acuerdo?

- El acuerdo de bases recoge principios democráticos para todos los casos. Y en ningún momento el Gobierno Vasco o el PSE tiene intención de superar la línea roja de los principios democráticos. Entendemos que la política que hemos hecho hasta ahora es buena.

- ¿Cuáles son las líneas rojas del Gobierno Vasco en este tema del posible final de ETA?

- Las líneas rojas son las evidentes. No se negocia políticamente con una banda terrorista ni se dialoga con una forma ilegal por pertenecer al entramado de una banda terrorista. La política y las soluciones se hacen entre partidos democráticos.

- ¿En la reunión del día 23 en Moncloa, les transmitió Zapatero la posibilidad de que ETA acepte una tregua verificable como le piden los mediadores internacionales?

- Hablamos de la realidad, no tanto de las especulaciones. Y la realidad determina que parece evidente que la izquierda abertzale se mueve, pero ETA no. La entrevista a Otegi evidenciaba un cierto avance en las respuestas, y en las no respuestas evidenciaba que ETA sigue sin hacer ni siquiera lo que ellos mismos les demandan. Si el mundo del abertzalismo radical se mueve es gracias a la política de tolerancia cero contra la violencia, la exigencia democrática a ese mundo, la unidad y el rechazo social. Eso es lo que hay que mantener.

-¿Tienen algún dato de los movimientos que pueda efectuar próximamente ETA?

- No.

- Batasuna anuncia un nuevo partido. ¿Se dan, a día de hoy, las condiciones para que pueda presentarse?

- Las condiciones son las mismas de siempre y que cumplimos los demás partidos. Son ellos los que tienen que hacer ese recorrido, que supone romper definitivamente las amarras con la violencia. Siempre ha dependido de ellos y no somos los partidos ni los gobiernos, sino los tribunales quienes tienen que decidir si cumple las exigencias básicas en un Estado de Derecho.

- ¿Puede asegurar como pide el PP que Batasuna no va a estar en las elecciones?

- El PP sabe que ni el lehendakari ni un partido ni un gobierno pueden impedir o provocar ese tipo de cosas. Es la justicia quien adopta las decisiones.

- ¿Ha hablado con el Gobierno español de lo que harían la Abogacía del Estado y la Fiscalía en un escenario de tregua verificable y nuevos estatutos de Batasuna?

- Primero hay que saber qué es un alto el fuego verificable. Si es para constituir una mesa para hablar de lo que ETA quiere, tutelando esa mesa, eso no vale para nada. No vamos a aceptar la tutela de una banda terrorista para hablar de política.

- ¿En qué cambiaría la situación si se decreta una tregua bajo verificación internacional?

- Que una banda terrorista deje de matar y extorsionar siempre será una buena noticia. Pero la sociedad vasca lo que espera es su desaparición. Estos días estamos todos algo nerviosos hablando de una cosa que no ha ocurrido, ni sabemos cómo se va a producir, ni si se va a producir. Este asunto requiere mucha tranquilidad e inteligencia para no equivocarnos, porque un paso equivocado nos retrotraería en el camino en el que hemos avanzado en los últimos tiempos y eso no es bueno para nadie.

- ¿Qué le parece el papel de los mediadores internacionales?

- Respeto todos los papeles, pero la solución a este problema se tiene que dar aquí, en casa, entre los vascos. Mucha gente nos quiere poner otros ejemplos, pero el ejemplo lo tenemos que dar nosotros con nuestras propias características. No se ha producido nada similar a Irlanda o Sudáfrica. En Irlanda el brazo político fue capaz de arrastrar al IRA hacia la política y provocar su desaparición. Aquí, de momento, no lo hemos visto.

- ¿No cree que Batasuna está logrando tomar la delantera a ETA?

- Eso tiene que demostrarlo con hechos, no con entrevistas ni comunicados. No sé por qué tienen que esperar a no sé qué movimientos de ETA para decir definitivamente que rompen con la violencia. No sé por qué se elucubra si rechazarán en el caso de atentados. Que lo rechacen desde ahora.

- ¿Tiene previsto alguna iniciativa cuando culmine la ronda discreta partidos, con la información que recabe?

- Primero vamos a acabarla y sacar conclusiones. Lo más importante es mantener unidad en la lucha contra el terrorismo y el camino de la pacificación. Sería muy contraproducente tomar decisiones que sirvieran para adoptar discrepancias. Si un valor hemos tenido a raíz de los últimos comunicados de ETA, es que todos hemos trasladado el mismo mensaje a la sociedad. Una primera conclusión es que vamos a seguir manteniendo los contactos para que haya un diálogo permanente con los partidos democráticos sobre este tema, y también sobre otros.

- ¿Van a seguir siendo discretos

- Sí. Puede llegarse a un momento en que decidamos hacerlos públicos, pero ahora no es el momento.

«Me reuniré con Urkullu»

- ¿Va a hablar con Urkullu dentro de esta ronda?

- Claro. Es el interlocutor del PNV, su presidente, y es con el que debo tener esas relaciones. No está cerrado el día, pero creo que va a aceptar.

- ¿Con actuaciones como la ronda, se ha acercado usted a las tesis que lleva meses defendiendo su compañero Jesús Eguiguren?

- ¿Y cuáles son las tesis de Eguiguren?

- Le pedía antes de verano que fuese más proactivo ante los movimientos que podían darse en Batasuna en estos meses.

- Pero Jesús también decía que había que mantener la política de firmeza liderada por este Gobierno y este lehendakari, y que si ese mundo se ha movido es gracias a que hemos hecho una determinada política que ha tenido éxito para llegar a esta situación. Y Jesús lo que manifestaba era la esperanza de que una vez que vamos en el buen camino, que sea sin retorno, y que es bueno dibujar esos posibles escenarios de futuro. La diferencia es que yo prefiero dibujar escenarios en base a hechos, no a esperanzas, pero no hay ninguna diferencia más con Jesús.

- Pero, no negará que de su postura de esperar a ver qué pasa a la de ahora de hablar con los partidos sí se aprecia, al menos en mi opinión, un cambio.

- Pues dígalo.

- ¿Va a liderar Zapatero el final de ETA, quedando el lehendakari en un segundo plano?

- No se trata de protagonismos cuando están en juego los intereses del país. Todos somos fundamentales para avanzar en el camino de la paz. En este caso corresponde más al País Vasco el protagonismo, en el buen sentido, no en el de la medalla, de adoptar decisiones. Y eso lo entiende perfectamente Zapatero.

- ¿En ese supuesto, no debe ser el Gobierno Vasco quien lidere o lleve la iniciativa?

- ¿Y quién ha dicho que no va a ser así?

- Personalmente tengo la sensación, después de escuchar a Zapatero la semana pasada, que sus ritmos en este tema son más lentos que los del presidente.

- Yo creo que son los mismos ritmos. ¿Ha habido alguna modificación sustancial en la política antiterrorista que hacemos el Gobierno de España o Euskadi? Él reconoce que ese mundo se está moviendo, y yo también; él ha dicho que es insuficiente y yo también; él ha dicho dónde están las necesidades reales y las condiciones, y yo también.

- Él dijo también que esos movimientos de la izquierda abertzale «no serían en balde». ¿Usted también?

- Si hay un movimiento definitivo de la izquierda abertzale rompiendo con la violencia, cumpliendo las exigencias democráticas, no es en balde porque eso les permitirá en el futuro, cuando lo hagan, hacer política, pero porque lo marca la ley, no porque lo digan ni Zapatero ni Patxi López. Pero la pelota está en ese tejado, no caigamos en el error de ponerla en el nuestro en base a una serie de elucubraciones.

- ¿Qué cosas le parecieron inéditas de la entrevista a Otegi?

- Habla de cosas que no habíamos oído hasta la fecha: que la violencia es contraproducente para sus planteamientos, que la kale borroka y la extorsión no forman parte de lo que ellos quieren hacer... Faltan los hechos, oponerse, rechazarlo y evitarlo. Y en lo que no respondía, en su mayoría preguntas sobre ETA, se entreveía que ETA no se movía. Más que una exigencia a ETA había un llamamiento.

- ¿Cree que su puesta en libertad puede ayudar a que haya avances en Batasuna?

- Está en la cárcel por una condena de un tribunal. Y hasta ahora ese mundo ha hecho algún progreso con Otegi en la cárcel. Yo no determino quién sale o quién entra. Quiero que cumpla la condena como todo el mundo y que ese mundo evolucione con Otegi o sin Otegi.

- ¿Puede usted contar con el PNV en la pacificación?

-Tiene que estar a la altura de las circunstancias. Tenemos una responsabilidad compartida y la primera es no equivocarnos y tener claro por qué hemos llegado hasta aquí. El PNV es una pieza básica, como lo es el PP.

- ¿El entendimiento con los jeltzales se puede quebrar en función de cómo solvente sus equilibrios internos, con sus matices en Gipuzkoa?

- Espero que la posición del PNV sea la que manifiesta Urkullu, y la mantengan en el tiempo.

- Usted ha querido hacer de la gestión su bandera, pero si se acelera el final de ETA, ¿la realidad le obligará a otro escenario?

- No son cosas incompatibles. La primera prioridad cuando llegué al Gobierno era conseguir la paz. Y hemos liderado una política antiterrorista que ha sido la que nos ha traído hasta aquí. Pero a la vez hay que gestionar las políticas públicas.

- Si tuviera que imaginar el final de ETA como lo describiría? ¿Cómo cree que debe ser?

- Nadie sabe cómo va a ser el final de ETA. Estos días parece que son la semana de la paz y parece que estamos con angustia y eso provoca precipitaciones y equivocaciones, y genera expectativas que puede que no se cumplan, porque hay cosas que no están en nuestras manos. Porque que ETA pueda desaparecer no está en nuestras manos, sino perseguirla.

- ¿Qué postura va a adoptar el partido ante la citación de Eguiguren como testigo en el juicio a Otegi?

- Ninguna. No es el PSE como partido quien ha sido citado, sino su presidente, a título particular.

- ¿Va a pedirle que evite cualquier referencia que pueda ser entendida como apoyo a la trayectoria política de Otegi?

- Eguiguren es lo suficientemente mayor como para saber lo que debe decir.

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