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AINGERU MUNGUÍA
Sábado, 27 de noviembre 2010, 10:48
Un sistema de transporte para los próximos cien años, no sólo para San Sebastián sino para medio Gipuzkoa. Así definió el alcalde, Odón Elorza, el proyecto del Metro de Donostialdea, cuyo estudio informativo, en lo referente a la ciudad, dio ayer a conocer en el Pleno del Ayuntamiento. Este documento, que aprobará en diciembre el Gobierno Vasco, es el texto legal que permitirá empezar a redactar los proyectos constructivos. Las obras podrían comenzar en 2013 y el nuevo modo de transporte podría ser una realidad en 2017.
Tras darse a conocer el pasado fin de semana que el Metro tendrá un ramal hasta Egia para pasar por Atotxa y lograr así en este punto la máxima intermodalidad -TAV, trenes de cercanías, Metro, y autobuses urbanos e interurbanos-, ayer se desvelaron las últimas incógnitas sobre dónde estarán las estaciones y las bocas de acceso.
La conversión del Topo en un Metro comarcal -de Irun a Lasarte- tendrá 17 paradas en San Sebastián. Diez de ellas serán totalmente nuevas porque el Topo no para hoy en estas zonas (Altza, Intxaurrondo, Riberas de Loiola, ambulatorio de Amara, plaza Zaragoza, Matía y Venta Berri, además del ramal que parará en avenida de la Libertad, Atotxa y plaza Luis Martín Santos); una estación en superficie pasará a ser soterrada (plaza Easo); cuatro apeaderos se reformarán totalmente (Errekalde, Añorga, Loiola y Herrera); y sólo dos estaciones permanecerán sin cambios al ser nuevas: Anoeta y Lugaritz.
Elorza explicó los últimos datos que faltaban por conocerse del paso del Metro por el centro de la ciudad. A partir de la estación soterrada de Anoeta, la línea continuará por el paseo Errondo y parará en una nueva estación soterrada que habrá a la altura del ambulatorio de Amara y que también dará servicio al nuevo barrio de Morlans. Este apeadero estará a una profundidad de 5 metros. La línea continuará hacia el centro de la ciudad y habrá una nueva estación a 23 metros de profundidad bajo la calle Salud de Amara Viejo que tendrá bocas de acceso en la plaza Easo (donde estaban los antiguos urinarios) y en la calle Autonomía. La siguiente estación será la más céntrica de todas: el Metro se detendrá en la plaza Zaragoza y sus bocas de acceso saldrán a la calle Zubieta (para ir a La Concha) y a la esquina de las calles Urbieta y San Martín (junto a la Fnac y el Buen Pastor).
El trazado continuará bajo el paseo de La Concha y el palacio Miramar para detenerse de nuevo en el corazón de El Antiguo (a 22 metros de profundidad) con bocas de acceso en la calle Matía (esquina plaza de Gascuña) y paseo de Hériz. El trazado seguirá bajo la calle Aizkorri y se detendrá entre esta calle y la avenida de Zarautz en una nueva estación soterrada a 16 metros de profundidad, que tendrá bocas de acceso en las calles José Goikoa (junto al instituto Luberri) y Eugenio Imaz (cerca de bi Lorea). Finalmente, la línea hará un trazado en forma de 'S' para empalmar con la actual estación de Lugaritz en dirección a Añorga.
La línea principal del Metro se complementará con un ramal que desde la plaza Zaragoza llegará hasta Egia con paradas en avenida de la Libertad, Atotxa y plaza Martín Santos. Este trazado está justificado para conectar con la Estación del Norte, punto donde confluirán todos los sistemas de transporte: Metro, Renfe cercanías, TAV, autobuses urbanos e interurbanos. Será un tren subterráneo ligero (TSL), sin conductor, el que realice este recorrido de 1.500 metros (deberá pasar bajo el río) hasta enlazar con el Metro.
«Es un proyecto de transporte para 100 años», afirmó el alcalde, por lo que es necesario lograr «que sea ejecutado de forma irreversible». No es una infraestructura para San Sebastián, aunque los donostiarras se beneficiarán muy sustancialmente, sino para «medio Gipuzkoa». «Se trata, no de construir un Metro al uso, sino de prolongar el trazado del Topo por el centro de la ciudad para que un irundarra, un pasaitarra o alguien de Intxaurrondo y Altza llegue de forma rápida, sin transbordos, hasta La Concha, el campus universitario o Errotaburu». Hay que tener en cuenta que el 60% de los conductores que circulan por las calles de San Sebastián son de fuera de la ciudad. Los estudios hablan de que de los actuales 7 millones de viajeros anuales del Topo se pasará con el Metro a 25 millones.
Según las previsiones, el verano que viene se podrían encargar los proyectos constructivos, para licitar la obra a finales de 2012, comenzar los trabajos en 2013, e inaugurar la infraestructura en 2017. La inversión estimada para las obras entre Anoeta y Lugaritz (nuevo trazado y 5 estaciones) ronda los 220 millones de euros, a lo que hay que añadir los 35 millones que costará el ramal a Egia. «No tenemos que tener miedo a defender una actuación con este coste, cuando se están invirtiendo cientos de millones de euros para actuaciones ferroviarias en otras localidades con menor rentabilidad social», alegó el alcalde. El Ayuntamiento cederá el 15 % de los aprovechamientos urbanísticos que se obtengan para financiar el Metro. «No pretendemos sacar plusvalías, pero lo que está claro es que no vamos a poner dinero, como no lo ha puesto ni Bilbao ni ninguna localidad por la que se han realizado actuaciones ferroviarias», aclaró Elorza.
El concejal del PP Carlos Sancho recordó que su partido propuso hace 13 años lo que hoy se va a llevar a cabo. «En 1997 lanzamos la idea» de dos líneas de Metro circulares en forma de '8'. «En 2000 encargamos un anteproyecto que nos decía que costaría 77.500 millones de pesetas (450 millones de euros), pero usted sr. alcalde apostaba por el tranvía. Hemos perdido 10 años. Hay que impulsar el proyecto, darse prisa y hacer el máximo número de estaciones. No tiene sentido dejar fuera a Gros. Se puede hacer por fases, pero hay que ser ambiciosos».
El portavoz del PNV, Xabier Ezeizabarrena, dijo que es llamativo que Elorza hiciera una comparecencia en el Pleno para un asunto que no es de competencia municipal. «Actúa como delegado de Patxi López y Arriola». Afirmó que el desdoblamiento del Topo no es algo del actual Gobierno Vasco sino que empezó a ejecutarse con el anterior.
La concejala Duñike Agirrezabalaga, Aralar-Alternatiba, consideró el proyecto de Metro «un sueño que esperemos se haga realidad», ya que será un sistema de transporte «mucho más amable con la ciudad que el tranvía», que permitirá «la convivencia con los autobuses».
Para Ricardo Burutaran, el proyecto del Metro es «interesante» porque «evita nuevos problemas circulatorios» con los coches y además permite «recuperar espacios públicos». La concejala de Hamaikabat, Jaione Arratibel, consideró que el estudio informativo del Metro no aporta nada sustancial respecto a la declaración institucional que apoyaron en marzo todos los grupos del consistorio.
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