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En el aire. Vista de Chillida-Leku, con una escultura en primer término, ayer por la mañana, bajo la lluvia. :: JUAN HERRERO / EFE
Chillida-Leku cierra el 1 de enero a la espera de un rescate institucional
MUSEOS

Chillida-Leku cierra el 1 de enero a la espera de un rescate institucional

Gobierno Vasco, Diputación y Ayuntamiento quieren un cambio de gestión que garantice la supervivencia del centro. La familia Chillida ha presentado un ERE mientras continúa la negociación para salvar el museo de Zabalaga

ALBERTO MOYANO

Jueves, 2 de diciembre 2010, 09:09

Si tiene previsto conocer o revisitar Chillida-Leku tiene los próximos treinta días para hacerlo. A partir del 1 de enero, se abre el terreno de la incertidumbre, después de que la familia del escultor donostiarra -propietaria del museo-anunciara ayer su cierre a partir de esa fecha. La familia Chillida anunció la presentación de un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal para los 27 trabajadores y el cierre del centro debido a «la situación de déficit» que sufre en los últimos tiempos, a la espera de que fructifiquen las negociaciones con las instituciones. Éstas, por su parte, reiteraron su disposición a negociar un acuerdo siempre que implique un cambio en el modelo de gestión del museo.

Diez años y 810.000 visitas después de su inauguración, el museo hernaniarra confirmaba ayer un cierre con vocación temporal, pero que se venía anunciando desde largo tiempo atrás. El comunicado emitido a primera hora por el «Museo Chillida-Leku y la familia Chillida», que cogió por sorpresa a las instituciones, reitera su disposición «a un acuerdo que respete las condiciones que considera imprescindibles para asegurar la continuidad» del museo «tal y como las definieron Eduardo Chillida y Pilar Belzunce». La familia Chillida recordaba en el mismo que el centro de Zabalaga es «el primer museo de arte de Gipuzkoa en número de visitantes y lo sitúa (...) entre los cuatro principales del País Vasco».

Lo cierto es que ni la afluencia de visitantes -menguante en los últimos tiempos-, ni el incuestionable valor de la obra expuesta, ni las sucesivas medidas que en los últimos años se han adoptado por parte de las instituciones públicas para enjuagar el déficit que generaba el centro han servido hasta el momento para dar con la clave de una fórmula que garantice su supervivencia.

Las instituciones reiteraron ayer su voluntad de llegar a un acuerdo con la familia y su apuesta por mantener abierto Chillida-Leku. En todos los casos, apelaron a la discreción para permitir que las conversaciones lleguen a buen puerto. Así, desde el departamento de Cultura del Gobierno Vasco se recordó que, fruto del «compromiso» del Ejecutivo por ayudar a su continuidad, la Consejería de Blanca Urgell negocia yacon la familia Chillida y «a varias bandas» sobre la base de «un sólido informe de situación tanto de la gestión del espacio actual como de la propiedad del mismo» elaborado durante el último año. El objetivo de este informe, según Cultura, debería servir «para emprender una negociación a varias bandas que, de resultar exitosa, asegure la continuidad futura de Chillida Leku».

«Gestión sostenible»

El departamento de Cultura se remitía en su nota a este «proceso de negociación» que deberá desembocar, a su juicio, en un doble acuerdo: «Un modelo de gestión sostenible para el espacio y un estudio de posibilidades de compartir la propiedad patrimonial del mismo».

En similares posiciones se mantiene la Diputación Foral de Gipuzkoa. Su portavoz, Eneko Goia, insistió ayer en la voluntad de la institución foral de ser «respetuosa» con los plazos de las negociaciones que mantiene con la familia del escultor para «ver las posibilidades» de acometer los problemas económicos que el centro de Hernani atraviesa. Goia recordó que, al igual que el Gobierno Vasco, la Diputación mantiene desde hace tiempo un contacto con la dirección del museo para «ver cuáles pueden ser las posibilidades que hagan que ese objetivo se cumpla, es decir, el poder garantizar que el Museo siga teniendo sus puertas abiertas». También la diputada foral de Cultura, María Jesús Aranburu, recurrió a la «discreción» como mejor forma de conseguir que lleguen a buen puerto las negociaciones sobre las distintas posibles soluciones.

De hecho, según ha podido saber este periódico, la institución foral está dispuesta a asumir en parte los gastos de mantenimiento del museo a cambio de una presencia en la dirección del centro, que funcionaría bajo una gestión económica profesionalizada.

Tanto la postura del Gobierno Vasco como la de la Diputación Foral han encontrado hasta el momento el rechazo de la familia Chillida, opuesta a ceder el control de la gestión del Museo y más aún a hacerlo con la propiedad del patrimonio que alberga Zabalaga.

En cuanto al Ayuntamiento donostiarra, el alcalde Odón Elorza lamentó lo que calificó de «cierre temporal» del centro, a la vez que lo consideró una noticia «esperada» y una «consecuencia lógica» del «esfuerzo estoico que la familia Chillida Belzunce ha venido soportando estoicamente en los últimos tiempos». Elorza insistó en reclamar «la constitución de una mesa de trabajo resolutiva con carácter inmediato entre las instituciones, tanto estatales como autonómicas». El alcalde reclamó «una solución al museo desde la base de un cambio de modelo de gestión y en negociación con la Fundación Chillida Leku».

El alcalde donostiarra compartía además una reflexión personal: «No creo que hacemos bien en plantear y en crear nuevas ofertas culturales de envergadura y en comprometer elevadas inversiones y gastos corrientes para su posterior funcionamiento, sin tener en cuenta la existencia de otras instalaciones o festivales de trascendencia que representan la oferta cultural singular del País Vasco, pero que malviven con presupuestos escasos y ayudas insuficientes. Es el caso de Chillida Leku o el Festival de Cine de San Sebastián».

Se garantiza la conservación

En cualquier caso, la dirección del museo garantiza que a partir del próximo 1 de enero «se seguirán llevando a cabo todas aquellas actividades paralelas que desempeñan con independencia del cierre al público, como son la conservación del patrimonio artístico o la realización de exposiciones nacionales o internacionales, entre otras».

Chillida-Leku cumplió en septiembre su décimo aniversario, efeméride que el director del museo, Luis Chillida, aprovechó para recordar las dificultades que amenazan la supervivencia del centro que un día soñaron sus padres, Eduardo Chillida -fallecido en 2002- y Pilar Belzunce, presidenta del patronato que dirige la Fundación Zabalaga, en la que están presentes los hijos del artista. En aquella ocasión, Luis Chillida planteó la posibilidad de abrir el centro a exposiciones temporales de otros grandes creadores como forma de renovar el atractivo del Museo y evitar así que, más allá de las exposiciones temporales, su recorrido se agotara en una visita. Eso sí: el hijo del escultor advirtió de que esta opción obligaría a construir un nuevo edificio en las doce hectáreas que rodean Zabalaga ya que el caserío no reúne las dimensiones adecuadas.

Chillida-Leku se inauguró en septiembre de 2000, en un acto que contó con la presencia de los Reyes, y los entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder.

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