Eguiguren se pone el lazo verde

Jesús Eguiguren sorprendió ayer en el Parlamento Vasco con el lazo verde que llevaba en la solapa de su chaqueta. Pero el presidente del PSE-EE y parlamentario no hacía más que dar continuidad a la iniciativa impulsada el pasado lunes por la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Rafaela Romero.

La dirigente socialista lució en una entrevista en ETB un lazo verde, que explicó que significaba la esperanza del logro de la paz en Euskadi, en un escenario, el actual, en el que se habla abiertamente de la posibilidad de un final de ETA. Romero decidió colocarse un lazo verde como compromiso con la esperanza de paz, después de un acuerdo con varios amigos, de distintas sensibilidades ideológicas.

Y Eguiguren, que también es marido de la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, decidió llevar este símbolo de paz y esperanza al Parlamento Vasco. El dirigente socialista entiende que este lazo puede aglutinar a todo el arco político vasco, porque quien se lo pone reivindica que «quiere la paz ahora y cualquiera puede suscribir esto al margen de diferencias ideológicas».

Llamamiento

El lazo verde en la solapa de Eguiguren despertó la curiosidad del lehendakari, Patxi López, que le preguntó por ello, al igual que hicieron parlamentarios del PNV y otros grupos. Eguiguren hizo un llamamiento a la ciudadanía a que se anime a colocarse este símbolo de paz.

El presidente del PSE-EE se ha destacado por ser uno de los políticos vascos más esperanzados en que se va a abrir un nuevo tiempo político en Euskadi. El dirigente socialista participó en las conversaciones del fallido proceso de paz de 2006, y es uno de los políticos vascos que más se ha implicado en la búsqueda del final de la violencia y el compromiso con las víctimas del terrorismo.

Por su parte, Romero destacó que se colocó el lazo porque «el tiempo de la esperanza se abre», pese a algunas «lagunas» que obligan a «la cautela». En este sentido, cree que la izquierda abertzale ilegalizada está dando pasos «importantes» y no descarta «pronunciamientos más contundentes» en próximos actos. No obstante, matizó que necesita «el acompañamiento de ETA», que «no ha respondido» a la petición de «una tregua definitiva, verificable e irrevocable».