El Bidasoa-Irun fue arrollado por un Teucro superior

Había dicho el entrenador Fernando Herrero durante la semana que iba a ser muy complicado ganarle al Teucro. Que el Bidasoa-Irun iba a tener que hacer uno de esos partidos en los que todo sale bien si quería sacar algo positivo del choque ante el cuadro gallego. Pues bien, los bidasotarras rayaron el ridículo en una primera parte en la que el partido quedó sentenciado (10-20) y acabaron perdiendo por trece goles (25-38). Y eso que los gallegos bajaron el pistón.

Y es que los goles que recibieron los de Irun en la primera parte podrían ser tranquilamente los que encaja cualquier equipo en un partido entero. Los de Fernando Herrero no supieron como defender ni a Da Silva, ni a Unanue, ni a Salgado... y recibieron veinte goles antes de que el choque llegara al descanso.

No hace falta decir que el 6-0 defensivo no dio ningún resultado. El Teucro las metió de todos los colores. Desde los extremos, con lanzamientos lejanos, jugando con el pivote, en penetraciones... Los de amarillo se debieron olvidar por momentos que el balonmano es un deporte de contacto.

Y en ataque tampoco hubo nada que rescatar. Pérdidas de balón y fallos por doquier en la dirección, pero eso no es lo peor. El partido empezó con un rotundo 2-7, pero los bidasotarras fueron capaces de volver a meterse en el partido (4-7). Entonces Marius Lepp se tiró una rosca en un contraataque y falló y en el siguiente ataque Bernatonis pecó de individualismo y lanzó a portería en una situación demasiado forzada.

Esto propició que el Teucro empezara a abrir una brecha que iba a acabar siendo escandalosa. El Bidasoa se fue diez abajo al descanso, llegó a tener catorce goles de desventaja en la segunda parte (14-28 o 18-32) y acabó perdiendo por trece con el 25-38 final. Al menos, los jugadores más jóvenes lo dieron todo en los últimos minutos.