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Un accidente del Topo registrado en Amara en el año 1916. :: KUTXA FOTOTEKA
El Topo se adentraba en sus inicios en el centro ciudad
LA CALLE DE LA MEMORIA

El Topo se adentraba en sus inicios en el centro ciudad

1912 Viaje inaugural del ferrocarril de vía estrecha, «una de las líneas mejor hechas y más suaves»

MIKEL G. GURPEGUI

Martes, 7 de diciembre 2010, 03:05

Lo recogía así el periódico 'La Constancia': «Desde hoy cuenta Guipúzcoa con una nueva línea férrea para el tránsito de viajeros y conducción de mercancías; vía importantísima, no sólo por las comodidades que puede reportar al público en viajes rápidos que puede hacer y en la importación y exportación de sus géneros, sino por las condiciones en que está construído, el nuevo ferrocarril de San Sebastián a la frontera francesa».

Aunque parezca faltar alguna palabra en la frase, entendemos la importancia de la inauguración, el 5 de diciembre de 1912, de la línea de ferrocarril de vía estrecha entre Donostia e Irún, de ese Topo llamado ahora a ser la base del futuro Metro de Donostialdea.

Por cierto, que la línea fue popularmente conocida como Topo desde el primer momento. Así lo comprobamos en 'La Constancia' del 6 de diciembre de 1912, donde leemos: «Se le había bautizado, como vulgarmente se dice, con el nombre de ferrocarril o tranvía topo, por los numerosos túneles que tiene, pero su construcción es sólida, bien merece que se le haga justicia, diciendo que es una de las líneas mejor hechas y más suaves de cuantas hoy pasan por tierra guipuzcoana».

Sería el 12 de diciembre de 1912 la primera ocasión en que aquel ferrocarril trasladase a viajeros de a pie, aunque el trayecto inaugural tuvo lugar unos días antes, el 5. Entonces fue cuando el Topo cubrió por vez primera la distancia entre San Sebastián e Irun, ocupado por las autoridades y los promotores del nuevo servicio.

Si ahora se planea prolongar el Topo por el centro de San Sebastián, hay que recordar que en sus inicios ya se adentraba por las calles más céntricas, realizando algo más de dos kilómetros de recorrido urbano, puesto que desde Amara seguía por Prim, Getaria y Churruca hasta llegar a la terminal de la calle Peñaflorida, junto a la plaza de Gipuzkoa.

De allí partió el viaje inaugural. «La presencia del nuevo tranvía en la plaza de Guipúzcoa a las once de la mañana, llevó la curiosidad a las personas que por allí pasaban y pronto se reunió mucha gente que contemplaba con muestras de regocijo los hermosos coches construidos con material belga que se destinan a la conducción de viajeros. Estos coches salieron de la plaza de Guipúzcoa a las once y minutoscon los invitados de San Sebastián, entre los que se contaban representantes de la Diputación, del Ayuntamiento, Prensa y algunas personas particulares».

A Oiartzun por 50 céntimos

El trazado de vía estrecha, que contaba con doce túneles, fue proyectado por Manuel Alonso Zabala, actuando como contratista José Ochandiano.

En su arranque hace 98 años, el Topo contaba con vagones de primera y de segunda clase. Inicialmente, el precio de un billete desde la plaza de Guipúzcoa al barrio de Loyola era de 25 céntimos en primera y 15 en segunda. Hasta Oiar-tzun era de 85 céntimos en primera y 50 en segunda clase.

El viaje de ida y vuelta de la capital a Irun (la línea no se prolongó a Hendaia hasta el verano de 1913) era de 2 pesetas, para los viajeros de primera clase, y de 1,20, en el caso de los de segunda.

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