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FERNANDO ITURRIBARRÍA
Viernes, 10 de diciembre 2010, 02:55
El arresto de Mikel Albisu, 'Antza', en octubre de 2004 retrasó un año, hasta marzo de 2006, la tregua que ETA tenía previsto declarar en la primavera de 2005 conforme a la hoja de ruta intervenida en Francia a su entonces jefe político. La documentación descubierta en su poder refleja que «en el curso del primer semestre de 2004 hubo contactos entre la organización terrorista y el Gobierno español», según declaró ayer un policía francés en el juicio de París.
El capitán Stéphane Durey, destinado en la Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial, explicó que 'Antza' había elaborado un proyecto cronológico del proceso de autodeterminación, inspirado en el modelo irlandés, que debía durar ocho años, desde 2004 hasta 2012. El calendario arrancaba en junio de 2004, tres meses después de la victoria electoral del PSOE, con «contactos informales» con el Gobierno español, mientras ETA mantenía sus «acciones militares» contra objetivos turísticos y las extorsiones de fondos.
Esta primera etapa culminaba con la declaración de un alto el fuego provisional en 2005. Un comunicado anexo, pre-datado con fecha del Aberri Eguna de 2005, preveía el anuncio de que ETA «valida el acuerdo adoptado por los partidos políticos, sindicatos y otros agentes reunidos en la Mesa para la Resolución del Conflicto en el marco del debate nacional» y decretaba la tregua. «En lo que concierne a ETA, el proceso fue retardado por el arresto de Albisu», observó Durey, que compareció como testigo.
El esquema se articulaba en torno a tres ejes de progresión: técnico, institucional y político. El primero contemplaba las negociaciones con los gobiernos español y francés que permitirían el acercamiento de los presos al País Vasco y la «rehabilitación» de Batasuna y de las organizaciones satélites ilegalizadas. El reconocimiento del derecho de autodeterminación por España y Francia se situaba entre 2006 y 2008, mientras el abandono de las armas quedaba en suspenso hasta la salida de las fuerzas armadas de los dos Estados.
El plan institucional daba paso a la creación de una asamblea constituyente de un nuevo órgano nacional vasco en el curso de 2006 y 2007. En el plano político la relegalizada Batasuna cerraba progresivamente acuerdos con las formaciones abertzales moderadas, luego con el PNV, Ezker Batua y los ecologistas y finalmente con los partidos socialistas vasco, navarro y francés. El objetivo final era acaparar el 30% de los votos del electorado.
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