Precisos preciosismos

Presenta Bide Ertzean su nuevo disco, 'Don Inorrez', con un arranque un tanto americano: 'Helpless', de Neil Young, sonando de fondo como intro, y la armónica y los aires campestremente pop de la propia 'Don inorrez'. Pero aunque flotara en el recuerdo su teloneo a Quique González en ese mismo teatro, no se deslizan excesivamente por esquemas 'country-pop' y acarician mayormente a su audiencia con unos tonos amables, ¿un tanto standard? El propio segundo título de la sesion, el vals 'Bost egun eman', es buena muestra de esa filosofía estilística.

Alternó el set delicadeza y fuerza, sosiego y tensión: la caliente 'Zurekin dantzatu nahi nuke' y el nervio de 'San Josera bidean', el bucolismo de 'Lizarbakar, la transición con 'Bide ertzean' y el empujón rítmico de 'Zuk esan' y 'Atsegin ditut'.

Ubeda anaiak y colegas dominan con pulcro perfeccionismo unas canciones de estructuras poco complejas, con arreglos cuidadosos, para unos mensajes también precisos, con acertadas aportaciones exteriores como las del poeta Jose Luis Otamendi y otras.

Una emotiva recuperación de 'Ni naiz', en recuerdo al fallecido Xabier Lete, marcó el ecuador de una sesión que contó con Gorka Urbizu (Berri Txarrak) a las voces en 'Ez dut atzera egingo', pasó por conflictos y declaraciones ('Gau ilunean', 'Badator eguna', 'Sinetsi nahi dut') y regresó a la mayor mansedumbre del nuevo disco: 'Ez nau inork espero', 'Atzo', 'Hondartzan'.

Impecables individualmente y compactamente perfectos tras una docena de años de vida, Bide Ertzean cerraron fiesta con 'Graffitti', la luminosidad de 'Zerotik hasi', la bella melancolía de 'Bakarrik bahago neguan' y el adiós final con 'Geratzen zaigun denbora' e 'Iraileko gau batean'. Impolutos.