La pastoral penitenciaria reparte un aguinaldo a cada recluso

Todos los internos de Martutene reciben un aguinaldo por Navidad. De ello se encarga desde «hace más de veinte años» la pastoral penitenciaria. Durante el mes de diciembre, se realiza una colecta a lo largo de todas las parroquias y comunidades de la diócesis de San Sebastián. Y la respuesta de los guipuzcoanos siempre es de «lo más solidaria con los internos del penal guipuzcoano», asegura el capellán del centro, Luis Miguel Medina.

El peculiar aguinaldo está cuidado al máximo detalle. En la colecta no se solicita cualquier cosa. «Se trata de productos muy concretos que les sean útiles dentro de la cárcel y que les vienen fenomenal», aclara el capellán. Los lotes navideños están compuestos de ropa interior nueva para hombre o mujer, tabaco rubio y mecheros, tarjetas de teléfono de 5 euros, calcetines, pasta y cepillo de dientes, sobres y sellos para enviar cartas, champú, gel, desodorante de barra (no de cristal), cortaúñas, pilas chancletas de baño (del 41 al 44) y turrón, del blando.

Esta semana, voluntarios de la pastoral han echado el resto empaquetando más de 300 aguinaldos. Uno para cada recluso. «Y siempre sobran objetos que se reparten durante el año a los más indigentes del centro. La Iglesia tiene que mirar por los últimos», añade Medina.

La entrega tuvo lugar el día de Nochebuena. «Lo esperan con muchas ganas. Nos dicen ¿este año también va a haber? Pues claro».

El capellán recuerda que la campaña de navidad es un acto más de la pastoral penitenciaria , que está todo el año con los presos. «Nuestro objetivo principal es anunciar la buena nueva de Jesucristo, que te salva, te libera y está contigo», recalca el capellán.

La campaña de la pastoral sirve además para sensibilizar a los guipuzcoanos sobre la situación de los presos privados de libertad «que se merecen todos los derechos a pesar de sus delitos y condenas». No en vano, como recuerda Medina, «los días navideños, que son más de familia, los internos acusan más esta pena. Estos días estamos más con ellos para que sientan que no están solos».

Durante estas fechas, se realizan celebraciones eucarísticas en la que los «presos participan de forma activa y hay más confesiones». Eso sí, no hay misa del Gallo. «Los horarios de la prisión son estrictos. A esa hora están en la celda». El día de Reyes el obispo José Ignacio Munilla presidirá la misa de la cárcel junto al capellán.