Desalojan un cotillón en Donostia tras una avalancha en el ropero

Cientos de jóvenes que acudieron al cotillón de fin de año organizado por primera vez en el Palacio del Hielo Txuri Urdin de Donostia no recibieron el Año Nuevo tan bien como lo habían planeado. El recinto, con capacidad para 2.700 personas, tuvo que ser desalojado por la Ertzain-tza hacia las siete y media de la mañana cuando se produjo una avalancha en la zona del guardarropa, informó el Departamento vasco de Interior en una nota de prensa.

Según precisaron las mismas fuentes, no se registraron heridos graves, pero sí hubo un joven de 18 años evacuado al Hospital Donostia y varios que sufrieron hematomas y cuadros de ansiedad por los momentos de nerviosismo que se vivieron hasta que todo el mundo fue obligado a abandonar las instalaciones «como medida de precaución».

La fiesta, que contaba con los permisos de la dirección de Juegos y Espectáculos del Gobierno Vasco, había terminado una hora antes del incidente. Los más de dos mil asistentes empezaron entonces a salir de la pista de hielo habilitada como zona de baile hacia la zona del guardarropa. Los primeros adolescentes que se anticiparon pudieron salir sin contratiempos, según relataron algunos de ellos aliviados de «haberse librado» del indeseado desenlace festivo. Pero en un momento dado, la zona se convirtió en un cuello de botella debido a la acumulación de personas que esperaban para coger sus abrigos.

El Departamento de Interior recibió varias llamadas de particulares y por parte de los responsables del recinto, indicaron desde la Ertzaintza, que desplazó al lugar varias patrullas para desalojar las instalaciones. A la vista de «la situación de posible riesgo para las personas» que allí dentro se encontraban, se movilizaron varios recursos sanitarios desde el centro de coordinación SOS Deiak 112 y también acudió la Policía municipal.

El susto se saldó con un joven de 18 años evacuado al Hospital Donostia. El personal sanitario atendió en el lugar a varias personas que sufrieron hematomas por los empujones, caídas y pisotones sufridos en los momentos de mayor tensión en el interior del Palacio del Hielo. Algunas tuvieron que ser atendidas con cuadros de ansiedad, precisó el Departamento de Interior.

Cuatro horas en la calle

Controlada la situación, cientos de jóvenes permanecieron en la calle hasta cuatro horas para volver a poder entrar a las instalaciones, esta vez de forma ordenada y en grupos reducidos, y recoger sus prendas del guardarropa. Durante la espera, los sanitarios repartieron mantas térmicas a los afectados. Empezaron a llegar también decenas de padres que, alertados por sus hijos, acudieron a su rescate. Algunos de ellos, relataron varios jóvenes que asistieron a la fiesta, también pensaron en el frío que estaban pasando los asistentes, especialmente ellas que vestían prendas con los brazos descubiertos.

En las siguientes horas, padres y jóvenes que habían pasado la noche en el recinto regresaron al lugar, junto al estadio de Anoeta, para recoger sus prendas, mientras los responsables de la organización del cotillón limpiaban los accesos a las instalaciones.

La Unidad de Juego y Espectáculos del Departamento de Interior ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. Aunque agentes de esta unidad verificaron la misma noche el cumplimiento del aforo, se investiga el posible exceso de capacidad en el recinto, indicaron desde Interior.