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BENITO URRABURU
Martes, 4 de enero 2011, 08:59
«Sé lo que me ha contado Andrey desde el hospital. Cuando hablé con él tenía puesta una mascarilla con oxígeno, pero se le entendía bastante bien. Me dijo todo lo que le había pasado y la verdad es que no entiendo que para robarle una bicicleta tuviesen que pegarle, maltratarle», afirma su director, José Luis Jaimerena.
Andrey Amador se encuentra en bastante buen estado después del ataque que sufrió por parte de unos delicuentes que le asaltaron en el último entrenamiento del pasado año, en las cercanías de Cartago (Costa Rica), donde vive.
José Luis Jaimerena, director del equipo Movistar, la formación en la que va a correr Andrey Amador en 2011, ha sido quien ha estado en contacto con el corredor: «Estaba previsto que fuera a correr en la Vuelta a San Luis (Argentina), pero no irá. Todavía no sabemos con quién vamos a sustituirle. Lo último que sé es que del problema que tenía en los riñones se ha recuperado, que ya le funcionan. Tiene algo encharcado un pulmón, pero está mejor. Parece que no va a tener ningún problema para seguir corriendo, aunque hay que esperar».
Según le contó el corredor a José Luis Jaimerena, y antes a su hermano Iván, la secuencia del robo es una auténtica película. «Estaba entrenando en solitario subiendo un puerto cuando le adelantaron dos vehículos. Poco después se los encontró cruzados en la carretera. Se dio la vuelta y cuando bajaba a tope se encontró otro coche cruzado. Se metió por una pista de montaña y volvió a encontrarse los coches al final del camino», explica Jaimerena.
El relato de los hechos por parte del técnico navarro resulta espectacular: «Dejó la bicicleta y se puso a correr a pie. Según me ha dicho le dispararon con balas de goma y le golpearon con algo eléctrico. Tiene marcas en el cuerpo, pero ningún agujero. Apareció tirado junto al cauce de un río. Logró llegar a una carretera que había a 400 metros y encontró un supermercado del que le dejaron llamar a su hermano, que fue a buscarle para llevarle al hospital».
El relato que ha hecho su hermano Iván desde la capital de Costa Rica, a donde fue trasladado, coincide el de Jaimerena: «Le dejaron inconsciente y muy probablemente después le golpearon. Estuvo alrededor de seis horas inconsciente cerca de un río y cuando despertó, ya a última hora de la tarde, y nos llamó por teléfono, fuimos a recogerle», contó su hermano.
Amador no quiso ir en primera instancia al hospital. Se fue a su casa y comenzó a tener vómitos, malestarr, mareos: «Parecía que sólo tenía golpes y magulladuras, pero a la mañana siguiente comenzó a vomitar y tuvimos que ingresarle», sigue explicando su hermano Iván.
Cuando le ingresaron, primero en un hospital público y luego en uno privado, el Hospital de México, los médicos se encontraron con que uno de sus riñones no funcionaba debido a los golpes que le dieron. Además tenía una contusión pulmonar.
Según su hermano: «Está atendido por los mejores especialistas del país y cada hora que pasa parece mejorar. Él está consciente, animado y salvo complicación en las próximas horas su recuperación, aunque un poco lenta, va por buen camino».
José Luis Jaimerena no terminaba de entender, desde la lejanía, tantos problemas para robarle una bicicleta, aunque también le quitaron todo lo que llevaba encima en el momento del entrenamiento, las llaves de casa, el móvil y algo de dinero.
«Andrey es fuerte físicamente y va mejorando por horas, por lo que estamos más tranquilos. Lo del encharcamiento del pulmón parece que también mejora, por lo que dentro de lo malo, parece que se va solucionado todo».
Antes de que ningún corredor se ponga un dorsal con el nuevo maillot, el Movistar ha tenido la primera baja de la temporada.
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