«Somos conscientes de que tenemos que ganar la guerra de la credibilidad»

- ¿Son conscientes de que, tras tantos procesos frustrados, una parte muy importante de la ciudadanía ya no les cree?

- Somos conscientes de que hay un cierto déficit de credibilidad de la sociedad vasca sobre la izquierda abertzale, que sabe que tiene que ganar la guerra de la credibilidad. Tenemos que hacer esfuerzos ímprobos, pero estamos convencidos de ganarla, porque vamos a ejecutar sin fisuras la estrategia por las vías que hemos decidido.

- ¿Contemplan un reconocimiento más o menos expreso del sufrimiento que tantos años de violencia ha causado a las víctimas de ETA?

- El conflicto político ha generado unos niveles de sufrimiento en diferentes ámbitos ante los que la izquierda abertzale no ha sido ni es insensible. Hemos manifestado en otras ocasiones que hay una realidad de víctimas consecuencia de las múltiples violencias y se tiene que partir de un respeto y un reconocimiento a esa realidad. Y luego se tiene que buscar una reparación y reconocimiento del conjunto de las víctimas. En ese sentido, los pasos que se vayan a dar en la superación del conflicto conllevarán en el futuro declaraciones y niveles de reconocimiento. Se tienen que dar de manera mutua, investigando la verdad sobre la realidad de las violencias. Se tiene que dar una justicia efectiva sobre todas las víctimas. Y se tiene que dar un escenario de reconciliación.

- El acuerdo de Gernika incluye la amnistía de los presos. ¿Lo creen de verdad factible?

- Sí. Entendemos la amnistía no solo como la vuelta de los exiliados o la salida de los presos de las cárceles de manera global, sino también como la desaparición de las causas de esa realidad.

- ¿Comparte que haya presos que se acojan a beneficios penitenciarios mediante el reconocimiento del daño causado?

- Son libres de adoptar sus decisiones. Actuamos con respeto. Pero nuestro referente es el Colectivo de Presos Políticos Vascos.

- ¿Se arrepiente de algo Rufi Etxeberria?

- No, yo no me arrepiento. Siempre analizo mi actividad política con una perspectiva autocrítica para no volver a cometer errores. Me siento bastante satisfecho y orgulloso de la actividad que he desarrollado, con aciertos y errores.