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La recién elegida secretaria general de Confebask en sustitución de José Guillermo Zubia, en su despacho en las oficinas de la patronal vasca en Bilbao. :: FERNANDO GÓMEZ
«Es lógico que el salario se adapte a las circunstancias de la empresa y hay fórmulas para lograrlo»
ECONOMÍA

«Es lógico que el salario se adapte a las circunstancias de la empresa y hay fórmulas para lograrlo»

Nuria López de Gereñu. Secretaria general de Confebask

MIGUEL ANGEL MATA mmata@diariovasco.com

Domingo, 13 de febrero 2011, 04:32

Accedió a la Secretaría General de Confebask sustituyendo a José Guillermo Zubia el 1 de enero entre algunas críticas por su vinculación al PNV y su pasado como diputada de Desarrollo Rural de Gipuzkoa (2003-05) y consejera de Transportes del último Gobierno Ibarretxe (2005-09). Afirma sentirse tranquila al respecto por el apoyo que ha encontrado entre los empresarios y en la propia patronal vasca, que fue la que le eligió dentro de un proceso de selección. Llega en un momento de cambios profundos, con las reformas del mercado de trabajo, las pensiones y la que se avecina de la negociación colectiva. Defiende en este campo la propuesta de vincular los salarios a la productividad, un cambio de modelo que requiere de la «voluntad y la responsabilidad de empresarios y sindicatos». Ante los escépticos, afirma que «el sistema tiene dificultades pero se puede hacer».

- ¿En qué se va a notar la llegada de Nuria López de Gereñu a Confebask?

- Ni es el momento ni soy la persona adecuada para responder a esa pregunta. Eso lo tendrán que decir otras personas dentro de un tiempo, cuando se pueda valorar mi trabajo. Yo vengo a ofrecer lo mejor de mí misma y a intentar responder a la confianza que se ha depositado en mí.

- ¿Le han sorprendido las críticas que ha recibido por su vinculación política?

- Vivimos donde vivimos y la política aquí lo impregna todo. En ese sentido, era algo que no se podía descartar. Ahora soy secretaria general de Confebask y nada más.

- ¿Le han dolido?

- Tengo la tranquilidad que da contar con el apoyo de los órganos internos de Confebask y del colectivo empresarial, así que mi preocupación es demostrar que puedo cumplir los objetivos marcados.

- El Gobierno Vasco ya le mostró en su día su apoyo. ¿Cómo han sido sus relaciones con el Ejecutivo socialista de Patxi López en este mes y medio que lleva en el cargo?

- Mantenemos una intensa colaboración, como siempre ha tenido Confebask con el Gobierno Vasco y con todas las instituciones. La colaboración público-privada es fundamental en estos momentos.

- Este año se producirá el relevo de Miguel Lazpiur como presidente de Confebask. Las miradas se dirigen al presidente de la patronal vizcaína (Cebek), José María Vázquez Eguskiza, ya que por la norma no escrita toca un presidente vizcaíno, y conocidos son los deseos de éste por ocupar el cargo desde hace años. La patronal alavesa SEA ha insinuado la posibilidad de vetar este nombramiento al no ser de su agrado. ¿Se enfrenta Confebask a un riesgo de crisis?

- Aún no hay fechas ni candidatos para ese relevo que usted comenta, así que todo lo que se diga, el que lo haga sabrá por qué lo hace y de dónde viene. En Confebask estamos ahora centrados en llevar adelante el relevo de José Guillermo Zubia, en ayudar a las empresas en un momento que sigue siendo complicado, y en responder a los muchos retos que tenemos pendientes.

- Como dice, el momento es aún complicado. ¿En qué situación están ahora las empresas vascas? ¿Los datos del paro de enero han enfriado las expectativas de recuperación?

- Las evoluciones hay que analizarlas viendo las tendencias, no dejándose condicionar por situaciones estacionales como el aumento del paro en enero. Y la tendencia es positiva. Mantenemos la previsión de que la economía vasca puede crecer un 1,3% este año y que se podrían crear 5.000 nuevos puestos de trabajo gracias a una mejora del mercado laboral en la segunda mitad del año. También es cierto que aún existen muchas incertidumbres que afectan de lleno a las empresas, como la dificultad de acceso al crédito o los costes de las materias primas, que pueden truncar esa recuperación.

- Hay quien, a pesar de la recuperación, teme en 2011 una cascada de cierres de empresas, incapaces de aguantar un año más de crisis y acogotadas por la falta de financiación. ¿Comparte ese vaticinio?

- Es una realidad que el crédito es escaso y las condiciones, duras. Y en un momento de recuperación tímida, la necesidad de que repunte el flujo financiero es más elevada que nunca para ayudar a la actividad económica y no frustrar esa recuperación. El acceso al crédito es una de las grandes incertidumbres con que van a convivir las empresas este año.

- Ahora que ha vuelto el debate sobre la fusión de las cajas vascas, ¿una gran caja o banco vasco sería positivo para mejorar el apoyo financiero a las empresas?

- En Confebask siempre hemos pensado que una caja mayor y con más músculo sería un elemento positivo para responder mejor a las necesidades y retos de las empresas vascas, aunque hay que admitir que en Euskadi tenemos las cajas más solventes del sistema. En ese sentido, ganar tamaño sería interesante, pero tampoco sería la panacea. La solución a la escasez de crédito vendrá por otros caminos.

- Volvamos al problema del desempleo. Con el mercado de trabajo como está ¿ha servido para algo la reforma laboral aprobada el año pasado?

- Confebask ya consideró en su momento que la reforma era insuficiente, ya que no aborda el problema de la inestabilidad de los trabajadores ni el que sufren las empresas, que necesitan más flexibilidad para adaptar sus plantillas a las necesidades de cada momento.

- El tema de moda es el de los salarios vinculados a la productividad. Dando por hecho que apoya la idea, la pregunta es ¿cómo se consigue eso?

- Es lógico pensar que el salario debe acomodarse a las circunstancias de la empresa. El IPC es un dato objetivo, cierto es, pero hemos de adaptarnos a la realidad de la economía y lograr que las retribuciones vayan en consonancia a la situación de la empresa y la calidad del trabajo desarrollados.

- Ya, pero no me ha respondido... ¿cómo?

- El sistema tiene dificultades, pero ya se está haciendo. Cuando se acomete una inversión o se piensa en contratar, se calculan las mejoras de productividad que se esperan conseguir. La productividad se mide, luego se puede hacer, lo que sucede es que esa medición no se liga a las situaciones salariales.

- ¿Cuando se habla de productividad no se quiere decir realmente situación económica de la empresa? Perdóneme el argumento sindical, pero si los operarios de base trabajan de miedo, hacen más y mejor en menos tiempo, pero luego no hay mercado o una mala gestión hace que ese buen trabajo no se traduzca en beneficios, ¿cómo se les va a pagar más?

- Decía antes que lo lógico es pensar que el salario debe acomodarse a las circunstancias de la empresa, teniendo en cuenta los diversos factores que le rodean. Eso exige voluntad y responsabilidad por parte de empresarios y trabajadores. Y es un debate que, como otros que afectan a cambios de calado y reformas estructurales, deberían abordarse con serenidad y afrontándolos internamente y por convicción. El problema es que se están haciendo determinadas cosas sobrevenidas porque algún mandatario de fuera lo exige, no por convencimiento propio.

- ¿Aprueba Confebask la reforma de las pensiones y el retraso en la edad de jubilación cuando son los propios empresarios los que, salvo excepciones, están deseando desprenderse de sus trabajadores de más edad?

- Era necesario hacer un ajuste porque un modelo pensado para cuando la esperanza de vida era de 60 años no vale para cuando ha subido a 80. Piense que cada seis años la esperanza de vida aumenta un año, y hay que adaptarse a las nuevas realidades. Más aún cuando el acceso al mercado laboral se ha retrasado como lo ha hecho y, en consecuencia, se reduce el periodo de cotización. En cuanto a la forma de actuar que usted cita, el objetivo en este ámbito es incorporar factores de innovación y reciclaje que permitan que las personas de 60 años sigan siendo igual de productivas que como lo eran antes. Tenemos ante nosotros un reto, porque las predicciones advierten de que la mano de obra va a escasear en el futuro, por lo que habrá que seguir echando mano de la fuerza laboral existente.

- Tras la laboral y la de pensiones, la próxima reforma que viene en el ámbito social es la de la negociación colectiva. ¿Cuál sería el resultado ideal para Confebask?

- Aquel en el que se permita a las empresas adaptarse a sus circunstancias de cada momento, dotándolas de flexibilidad para maniobrar y de mayor agilidad.

- ¿Hay que eliminar la ultraactividad (prórroga automática de un convenio si no se firma otro que lo sustituya)?

- Sería deseable.

- ¿Cómo afronta la patronal vasca la negociación colectiva en Euskadi este año?

- Vemos que el debate se centra en los ambitos (empresa, provincial, autónomico o estatal) y no en lo realmente importante. Algunos sindicatos están desenfocando el problema y no hay voluntad de solventar los desacuerdos. En Euskadi se da una situación que no se da en el resto del Estado. Hay dos sindicatos, uno de ellos el mayoritario, instalados en la confrontación. Una estrategia especialmente grave en estos momentos, cuando los ejercicios de responsabilidad se hacen más necesarios que nunca.

- Euskadi ha recibido este año la transferencia de las políticas activas de empleo, y Lanbide sustituye al antiguo Inem. ¿Lo van a notar los parados?

- Estamos trabajando muy bien con quienes quieren trabajar (en referencia a CC OO y UGT) y estamos diseñando unas nuevas políticas de empleo que rompen el modelo del Inem, que se ha demostrado ineficaz. El objetivo es acabar con los catálogos de formación genéricos y adaptar la formación a las necesidades de las empresas y las características del trabajador, respondiendo de manera casi personalizada a cada caso.

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