Los peatones aplauden la idea y los conductores piden un estudio previo

La limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora en buena parte de las calles gusta, como es lógico, a los ciudadanos que aborrecen del coche o quieren andar sin sobresaltos por la ciudad. La Federación Internacional de Peatones (IFP, por sus siglas en inglés) y el foro de organizaciones peatonales Andando aplauden la idea. Según el presidente de la IFP, Ole Thorson, «más de la mitad de los viajes» dentro de la ciudad se hace a pie. Por ello, aboga por que en tres cuartas partes de las vías urbanas se circule a «una velocidad baja» y en el resto, a 50 kilómetros por hora. El coordinador de Andando, Pablo Barco, reclama «ciudades donde se respeten los derechos de los más débiles, los peatones». En este sentido, cree que las urbes españolas «tienen un claro déficit». También a los colectivos de víctimas de accidentes de tráfico les satisface la medida, que contribuirá a «pacificar» los núcleos urbanos.

La medida tampoco le parece mal «de entrada» al especialista en seguridad vial y movilidad del Real Automóvil Club Vasconavarro, Luis Murguía. Aunque espera que la regulación sea clara «para que ofrezca seguridad». El experto no termina de entender que la Dirección General de Tráfico se meta a legislar algo que las propias ciudades ya están haciendo por su cuenta con la creación de las denominadas 'zonas 30'. En cualquier caso, Murguía resalta que «está muy bien hacer normas, pero también velar para que se cumplan». Y pone un ejemplo: «Aquí un peatón cruza con el semáforo en rojo y no pasa nada. En cualquier país de Europa, le cae un multazo».

Por su parte, el director de seguridad del Real Automóvil Club de España cree que se trata de una «iniciativa mal planteada que no responde a ninguna prioridad». Tomás Santa Cecilia demanda «un estudio previo» sobre la fórmula para materializar la medida. A su juicio, mejor que obligar a conducir a 30 por determinadas calles es «ajustar los límites a los horarios y a otra serie de circunstancias. El comportamiento del tráfico -resalta- depende del estado de la circulación, las condiciones meteorológicas la presencia o no de escolares, entre otras cuestiones». Aboga por una «establecer el límite de velocidad con señalización variable» a través de paneles electrónicos.