Le Bukowski cancela los conciertos por carecer de licencia municipal

El Club Le Bukowski, del barrio donostiarra de Egia, uno de los locales más emblemáticos de la actividad cultural urbana en el que se programaba con cierta frecuencia conciertos y otras actividades escénicas, ha decidido cancelar los conciertos previstos para este fin de semana ante la amenaza de ser cerrado por carecer de la oportuna licencia municipal.

Paradójicamente, Le Bukowski había entrado en los últimos años en el circuito de programación de Donostikluba, que está organizado a través del departamento de Cultura del Ayuntamiento. El mismo concejal de Cultura, Denis Itxaso, reconocía ayer en un comunicado que Le Bukowski «es una de las principales referencias» en dicha programación.

En el mismo comunicado asegura que «ante la falta de licencia expresa de este local para celebrar conciertos en vivo, Donostia Kultura -al igual que realiza en el caso del Festival de Teatro de Bolsillo en otros clubes de la ciudad-, seguirá tratando de colaborar con el Departamento de Licencias de Actividades del Ayuntamiento, para la obtención de autorizaciones expresas por tratarse de actividades de interés cultural, sin perder de vista el derecho al descanso de los vecinos del inmueble».

Denuncias de un vecino

«El problema es que un vecino nos ha venido denunciando», comentaba Josu, dueño de Le Bukowski, aunque «no por un problema de ruido ya que nosotros tenemos una insonorización muy buena, sino porque sabe que no tenemos la licencia para hacer conciertos». Al parecer, se han acumulado un número determinado de denuncias y el fin de semana pasado, «la Policía Municipal nos avisó que me iban a cerrar el local». Por eso se han cancelado los conciertos para hoy de Discípulos de Dionisos + Los Chicos y el de mañana, X Cortez + Plan B.

La licencia en San Sebastián para hacer música en vivo la tienen sólo los cafés teatro, «que curiosamente son los que menos conciertos hacen», comentaba Josu, «y a quienes hacemos conciertos, pero tenemos licencia de pub, nos van cerrando. La situación es muy incómoda, un departamento del Ayuntamiento nos anima a desarrollar actividades, y más con la intención de la Capitalidad, pero desde otro se nos impide realizarlas».

Para demostrar lo ilógico y obsoleto de este tipo de licencias, Josu ponía un ejemplo clarificador: «En mi pub un DJ puede poner música al volumen que quiera sin problemas, pero si susurras a través de un micrófono te pueden denunciar».