

Secciones
Servicios
Destacamos
MARÍA JOSÉ ATIENZA
Sábado, 26 de febrero 2011, 13:43
Empezó a hacer fotos con 14 años y ya ha cumplido los 71. Puede decirse que lleva toda la vida encuadrando, iluminando y retocando. Ha pasado del blanco y negro al color, del laboratorio al ordenador y de la figuración a la abstracción. Ha vivido con curiosidad cada etapa evolutiva de esta afición suya a la que sigue dedicándose intensamente. Nunca deja de aprender ni de enseñar, porque Luis Laínsa es uno de los maestros de la Asociación Fotográfica Irunesa. Ha ganado varios premios y realizado medio centenar de exposiciones. La última está instalada en la sala de Caja Laboral y puede visitarse hasta el 4 de marzo (de 19.00 a 21.00, los laborables y de 11.30 a 13.30, el domingo).
-¿Qué ha traído Luis Laínsa a esta exposición?
-Una selección de 40 fotos, en la que hay de todo. La mayoría son recientes, todas digitales y hay algunas analógicas de hace unos ocho o diez años. Hay personas, paisajes, abstracción...
-Las fotos abstractas llaman la atención por el color. ¿Cómo las hace? ¿Están retocadas?
-La mitad de las fotografías abstractas son cascos de barcos. Cuando los sacan fuera para pintarlos o arreglarlos, busco detalles y luego los amplío. No tienen ningún tratamiento digital, salvo que, en algunos casos, he saturado un poquito el color. Hay otras fotos abstractas que son de rocas, tomadas muy de cerca y hechas en distintos sitios. En Jaizkibel, donde están las antenas, bajando en línea recta hacia el mar, hay una vaguada que tiene unas rocas rojizas y amarillentas muy curiosas. Hay gente que ha visto las fotos y me ha pedido que les acompañe al sitio, así que se está popularizando. La pena es que si hacen el puerto exterior de Pasajes pueden estropear parte de esa vaguada. Ese es el miedo que tengo.
- ¿Cómo ha llegado al abstracto? No hay muchos fotógrafos que lo incluyan entre sus trabajos.
-El abstracto hay que buscarlo y te tiene que gustar. No se llega al abstracto de primeras. Yo he llegado al cabo de muchos años, haciendo muchas fotografías y yendo poco a poco, primero buscando detalles y luego buscando temas que me gustan.
-Casi seis décadas haciendo fotos dan para vivir una evolución técnica y artística importante. ¿Cómo se ha ido adaptando a las novedades?
-Me he adaptado bien y he hecho encantado este último cambio. Por mi trabajo, yo ya tenía experiencia en ordenadores. Me di cuenta enseguida de las ventajas que suponía la fotografía digital, aunque tuve que luchar con muchos compañeros de AFI que eran reacios a cambiar. Luego, ninguno de ellos se ha arrepentido.
-En todos estos años, no ha dejado de aprender, pero también ha enseñado lo que sabe a muchos aficionados a la fotografía.
-En la AFI un grupo de socios nos encargamos de dar cursos, porque hay mucha gente interesada en aprender. A mí, lo que más me gusta enseñar es composición y encuadre, aunque también me ha tocado dar otras materias. Ahora tenemos un nuevo local que está mucho mejor y nos facilita los cursillos, aunque se nos sigue quedando pequeño. En el curso que estamos impartiendo en este momento hay 42 personas, pero tuvimos que dejar fuera a cerca de 40 por falta de espacio.
-Las cámaras digitales han popularizado la fotografía. Hay mucha afición, especialmente entre los jóvenes.
-Ahora vas a cualquier sitio y ves a todo el mundo con su maquinita, haciendo fotos. La gente joven tiene una gran ventaja y es que domina el ordenador. Para ellos, el photoshop es pan comido. Luego, es falta la teoría y la práctica de la fotografía, pero la segunda parte, que para nosotros puede ser la más difícil, ellos ya la tienen aprendida.
-Usted se ha pateado la comarca con la cámara al hombro, pero seguro que casi siempre encuentra algo nuevo para fotografiar.
-Siempre ves algo diferente. El verano pasado estuve en las minas de Arditurri, por la parte de Oiartzun y encontré unos colores y unas formas muy bonitas para hacer abstractos. No hay mucha gente que conozca el interior de las minas. El problema es que vas con un guía y una linternita. Lo que me gustaría es ir con más luz, llevar un trípode y no tener límite de tiempo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Las villas del paseo Colón en primera línea de mar
Lola Horcajo /J. J. Fdez. Beobide
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.