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Como profesionales. Los integrantes de Dantzaz Konpainia, durante una reciente sesión fotográfica en La Concha. :: USOZ
Arteleku, el lugar de la danza
DANZA

Arteleku, el lugar de la danza

La danza cuenta con un espacio preferente en el centro cultural más innovador de Gipuzkoa

NEREA AZURMENDI

Domingo, 6 de marzo 2011, 11:49

En Arteleku, el centro de arte y cultura contemporánea que la Diputación Foral de Gipuzkoa creó en 1987, ocurren y se hacen muchas cosas. No todas son fáciles de explicar, y menos aún de entender. Pero, por lo general, satisfacen a los usuarios de este espacio dedicado a la creación y a la reflexión situado en un rincón entre discreto y recóndito del barrio donostiarra de Txomin Enea, y de eso se trata.

Una de las muchas cosas que se hace en Arteleku es bailar. En el edificio que primero almacenó piensos, después material eléctrico y ahora llena todo el espacio disponible de talento y creatividad ya se bailaba desde hace dos décadas, pero esa actividad se terminó de consolidar en 2009, con la puesta en marcha del programa Dantzagunea, que ha convertido a Arteleku en el centro de referencia para el desarrollo de la danza en Gipuzkoa.

En ese espacio, caracterizado por el ir y venir constante de creadores vinculados a las disciplinas más variadas, tienen cabida casi todas las expresiones de la danza: la tradicional vasca, la clásica, la contemporánea, los ritmos de la calle, el trabajo de los profesionales guipuzcoanos de la danza -sí, los hay, no todos están en el extranjero...-, los experimentos de quienes buscan su camino... Hay espacio hasta para una compañía residente, Dantzaz Konpaina.

Por una parte, y tras haber ganado el correspondiente concurso, Dantzaz se ocupa actualmente de la gestión de Dantzagunea. Por otra, y esa es su razón de ser fundamental, ofrece a jóvenes bailarines la plataforma que necesitan para dar el salto al mundo profesional. De paso, hace que un edificio que desde fuera no parece gran cosa -su interior en ebullición constante es otro cantar- sea el destino al que aspiran decenas de bailarines europeos de entre 18 y 22 años que, precisamente estos días, viven con la incertidumbre de saber si serán o no convocados a la audición que tendrá lugar el próximo 11 de abril, de la que saldrán los elegidos para vivir el curso que viene la experiencia que les propone Dantzaz.

Como profesionales

«Suele haber unos 150 ó 160 aspirantes; tras una primera selección convocamos a la audición a unos sesenta y, finalmente, elegimos a una decena», precisan los responsables de Dantzaz, porque diez son los bailarines que integran la 'plantilla' ideal de la compañía, aunque el hecho de que más de uno sea fichado por compañías profesionales en pleno curso -satisfactorio, pero perturbador desde el punto de vista organizativo- , obliga a hacer más de un reajuste a lo largo del año. «Es algo difícil de gestionar -reconoce Adriana Pous, directora artística de Dantzaz-, porque tienes que ir ajustando, improvisando pero, por otra parte, es exactamente lo mismo que sucede en las compañías profesionales».

Dantzaz Konpainia, de hecho, funciona como una compañía profesional. Con Filgi Claverie como director general, es en estos momentos uno de los tres 'junior ballet' de España. Comparte esa condición de compañía de transición entre la etapa formativa y la vida plenamente profesional -fórmula muy extendida y valorada en otros países europeos-, con IT Dansa, del Institut del Teatre de Barcelona y la Compañía Nacional de Danza 2, creada al amparo de la Compañía Nacional de Danza por Nacho Duato, su director artístico entre 1990 y 2010.

Cuando dice que «la danza profesional es un mundo muy duro, muy exigente», Adriana Pous no remeda tópicos procedentes de formatos televisivos que aparentemente han reavivado el interés por la danza. Bailarina del Ballet Municipal de Santiago de Chile, del Ballet Nacional de España, de los ballets de Nancy, Niza o Biarritz, la directora artística de Dantzaz Konpainia no habla de oídas, y sabe lo importante que es acostumbrar a los bailarines más jóvenes «a trabajar con distintos coreógrafos, a aprender coreografías diferentes, a improvisar... Y a hacerlo todo a la velocidad a la que pasan las cosas en el mundo profesional y con el grado de enorme grado de exigencia con el que se van a encontrae». En Dantzaz «les ayudamos a hacer ese tránsito, tratándoles a todos los efectos como a bailarines profesionales». Eso incluye, por ejemplo, ser contratados con todas las de la ley cada vez que tienen una función -suelen ser entre 30 y 40 al año-, y tener la posibilidad de trabajar con excelentes coreógrafos. Tal como lo harán cuando, lejos ya de Arteleku, se integren plenamente en la dinámica de la danza profesional.

Ambas circunstancias se producirán dentro de poco más de una semana, ya que el próximo lunes, 14 de marzo, Dantzaz Konpainia presentará en San Sebastián (Gazteszena, 17.00 horas), en el marco de DFeria, su espectáculo 'Mintzo', compuesto por piezas creadas por los coreógrafos Sophie Antoine, Eric Gauthier, Hilde Koch y Jone San Martín. Y es que a partir de ahora el calendario de Dantzaz se acelera... Los primeros días de abril volverán a compartir la iniciativa Dantzaz Blai con dos compañías extranjeras -la inglesa Verve y la suiza Marchepied-, lo que incluye entre otras cosas una 'performance' el día 8 en pleno Boulevard donostiarra. Otra cita destacable, un poco más lejana pero muy importante para la compañía, es la presentación de la creación de 2011: lo harán el 24 de junio en el Victoria Eugenia y de la mano de un coreógrafo de primerísimo nivel, el israelí afincado en los Países Bajos Itzik Galili.

Tres bailarines franceses, tres catalanes, una belga, una portuguesa y una checa preparan en Arteleku los compromisos previstos en esa agenda. Ningún guipuzcoano, ningún vasco enstre las filas de la compañía. «Nada nos gustaría más que tener bailarines de aquí -asegura Adriana Pous-, pero no se presentan a las pruebas...». Ella atribuye la carencia de bailarines guipuzcoanos en el «trampolín hacia el profesionalismo pleno» que es Dantzaz Konpainia a la imposibilidad de terminar la carrera de danza en San Sebastián: «Los bailarines que se forman aquí se marchan fuera a terminar su preparación, y luego les cuesta volver». Precisa, no obstante, que ni para participar en las pruebas ni para formar parte de una compañía en permanente metamorfosis se exige titulación previa. Lo único que se necesita es ser lo suficientemente bueno o buena como para convencer a las cuatro o cinco personas que realizan la última selección...

Que no haya guipuzcoanos en Dantzaz, sin embargo, no significa que no haya guipuzcoanos en Dantzagunea. Todo lo contrario. Filgui Claverie, director general de Dantzaz conoce bien la realidad del programa, por lo que hay que creerle cuando afirma que «el movimiento que hay es sorprendente. En torno a los espacios y los servicios de Dantzagunea se mueven casi treinta grupos artísticos, y eso genera una dinámica impresionante que ya está dando sus frutos».

«Es una ayuda enorme»

Dantzaz Konpainia, de hecho, no es la única compañía profesional que se desenvuelve en el Dantzagunea de Artekelu. También es una presencia habitual la de la compañía Ertza, que fundó en 2004, de vuelta de una intensa carrera en el extranjero, el ezkiotarra Asier Zabaleta.

Zabaleta reconoce que uno de los principales servicios que ofrece Dantzagunea es el lugar físico, «porque no es fácil disponer de espacios como los que tiene», pero a él y a su compañía les interesa más «la posibilidad de colaborar con otros artistas» que ofrece Arteleku. El responsable de una compañía que, tal como ha hecho él mismo a lo largo de toda su carrera, integra distintas disciplinas artísticas con la danza contemporánea, no se refiere sólo a otros bailarines, aunque los constantes cruces y la colaboración marcan la relación entre la mayoría de los usuarios de Dantzagunea. «La relación con otros bailarines es muy enriquecedora -apunta-, porque en tres salas se mueve mucha gente, se cruzan muchas proposiciones, y viendo a otros artistas se te ocurren ideas, te entran ganas de hacer cosas nuevas... Eso, naturalmente, se produce en los dos sentidos: recibimos, y también damos».

No obstante, a Zabaleta -que prepara actualmente un espectáculo que estrenará en septiembre- le parece especialmente enriquecedor compartir Arteleku con artistas plásticos y visuales, con creadores de otras disciplinas cuyas aportaciones también enriquecen sus creaciones. En conjunto, asegura, «es una ayuda enorme». Además de eso, «se puede considerar un germen que está dando ya sus frutos y los seguirá dando. Poco a poco ves que el mundo de la danza se va moviendo, que cada vez hay más gente y más demanda, y eso es una muy buena señal de que algo está cambiando».

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